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Estaba aburrido sentando en una de las tantas mesas de aquel restaurante, quería irse a casa, pero recordó el jacuzzi que esperaba en su habitación, así que decidió quedarse.

Mientras comía cualquier cosa que los meseros le proporcionaban, se dedicó a observar a Joseph.

El lucia muy atractivo, bueno, aunque Dylan creyó que el siempre lucia muy atractivo, pero esta vez llevaba un traje azul marino, cosa que hacía resaltar sus ojos color verde penetrantes.

Lo que más sorprendía a Dylan era la sonrisa que llevaba el mayor, les sonreía a todos sus invitados, mientras agarraba de la cintura a su esposa, eran la pareja perfecta, pensó Dylan.

Bufó enojado, y tomo una copa de vino, ni siquiera sabía la razón de su ira, pero simplemente no quería estar en ese restaurante, viendo como todas las personas eran ridículamente perfectas.

Odiaba todo de este mundo.

Odiaba que Jack lo dejará solo mientras él se iba a quién sabe dónde con su novia.

Odiaba su vida.

Siguió tomando de la copa de vino, como si de este acto dependiera su vida.

-No creo que sea una buena idea que tomes de esa manera. ¿recuerdas lo que paso la última vez?.

Esa voz, esa maldita voz, Dylan bajo la copa de su rostro y pudo ver a un Joseph sonriente mientras lo miraba fijamente.

-¿Perdón?.-preguntó con nerviosismo.

El mayor solo rió mientras negaba con la cabeza.

-¿Donde esta Jack?.

-Esta con su novia.-respondió confundido cuando el mayor cambió de tema tan repentinamente.

-Creo que es un idiota por dejarte solo.-dijo con una pequeña sonrisa.

El menor solo le devolvió la sonrisa, se sentía tan extraño aquel ambiente, y quería salir corriendo, pero simplemente no podía, aquella mirada imponente de Joseph, hacia que Dylan no pudiese moverse en absoluto.

-Por cierto, te miras muy bien, hoy.-dijo para finalmente retirarse.

El menor aún confundido por las palabras de Joseph, decidió abandonar el restaurante e ir a su habitación, seguro que podría relajarse y pensar las cosas mejor desde la comodidad de un jacuzzi.

Cuando llegó a la habitación, rápidamente se quitó toda su ropa y espero a que el jacuzzi se llenará completamente de agua.

Cuando sintió que la temperatura del agua, estaba perfecta decidió entrar, y tener un momento de paz.

Pudo pensar con claridad.

¿Por qué el papá de Jack le decía cosas que lo hacían sentir tan extraño?.

Quizás solo estaba tratando de ser amable.

Si quizás era eso.

Estaba tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera escuchó como alguien entraba en la habitación, hasta que finalmente escuchó unos pasos en la entrada.

-Jack, eres tú?-preguntó Dylan.

Ninguna respuesta, a este punto Dylan estaba entrando en una especie de pánico.

Su respiración se agitó cuando miró a Joseph enfrente de él.

-Si Jack te puede ver desnudo, por qué no yo también?.-preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.

Dylan creyó que moriría en aquel momento, y o demonios, el agua del jacuzzi se estaba poniendo muy caliente.

¿Que demonios estaba pasando?.

SugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora