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Eran globos aerostáticos, Dylan jamás había visto uno, al menos no tan de cerca.

El mayor solo observó de reojo como Dylan miraba con emoción hacia el cielo.

-¿Te gustan?.-preguntó finalmente.

-¿Mmmh?.-preguntó Dylan confundido.

-Que si te gustan los globos aerostáticos.-respondió con una sonrisa.

-Si, pero nunca los había visto tan de cerca.-dijo.

-Lo supuse.

No pasaron más de unos segundos cuando la camioneta se detuvo en lo que parecía ser un terreno demasiado grande.

Dylan estaba nervioso y no sabía ni que pensar.

El mayor bajo de la camioneta y rápidamente se dirigió al otro extremo de está para poder abrirle la puerta a Dylan.

El menor aún seguía muy nervioso, pero bajo de la camioneta sin preguntar ni decir nada.

Se dirigieron en total silencio hacia un hombre que encontraba en aquel terreno vacío.

A decir verdad aquel terreno no estaba del todo vacío, había quizás unos 50 o más globos aerostáticos en el, supuso que el hombre al que se dirigían, era el dueño de todo.

-Ya está listo-dijo el hombre que ahora ya estaba enfrente de ambos.

-Muy bien, justo a tiempo Dave.-respondió Joseph.

El tipo que al parecer se llamaba Dave, miro fijamente a Dylan como si tratara de reconocerlo.

-El es Dylan, mi sobrino.-dijo Joseph con una sonrisa.

El hombre asintió varias veces como si fuera obvio.

Mi sobrino, mi sobrino.

Esas palabras sonaban una y otra vez en la cabeza de Dylan.

-¿Sabes cómo manejarlo verdad?

Joseph asintió.

Ambos se dirigieron a un globo aerostático que parecía estar apunto de despegar, pero Dylan no se dió cuenta de eso, pues sus pensamientos seguían en cómo lo presentó Joseph.

"Mi sobrino"

-No tuve otra opción, no le podía decir que eras mi sugar baby, mucho menos mi amante.-dijo como si hubiese podido leer los pensamientos de Dylan.

Sugar baby o amante.

Definitivamente eso era peor que "sobrino".

Dylan trato de sacar todos esos pensamientos de su cabeza, pero le fue totalmente imposible.

-¿Te ayudo a subir?-de repente la voz de Joseph lo saco de sus pensamientos.

-¿Qué?-preguntó confundido.

Literalmente estaban apunto de subir a uno de los globos aerostáticos, y no es que a Dylan no le gustará la idea, pero subirse con Joseph lo ponía muy nervioso.

-No creo que sea buena idea, tengo vértigo-mintió.

-Yo estaré en contigo en todo momento, no tienes nada de que temer.

Si tan solo supiera que el dueño de todos sus temores era el.

-Esta bien.-dijo dándose por vencido.

El mayor lo ayudo a subirse a aquella cosa que pronto estaría en lo más alto del cielo.

Dylan se preguntó si la situación podría ser más incómoda, pues cuando empezaron a subir, ninguno de los dos dijo palabra alguna.

SugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora