C. 29

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─Esto quedó mejor de lo esperado ─ comentó Jungkook mientras me señalaba un trozo de tocino.

─Es bueno comerlo de vez en cuando, pero no hay que exagerar o una arteria se te tapará ─ sonreí.

─ ¿Ahora eres doctora? ─ sonrió divertido y yo hice lo mismo.

─No, pero es algo que cualquiera sabría ─

─ Bueno, tienes razón ─ Jungkook metió un trozo de tocino a su boca y empezó a masticarlo con gula.

Bueno, podía darme cuenta que él era amante de la carne, esto podría ayudarme en un futuro. Ambos seguimos comiendo con tranquilidad, aunque he de decir que esta misma tranquilidad la deseaba en el orfanato, las cosas con Mara parecían tensarse cada vez más.

─ Ah, por cierto, Rita, ¿recuerdas lo que te comento hace unos días? Sobre salir a una expedición ─ miro a Jungkook mientras tengo algo de comida en mi boca, así que solo asiento, él sigue hablando─. Bueno, es hoy cuando tengo que irme, lamento no habértelo dicho con antelación, es solo que el trabajo parece que se ha acumulado y... ─ termino de digerir mi comida y entonces habló.

─No te preocupes, estaba consciente de que pronto me dirías esto, no te preocupes, ¿por cuánto tiempo te iras? ─

─ Al menos unos cuatro días, trataré de no demorar mucho ─

─ Está bien, estaré bien, además estaré un poco ocupada en el orfanato, los niños quieren hacer una obra de teatro así que estaremos ocupadas haciendo algunos disfraces para ellos ─ sonreí ante la idea.

─Suena buena idea, si necesitas algo puedes pedírselo a Rob, él se quedará aquí para mantenernos informados, los demás chicos necesitan ir conmigo ─

Rob, lo recuerdo un poco, sí, era uno de los lobos que había estado presente en algunas reuniones que había tenido Jungkook aquí en la casa.

─Está bien, pero no creo necesitar algo... ─

─Es solo por si acaso, a pesar de que estas en Nirvana, no quisiera correr riesgos, ya sabes, un lobo preparado vale por dos ─ sonrió divertido.

─ ¿Ese dicho no era diferente? ─

─ ¿De qué hablas? Yo siempre lo he escuchado así ─ se encoge de hombros y sigue comiendo tan contento como habíamos estado desde hace rato. Yo solo rodé los ojos.

Jungkook a veces solía decir palabras que había cambiado, pero eso lo hacía ver algo tierno.

[...]

Veo como Jungkook está dando algunas órdenes a los chicos, los cuales parecían ser una guardia personal o algo así, en total eran siete lobos contando a Jungkook. Todos escuchaban con intención, Rob, el lobo que se quedaría en Nirvana estaba a mi lado, un poco más atrás de mí. Jungkook dejó de hablar con los chicos para después dirigirse a mí.

─ Es hora de partir ─ me dice mientras da un par de pasos hacia mí, quedando frente a frente.

─ Sí, tengan cuidado en el trayecto ─

─Siempre, tú también ten cuidado, no seas temeraria, si necesitas algo puedes pedirle ayuda a Rob ─

─Lo sé, me lo has dicho, no te preocupes ─ sonreí.

Jungkook me miró por unos segundos más antes de acercarse aún más a mí. Levantó ambas manos para ponerlas a cada lado de mi rostro, acercó su rostro al mío para depositar un suave beso en mis labios. Sin dudarlo lo correspondí, tal vez era la primera vez desde que llegamos a Nirvana que nos separábamos más de un día completo, pero entendía que él tenía trabajo por hacer, mantener la seguridad de este lugar que ahora era mi hogar, era algo que no se tomaría a la ligera.

Plenilunio  [ℐeon ℐungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora