C. 44

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A pesar de que lo que había pasado con Bonhwa había sido recientemente, yo no podía darme el lujo de estar tirada en la cama llorando. Ahora teníamos a un pequeño en casa, que si bien, apenas tenía cinco años, también era demasiado inteligente.

Mas de una vez al día Jungkook me preguntaba sobre mi salud, siempre le contestaba que estaba bien, claro qué, por las noches nunca podía mentirle. Las pesadillas de ese día se repetían tan vívidamente.

Quiera o no, ese hombre había dejado una pequeña marca en mi vida.

─Iré a tirar esto al bote de basura, ¿vas a tirar algo? ─ pregunto a Jungkook, quien está sentado en el sofá, mirando y moviendo algunos papeles.

─Estoy bien, aunque tirar todo esto a la basura se me hace muy tentador ─ me sonríe y yo también hago lo mismo.

Negué suavemente mientras sonreía y caminaba hacia la puerta, MinKy aun dormía, y por eso Jungkook aprovechaba para poder avanzar en su trabajo, así podría dedicarle tiempo de calidad al pequeño.

Cuando abrí la puerta, aun con mi sonrisa, di un paso hacia afuera, pero pegué un grito tan fuerte que estaba segura que todos en Nirvana habían escuchado. La bolsa de basura la dejé caer en el suelo.

Jungkook no tardó en llegar a mi lado.

─ ¿Qué paso? ─ pero no necesite decir nada, con solo señalar lo que estaba ahí fue suficiente─. Maldición ─ mascullo Jungkook mientras me hacía entrar a casa casi a empujones, pues mis pies estaban estáticos.

A partir de ese momento, sentí que algo estaba por cambiar, y no me equivoque. Los días que siguieron fueron extremadamente pesados. Las cosas aprecian ir de mal en peor, algunos avistamientos de animales muertos rodeando Nirvana o incluso en la entrada, pequeños lobos muertos tal y como lo había visto fuera de nuestra casa.

Jungkook había tomado la decisión de aumentar más la seguridad en casa, haciendo que nos quedáramos en casa y si teníamos que salir, él o uno de los chicos nos acompañaba.

Realmente esto me estaba poniendo los nervios de punta. Los días pasaban y las cosas no parecían tranquilizarse, todos estaban en alerta, Jungkook solía salir muy temprano y regresar tarde, pero cuando estaba en casa, él casi no dormía, eso me preocupaba.

─ ¿Qué es lo que está pasando? ─ me preguntó un día MinKy, este hermoso niño de mirada inocente.

─ ¿Por qué lo preguntas? ─ sonreí un poco, agachándome para estar a su altura.

─Los chicos van y vienen de casa, y Jungkook parece cansado y molesto, ¿hice algo malo? ─ ladeo su cabecita y me miro con ojos brillantes.

─No has hecho nada malo cielo, es solo... ─ ¿Cómo podría decirle lo que estaba pasando en realidad? Aunque claro, estaba segura que se enteraría tarde o temprano, era muy listo─. Es solo que parece que alguien malo esta intentando entrar en casa ─

─ ¿Un ladrón? ¿Se quiere llevar mis juguetes? Esos son míos, ustedes me los han regalado─ hizo un puchero adorable.

─Nadie se llevará tus juguetes, por eso los chicos están aquí ─

─Genial, los tíos cuando se convierten en lobos son enormes, así de enormes ─ MinKy levanto ambas manos estirándose, asimilando la estatura de ellos─. Pero nadie la gana Jungkook, él sí que es enorme ─ dice maravillado y orgulloso.

─Lo sé, los he visto, son geniales ─

─ ¿Verdad que sí?, yo también seré así de grande, y también te cuidaré ─ me dice mientras asiente feliz.

─Claro que sí, muchas gracias por cuidarme ─ le digo mientras acaricio su mejilla.

─Así que no te preocupes, yo te cuidaré cuando Jungkook no esté, mira... ─ me dice alejándose de mí y después cerrando sus ojitos.

De un momento a otro su cuerpo cambio, dejando su ropa tirada en el suelo, entre la tela salió un pequeño cachorro de lobo, no llegaba a la estaría de uno de verdad, pero sí que era más grande que un chihuahua. Era adorable, además de que parecía una pequeña bola de pelos de color marrón. Hermoso.

─Eres precioso, MinKy ─ le dije al pequeño cachorro, quien vino hacia mí buscando mimos.

Este pequeño solo estaba buscando animarme, y lo había logrado, tenerlo entre mis brazos de esta manera era reconfortante. Había logrado tranquilizarme.

[...]

─MinKy ya se durmió, necesitas descansar también ─ digo mientras voy entrando a la habitación.

Jungkook esta tumbado en la cama, pero aun con su ropa de calle, sus brazos están detrás de su cabeza y mira hacia el techo con aire distraido.

No obtengo respuesta, por eso solo me subo a la cama y me acomodo a un costado de él, abrazándolo por la cintura y depositando un suave beso en su mejilla.

Escucho como suspira, baja el brazo derecho y me rodea atrayéndome mas a él.

─ ¿Estás bien? ─ pregunto, pero al segundo de haber dicho eso quiero darme un golpe en la cabeza, claro que no estaba bien.

Jungkook no ha dormido bien en estos días, casi no ha estado en casa, tiene muchas preocupaciones, las cuales parecen sumarse más cada vez. Quiero decirle algo que lo ayude, pero no encuentro palabras para poder alentarlo.

─Lamento no estar mucho en casa ─ me dice en voz baja.

─Está bien, no te preocupes ─

─No está bien, si hay alguien merodeando por aquí, lo más seguro para ustedes es que me quede aquí, pero no puedo hacerlo, hay muchos más problemas de lo que había pensado allá afuera, además, parece que Mara está desaparecida, nadie la ha visto ─ dice mientras veo como suelta un gran suspiro y echa la cabeza hacia atrás.

─ ¿La han buscado? ─

─Sí, incluso hemos ido a su casa, pero no hay nadie ─ aunque quería decirle que no se preocupara por ella, aunque quería solo hacerle caso a este sentimiento de celos, sabia que era normal que se preocupara, después de todo era alguien que vivía en Nirvana.

─ Tal vez solo ha salido a despejarse un poco, no la conozco bien, pero, dudo que haya desaparecido, este es su hogar ─

─Tienes razón, eso mismo pensamos, pero también esta la opción en la que alguien pudo secuestrarla ─

─ ¿Por qué dices eso? ─

─Rita, cuando llegamos a casa de la anciana Pia, nos dimos cuenta de algo, aunque todos pensaban de otra manera ─

─ ¿De qué? Jungkook, me estas preocupando ─

Jungkook volteo a verme mientras parecía analizarme, era como si dudara un poco en decirme lo que sea que estaba pensando. Eso solo causaba que me preocupara aun mas.

─Hay una gran probabilidad de que la anciana Pia no haya muerto naturalmente, alguien entro a casa de ella y... ─

─ ¿Estás diciendo que alguien mató a la anciana Pia? ─ dije casi sin aliento, asustada.

─Según los indicios todo lleva a eso, y tener a un asesino dentro de Nirvana es muy peligroso, aun no se si tiene algo que ver con el cachorro de lobo muerto en la puerta de casa, tampoco sé si es el intruso que nos topamos aquella vez, ya no sé nada y eso me está volviendo loco ─

Vi como cerraba sus ojos y con el otro brazo cubría parte de su rostro. Decir que todo estaría bien sería una mentira podrida, además de que parecía que estaba cada vez mas precupado.

Solo pedía que todo esto terminara rápido, no quería ver a Jungkook de esta manera, tan alterado, tan cansado, tan preocupado.

Por favor, que todo esto terminara rápido. 

Plenilunio  [ℐeon ℐungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora