C. 26

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Los días habían pasado y yo cada vez me sentía más como un parasito, no hacia la gran cosa en este lugar. No trabajaba, además de que en casa no había nada que pudiera hacer. Hace unos días me di cuenta que una señora se hacía cargo de la limpieza de la casa, Jungkook me había comentado que ella lo hacia todos los días por las tardes o por las noches, tal vez esa era la razón de porque yo tardé en darme cuenta de ello.

He movida mas veces de las necesarias la mesita de noche y acomodado mi ropa más veces de las que normalmente lo haría. Era tanto mi desespero que empezaba a sentirme deprimida.

La lluvia apenas y había parado, desde aquella vez que fuimos hasta donde había unos ancianos para nada amables, tal vez se me había juntado todo, la lluvia, el no hacer nada y el estar lejos de la abuela, claro que había traído consecuencias.

─ ¿Estas ocupado? ─ pregunte cuando baje a la sala, donde Jungkook parecía estar leyendo algunos papeles.

─Para ti, nunca ─ me dice sonriendo. Deja de lado las hojas y palmea un lado de él en el sofá─. ¿Qué pasa? ─

En silencio me siento a un lado como lo había pedido, echo una hojeada rápida a las hojas que se encuentran en la mesita de centro. Hay demasiadas letras en ellas, tanto que me marean y decido apartar la vista de inmediato.

─No pasa nada, es solo... ─ solté un suspiro, la mano de Jungkook se aferró a la mía─. Es solo que me siento mal ─

─ ¿Te sientes enferma? ─ pregunta con preocupación.

─No, estoy bien. Cuando digo que me siento mal, es más bien por el hecho de que no hago nada, me siento como un parasito viviendo a tus costillas ─ hago una mueca.

─No tienes de que preocuparte por eso, no te estoy cobrando nada si es lo que te preocupa ─ sonríe un poco.

─No me refería a eso ─ me levante del sofá y camine rodeando la mesita, lo mire a los ojos─. Jungkook, desde que llegamos aquí yo no he hecho nada, una mujer viene todos los días a lavar cosas que he usado además de arreglar la casa cuando yo estoy viviendo aquí, se supone que yo soy tu pareja, también se supone que yo debería hacer eso, me siento un total parasito ─

Jungkook también se levanta y camina hasta a mí, lo envidio, realmente lo envidio. Esa calma que tiene de tomar las cosas yo misma lo quisiera.

─La verdad nunca pensé que dirías eso, pensé que las cosas del hogar no iban contigo ─ me dice sonriendo mientras me atrae hacia él.

─Y no lo son, pero tampoco soy tan descarada como para vivir de esta forma... y no te burles ─ me queje cuando escuche una risilla proviniendo de él.

─No me estoy burlando, lo siento ─ sus manos suben hasta mis mejillas.

Su rostro esta tan cerca del mío, su nariz juega con la mía en caricias suaves, cierro los ojos por el sentimiento que me recorre por completo. Esa sensación de calidez y esas mariposas revoloteando en mi estomago... no, no son mariposas, son elefantes saltando. Abro los ojos de golpe y me separo de él, se lo que trata de hacer.

─No hagas eso ─

─ ¿Hacer qué? ─

─ ¡Eso! ─ lo señale con el dedo─. Intentas hacer que se me olvide las cosas ─

Él suspira mientras levanta sus manos en son de paz, esa pequeña sonrisa no ha desaparecido de sus labios.

─Realmente no tienes por qué preocuparte por esas cosas, la señora que viene todos los días solo hace su trabajo, se le paga por lo que hace, y si te hace sentir mejor, ella hace esto desde que era pequeño─ extiende su mano hacia mí─. Tus preocupaciones son sin fundamentos ─

Plenilunio  [ℐeon ℐungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora