Sugar

23

17 años, estaba cumpliendo 17 años, y no podía sentirse más feliz, pues su madre antes de irse al trabajo le dió un abrazo, y no necesitaba nada más para ser feliz.

Con una sonrisa en su rostro salió de su casa, su plan era irse en bicicleta, hasta que miró el auto de Jack enfrente de su casa.

-¿Que haces aquí?, ¿No deberías estar dormido?.-preguntó con gracia cuando entró en el auto.

-¿Como podría seguir durmiendo, cuando se que mi mejor amigo está cumpliendo años?.-dijo con emoción.

-¿Por qué siento que tú estás más emocionado que yo?.-preguntó mientras se ponía el cinturón de seguridad.

Jack golpeó el pecho de Dylan, haciendo que este gimiera de dolor.

-¿Por qué demonios hiciste eso?-preguntó mientras se tocaba el pecho.

-Bueno, es una forma de felicitación.

-Podrías darme un abrazo ¿sabes?, justo como las personas normales lo hacen.

-No quiero que pienses que quiero algo más que amistad contigo.-dijo mientras reía y encendía el auto.

Dylan negó varias veces, este tipo definitivamente estaba loco, y aún así lo quería tanto, sin el probablemente su vida sería muy aburrida, sin él no hubiese conocido a su sugar daddy, aunque suene así de mal.

No había hablado con Joseph desde que fueron al cine junto con Jack, creyó que tal vez ya todo se había acabado, cosa que lo alivio demasiado........pero por otro lado se sentía un poco ¿decepcionado?.

Jack estacionó el auto en el estacionamiento del instituto y ambos bajaron de él para dirigirse a su primera clase.

-¿Que planes tenemos para hoy?.-preguntó Jack mientras caminaban.

-¿A qué te refieres?.

-Dylan, por dios, cumples 17, deberíamos hacer una fiesta increíble.

-¿Que?, claro que no, aparte tengo actividades extracurriculares en la tarde, no tengo mucho tiempo.

Jack rodó los ojos mientras entraban al instituto.

-No hagas eso, tus ojos se quedarán así si sigues poniéndolos en blanco-dijo Dylan con gracia.

-Es qué no puedo creer que prefieras pasar el día de tu cumpleaños haciéndote estúpido en un aula llena de perdedores, a tener una maravillosa fiesta hecha por tú mejor amigo.

Está vez fue Dylan quién rodó los ojos mientras negaba con la cabeza.

-Eso me ayudará cuando entre a la universidad, deberías de tomarlas también, y dejar de creer que solo los perdedores pensamos en nuestro futuro.

-Eres un aguafiestas.

-Gracias.

Ambos se dirigieron a sus casilleros, y Dylan estaba tan absorto en sus pensamientos que no sintió cuando alguien se puso a lado de él.

Tarareaba una canción que ni siquiera el sabía cuál era, mientras buscaba su libro de historia, estaba totalmente seguro de que lo había dejado en alguna parte de su casillero.

Después de una búsqueda que para él fue exhausta, finalmente encontró el bendito libro, así que procedió a cerrar el casillero.

Su corazón casi se le sale del pecho, cuando vió a un chico a lado de él que lo estaba mirando fijamente.

-¿Puedo ayudarte en algo?-preguntó Dylan al chico desconocido.

Por alguna razón el chico le resultaba familiar, ¿lo había visto en alguna clase?, o quizás en el baño?.

-¿No me recuerdas cierto?-preguntó viendo la expresión confusa de Dylan.

-¿Debería?-preguntó inseguro.

El chico sonrió, y Dylan creyó que tenía una sonrisa linda.

-Soy Connor.

¡El chico que había conocido en el bar gay!.