Llegó al colegio, parecía un día normal como cualquier otro, pero no lo era.
Se había desvelado toda la noche pensando en como le diría a Jack lo que estaba pasando, y por más que pensó, no pudo obtener ninguna respuesta.
Y ahí se encontraba, en la entrada del colegio, debatiendo si entrar o no.
Dió un suspiro largo, y recordó la plática que había tenido con Connor.
Definitivamente le había ayudado bastante, tenía un peso menos encima, pues Connor fue bastante comprensible con él.
Se armó de valor y finalmente entro a la institución, fue a su casillero y saco un par de libros que utilizaría para su primera clase.
Al cerrar de un portazo el casillero, se topo con Jack viéndolo fijamente.
Dylan salto del susto, mientras Jack comenzaba a reír.
-Debiste ver tu cara, realmente te asusté.-dijo entre carcajadas.
Dylan solo sintió como su estómago se revolvía, sabía que esto no volvería a pasar...Jack haciéndole bromas, Jack sintiendo aprecio por él, no seguirían teniendo está amistad, no después de que le diga la verdad.
-No es gracioso.-dijo seriamente.
-¡Hey!, ¿Estás bien?-preguntó Jack.
-Si...solo que necesitaba hablar contigo.
Ambos empezaron a caminar a su primera clase que tenían juntos.
-Si quieres explicarme lo de ayer, olvídalo mi papá me dijo que te había llevado a tu casa por qué no te sentías muy bien...por cierto ¿cómo seguiste de tu estómago?.
-Bien... gracias.-dijo con una sonrisa.
Jack se acercó meticulosamente a Dylan, viéndolo de manera sospechosa.
-¿Por qué tienes marcas en el cuello?.
El castaño entro en pánico y trato de buscar alguna excusa que sonara creíble.
-El gato de mi vecina me rasguñó.-dijo rápidamente.
-Dios Dylan, solo este tipo de cosas te pueden pasar a ti, deberías tener más cuidado.-dijo riendo.
Una vez más, mintiéndole a su mejor amigo...esto debía parar.
-Tengo que decirte algo.-dijo Dylan viendo fijamente al suelo.
-Yo también.-dijo suspirando.
-Habla.-dijo firmemente.
-Mi mamá acaba de llegar de su viaje a Italia, así que mis padres organizaron una cena para hoy donde invitarán a la familia y algunos amigos...sabes que me aburro un montón...así que tienes que ir.-dijo con ojos de cachorrito.
Dylan entro en pánico total, no sabía que hacer o decir, no quería volver a ver a Joseph, pero creyó que aquel no era un buen momento para decirle a Jack todo lo que estaba pasando.
-No...aún no me siento muy bien del estómago...
Jack puso una expresión de tristeza, esa que siempre logra convencer a Dylan de hacer cualquier cosa.
-Dylan...por favor, si no vas entonces no voy a escuchar lo que me tienes que decir-dijo cruzándose de brazos.
Dylan mordió sus uñas pensando en que demonios tenía que hacer...quizás podría ir a aquella cena y después le diría lo que pasaba...no podía decirle que no a la persona que estaba apunto de decepcionar.
-Bien, acepto, pero después hablaremos seriamente.-dijo tragando saliva.
-Perfecto.-gritó Jack de emoción.
Jack entró rápidamente al aula donde tendrían clase, mientras el se quedó viendo fijamente al suelo pensando en que demonios había hecho.
No podría ver a Joseph a los ojos de nuevo...
Definitivamente esa noche no sería nada agradable...podía sentirlo.
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Sugar
RandomJoseph; un empresario totalmente exitoso. Dylan; un chico ingenuo que es mejor amigo del hijo de Joseph. ¿Cómo podrían chocar ambos mundos?. TEMÁTICA: HOMOSEXUAL. ❌ADVERTENCIA❌ ESTA HISTORIA ABARCA TEMAS FUERTES Y/O DELICADOS, ASÍ QUE SE RECOMIENDA...