C.4

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Y si supieras todo lo que pasa por mi mente mientras me pierdo en tu mirada.

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Todo ha estado muy tranquilo, lo cual a veces suele hacerme sentir algo incomoda. Dicen que tanta tranquilidad no es buena, porque después viene siempre algo malo. Mi abuela ha estado feliz porque he estado integrándome de a poco a este lugar, donde pase gran parte de mi infancia, una infancia que no recordaba.

En este pequeño pueblo todos son muy amables, y claro, a veces suelen ser un poco entrometidos. La señora Min es amable conmigo, además de que el trabajo que me ha dado es fácil y sencillo, los clientes son buenos también, creo que no tiene comparación con la gran ciudad. El clima era bueno también, y aunque habían más días nublado que soleados, me gustaba tal y como estaba.

─Muy buenos días, ¿Qué va a llevar? ─ digo con una sonrisa a la pareja de ancianos que había entrado al rstauante.

─ ¿Podrías ponernos algo de pasta y pudin? Oh, y na taza de café ─ me dice el señor amablemente.

─Claro, tomen asiento y en un momento les llevaran los platillos ─

─Gracias ─

La pareja de ancianos se va a sentar a una de las mesas, me les quedo mirando. No puedo evitar pensar que mis padres pudieron haber llegado a verse así, sonrió con nostalgia.

La campanilla de la puerta suena de nuevo, me despabilo de mirar a la pareja y miro al nuevo cliente, solo que mi corazón empezó a latir como loco.

─B-buenos días, ¿Qué va a llevar? ─ me odie por no poder hablar con normalidad.

─Lo mismo de siempre, por favor ─ me regala una suave sonrisa.

─En un momento estará ─

─Gracias ─

Y sin más se aleja del mostrador, va y se sienta donde siempre lo hace, es algo extraño, últimamente ha estado viniendo más seguido, puedo verlo , de vez en cuando lo encuentro mirando hacia la ventana, tal vez dirigiendo su mirada al cielo, su rostro se llena de nostalgia y unas ganas horribles me llenan por preguntar la razón.

Él ha estado así estos días, viene, pide su pedida y se queda hasta casi la hora de cierre, ¿no tendrá una vida social? ¿Por qué se queda tanto tiempo aquí? Él realmente despierta toda mi curiosidad.

Pasan los días y sigue haciendo lo mismo, sentado en la silla más alejada del lugar, mirando hacia la ventana o solo jugando con la taza de café que no bebe, cuando me toca limpiar, me he topado con la taza de café completamente llena y fría.

Mi curiosidad puede más, y esta vez no puedo evitar preguntarle a la persona que sabe mucho de este lugar. Ha llegado la hora de cierre y ella está haciendo cuentas en la caja registradora, camino hasta donde esta ella, la verdad es que espero no ser muy entrometida.

─ ¿Sucede algo, Rita? ─ la señora Min levanta la vista, dejando de contar los varios billetes.

─Bueno, vera... es solo que tenía algo de curiosidad por algo ─

─Dime, tal vez pueda ayudarte ─ asiento, sí, yo también creo que pueda ayudarme un poco.

─Bueno, lo que pasa es que hay una persona que viene todos los días y siempre se queda hasta la hora de cierre... ─ digo mientras juego con mis dedos. ─ ¡Pero no me ha molestado en ningún momento! ─ añado rápidamente cuando veo que ella frunce un poco el entrecejo. ─ Es solo que me ha dado algo de curiosidad verlo siempre todos los días, es... ─

─ ¿Sabes quién es? ─ me pregunta.

─No, solo sé que se sienta por allá ─ le señalo el asiento de siempre.

Escucho como suelta una pequeña risilla, volteo a mirarla. ¿Se está burlando de mi acaso?

─Lo siento, es solo que me pareció algo lindo de tu parte, veamos, solo hay una persona que suele sentarse en ese lugar, si, lo conozco, es amigo de mi hijo y suele pasarse seguido por aquí, no te preocupes por él, es un buen chico ─ m sonroje un poco.

─No, yo no dije que fuera malo, es solo... ─

─Tranquila cielo, se lo que querías decir ─ toca con suavidad mis manos. ─ Hemos terminado aquí, puedes irte a descansar, mañana es tu descanso, tómalo con calma ─

─Oh, gracias, entonces le tomare la palabra ─ sonrió, me quito mi delantal y voy y lo dejo en el armario de los empleados, aunque no hay muchas cosas allí.

Agarro mis cosas y me dirijo hacia la salida, pero antes de abrir por completo la puerta, la señora Min me detiene con sus palabras.

─ ¿Sabes? Yoongi esta volviendo de su viaje, pronto estará aquí, así podrán llevarse como en los viejos tiempos ─ una sonrisa brillante se asoma por sus labios.

Asiento, pues no sé qué más decirle, no conozco mucho, por no decir nada, a ese tal Yoongi. No puedo evitar llenarme de nervios, tendré que hacer algo sobre eso.

(...)

─Ah, nada mejor que un baño caliente ─ sonrió.

Seco completamente mi cuerpo y me visto, me pongo la pijama que siempre usaba y me senté en la orilla de la cama, peine mi cabello, tuve que usar un poco la secadora de cabello, si dormía con mi cabello mojado tal vez me resfriaría.

Estaba tan casada, lo bueno era que mañana tendría mi descanso.

Me metí a la cama después de secar mi cabello, casi de inmediato quede dormida...

Todo estaba muy oscuro, pero se podía ver la luna en todo su esplendor, eso era lo único que iluminaba un poco más delante de mí, pero todo lo demás estaba lleno de oscuridad. ¿Dónde estaba? ¿No estaba durmiendo en casa?

Sentía frio en mis pies, al bajar la vista, pude ver mis pies desnudos, moví mis dedos solo para sentirlos más. Estaba parada en tierra húmeda, pequeñas ramitas molestaban un poco.

─ ¡¿Hay alguien?! ─ pregunto a la nada, pero como pensaba, nadie respnde.

¿Dónde rayos estaba?

N ruido a mi costado me hizo girar, pero no podía ver nada. Trate de agudizar mis oídos, mi vista no serviría en estos momentos.

─ ¿Quién está ahí? ─ claro, como si me fuesen a responder.

El ruido se fue haciendo más cercano, eran pisadas, pisadas de algo o alguien grande.

Algo fue saliendo de entre los arboles, era igual de oscuro, pero a pesar de eso, podía distinguir su negrura mejor, era enorme.

Su sombra fue saliendo del bosque de a poco, la luz de la luna lo f iluminando un poco, frente a mi había un gran animal, más específica, un gran lobo azabache.

Mis pies no me obedecían, quería salir corriendo de ahí, pero no podía, estaba paralizada por el miedo. Solo podía suplicar porque este gran animal no me hiciera nada. Pero, ¿esto era un sueño? Tenía que serlo, nunca había visto un animal tan grande como este. Un lobo de este tamaño era imposible que existiera.

El lobo se sentó en sus cuartos traseros y me miró fijamente, esos ojos castaños, tan familiares...

Despierto agitada, esta oscuro, sí, pero puedo reconocer el lugar.

─ ¿Un sueño? ─ me senté en la cama y prendí la luz de mi cuarto, mire la hora, era de madrugada aun.

Nunca había tenido estos sueños, todo fue tan real, podía sentir incluso la humedad de la tierra en mis pies desnudos. Tan real...

La mirada de ese enorme lobo aun seguía n mi memoria, no podía olvidarlo incluso si quisiera, ¿Dónde había visto esos ojos?

Me estaba volviendo loca al querer comparar esos ojos con los de unhumano. 

Plenilunio  [ℐeon ℐungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora