Sugar

47 (maratón 7/7)

Todos se encontraban sentados en aquella mesa, Dylan solo estaba viendo al suelo, por qué no podía hacer otra cosa más.

-¿Por qué hoy luces más incómodo de lo normal?-preguntó Jack.

Dylan se sobresalto al escuchar la voz de su amigo.

-Es qué...olvide que tengo tarea de química.-mintió.

-Deja de pensar en eso, luego puedes hacerla.

Dylan suspiro y trato de relajarse, aunque prácticamente era imposible.

Durante todo ese tiempo, se había negado a ver a Joseph quién estaba en la cabezera de la mesa.

Por más que intentará levantar la mirada, no podía, algo se lo impedía.

-Iré al baño, regreso en un segundo.-le susurro a Jack.

Con pasos apresurados se dirigió al baño...su respiración se cortó cuando empezó a escuchar otros pasos lentos justo atrás de él...ni siquiera necesitaba voltear, por qué ya sabía quién era...

Joseph.

Cuando llegó al baño, rápidamente entró, pero un brazo le impidió que cerrará la puerta por completo.

Las piernas le empezaron a temblar cuando miró que Joseph entrar.

-¿Q...ue haces aquí?...-preguntó con voz temblorosa.

-Solo quería hablar contigo.

Dylan se quedó callado mirándolo fijamente, esperando a que hablara.

-Me juraste que no salías con nadie más.

El castaño expresó una mirada de confusión, no tenía ni idea de que hablaba Joseph.

-¿A qué te r...efieres?.

Joseph sonrió de lado, y fuertemente lo agarro del cuello haciendo que Dylan lo mirara fijamente.

-Ayer miré como metías a un tipo a tu casa...justo después de que yo te follara...¿No te basta con mi pene?.

Dylan trataba de procesar las palabras que el mayor le estaba dando, pero le era imposible, su oxígeno era casa vez menos, las manos de Joseph apretaban con tal fuerza que ya no sentía sus pies.

-Sueltame...por favor.-dijo entrecortado.

Joseph lo soltó dejándolo caer al suelo.

-Me viste la cara de imbécil, esto no se quedará así.-dijo para finalmente salir.

Dylan empezó a sollozar mientras se ponía en posición fetal.

¿En que demonios se había metido?.

Lentamente se levantó y se miro en el espejo, su rostro lucia rojo, y con lágrimas que amenazaban con salir, agradeció que no había dejado ninguna marca en el cuello.

Lavó su rostro, y después de un par de segundos decidió regresar para finalmente sentarse en aquella mesa.

Con el tiempo, había aprendido a fingir de una mejor forma, pero últimamente ya no podía...ni quería.

-Buenas noches a todos...la noche de hoy tenemos el honor de tener a todos ustedes cómo invitados, en esta cena que no es solo para festejar el regreso de mi esposa e hija después de un par de semanas en italia, si no para dar un aviso que nos llena de felicidad a mí y a mi familia.-expresó felizmente Joseph.

A Dylan le pareció increíble, como es que el hombre que hace apenas unos minutos lo estaba tomando fuertemente del cuello con una mirada de rabia, ahora estuviese siendo tan amable...

Joseph cada día lo sorprendía de una forma diferente.

El mayor se tomó su tiempo para decir lo que sea que iba a decir, tomó firmemente a su esposa de la mano, haciendo que Dylan se sintiera más incómodo aún.

-Nos alegra anunciar, que mi esposa y yo estamos esperando a nuestro tercer hijo.-dijo con una amplia sonrisa.

¿Qué?.

El castaño se había empezado a marear, su respiración no era normal, su corazón comenzaba a latir su una magnitud que no lo hacía calmarse para nada.

A lo lejos podía ver cómo las personas se levantaba para felicitar a la pareja, incluso pudo divisar a Jack abrazando felizmente a sus padres.

De un momento a otro sintió que la habitación en la que estaban no había suficiente oxígeno, así que corrió hacia afuera de la casa y al estar ahí, no pudo evitar vomitar.

¿Qué demonios estaba pasando?.

¿Por qué se sentía tan mal?...¿Por qué Joseph iba a tener otro hijo?.

No soporto más, y comenzó a llorar, pero esas lágrimas no eran tan simples, esas lágrimas expresaban todo el dolor que había sentido durante las últimas semanas...por dentro sabía que merecía el dolor...pero ya no quería sentirlo...ya no quería que Joseph lo lastimara más...no más.

Agarro su celular y como pudo marcó a Connor.

Un tono, dos tono, tres tonos.

-¿Dylan?, ¿Que pasa?.-dijo en la otra línea.

-¿Puedes venir por mí?.-dijo rápidamente.

-Claro, ¿donde estás?.

-En casa de Jack.-dijo en un suspiro.

-Voy para allá.-dijo antes de colgar.

Dylan mordió su labio mientras lágrimas seguían votando de sus ojos...solo le pedía a dios, que Jack no decidiera buscarlo...

Por qué quizás ese sería su final.

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AQUÍ TERMINA EL MARATÓN RASA, ESPERO QUE LO HAYAN DISFRUTADO, ASÍ COMO YO DISFRUTÉ ESCRIBIRLO 💕❤️.

PD: SE ACERCA EL FINAL DE ESTA VAINA, Y YO SOLO QUIERO AGRADECER TODO EL APOYO QUE LE DAN, OS AMO😭❤️.

NOS LEEREMOS PRONTOOO, CUÍDENSE RASA💕.

-sarita c: