Ｐｌｅｎｉｌｕｎｉｏ [ℐeon ℐungkook]

C. 55

Jungkook había salido temprano de nuevo, él solía encargarse del trabajo toda la mañana para tratar que por la tarde este libre y darnos su tiempo a nosotros.

─ ¿Qué quieres para la cena? ─ pregunto sonriendo.

─ ¿Puedo escoger yo? ─ pregunta con ilusión MinKy.

─Claro, haré lo que quieras ─ asentí.

─ ¡Pasta de queso! ─ reí por lo entusiasmado que estaba.

─Entonces pasta de queso será ─

MinKy pego un brinquito que hizo que algunas frutas se cayeran al suelo. Nos detuvimos para recogerlas, mientras le decía que no pasaba nada, solo las tenias que lavar muy bien. Al terminar de recogerlas nos levantamos de nuevo y nos dispusimos a caminar de nuevo, solo que una persona se interpuso en nuestro camino.

─Buenas tardes ─ dijo él, con una sonrisa de lado a lado.

─Buenos días ─ conteste yo amablemente.

Si mal no recordaba él era el chico nuevo que había llegado a Nirvana, no había tenido el tiempo de hablar con él antes porque había estado ocupada con MinKy, pero sí que lo había visto un par de veces.

─ ¿Van a casa? ─

─Sí ─

─ ¿Puedo acompañarlos? Se está haciendo tarde, y no es bueno que una señorita tan hermosa como tú ande sola por ahí ─ me quedé atónita, no sabía si reír o fruncir el entrecejo.

─Mamá no necesita que la lleves, yo estoy cuidando de ella, papá nos espera en casa ─ habló MinKy, sorprendiéndome al decirme mamá, y más aun llamando a Jungkook papá.

─Oh, claro que sí hombrecito, la cuidas, pero yo los cuidaré a ambos ─ Alexander sonrió aun mas.

Miré a MinKy, quien fruncia el entrecejo e inflaba sus mejillas.

─No necesitas cuidar de mi mamá, además mi papá es el Alfa de la manada y papá te dijo que no te metieras en más problemas ─ alardeo un poco sobre la posición de Jungkook.

─ ¿Pero que...? ─ alexander se quedo estupefacto por las palabras de MinKy, quería reír por la situación, pero trate de no hacerlo.

─Vamos mamá ─ MinKy jaló un poco de mi brazo para emprender de nuevo el camino hacia casa. Con una sonrisa en mi rostro de satisfacción y casi de burla hacia Alexander, me despedi.

─Adiós ─ asentí un poco para girarme de nuevo y ver el camino hacia casa. Realmente MinKy me había sorprendido hoy, ya quiero contarle a Jungkook un poco de esto.

Mi pequeño y yo dejamos atrás a Alexander, aun a sabiendas que nos miraba.

[...]

Pov. Jungkook.

Camino directo por el pasillo, a cada lado hay varias celdas, algunas vacías y otras con personas que han incumplido un poco la ley pero que pronto saldrán.

YoonGi y Namjoon están siguiéndome un par de pasos atrás. Fue esta mañana cuando decidí no aplazar más este tema, tenía que ponerle un punto final.

Llegamos a la última celda, la más alejada de todos, donde me detuve y miré dentro. Ahí estaba ella, Mara, con cara de enfado y algo sucia también. Ella se levantó del suelo cuando me vio y corrió hacia los barrotes que nos separaban.

─Sabía que vendrías a verme, sabía que nunca me olvidarías ─ ella parecía perder la cordura cada día que pasaba.

─Estoy aquí para hablar sobre tu castigo ─

─ ¿Castigo? ¿Por qué? ─ fruncí el entrecejo.

─Por el intento de homicidio hacia mi hijo y mi pareja, ¿se te hace poco?, además de haber conspirado con un traidor, eso te vuelve una traidora a ti ─

─Yo no hice nada malo, lo que hice lo hice por amor a ti ─ la sonrisa que formo en sus labios era de alguien desquiciado, alguien que tenía las ideas erróneas en su cabeza.

Hice una mueca al escucharla, realmente quería tenerla entre mis manos y estrangularla hasta sentir que perdía la vida, una idea descabellada, pero mi odio hacia ella estaba hirviendo con fuerza dentro de mí.

─Mara, dejarte libre y en exilio sería un peligro para la manada y para cualquier otra ─ empecé diciendo, haciendo caso omiso de sus palabras, ella me miro con enojo─. Contigo tomaremos una decisión extrema, los ancianos del consejo como yo estamos de acuerdo, que tu castigo será la pena de muerte, los cargos son... ─

─ ¡Tienes que estar de broma! ─ grita ella, enfadada e interrumpiéndome ─. ¡¿Morir por culpa de aquella mujer?! ¡Tienes que estar de broma! ─

Yo prosigo hablando, haciendo que se enfadara aun ms y soltara varios gritos.

─Los cargos son los siguientes, atentado de homicidio hacia la pareja e hijo del Alfa, además de conspirar con un traidor, y traición a la manada ─ la acuso.

─ ¡No lo acepto! ¡No lo haré! ─ afirma ella con enojo.

─No importa si lo aceptas o no, la decisión está tomada, en una semana cumplirás con tu castigo ─ digo, y sin más me dio media vuelta para salir de ahí.

─ ¡Ven aquí! ─ grita de nuevo, sus manos salen por entre los barrotes, YoonGi y Namjoon se ponen a la defensiva, pero a los segundos se controlan de nuevo─. ¡Tú y yo no hemos terminado aun! ─

No hago caso a sus palabras, los chicos me siguen por detrás y yo apresuro el paso para salir de ahí. Hace años que habíamos dejado de utilizar la pena de muerte en los lobos y en nuestras personas en general, los dejábamos encerrados o les dábamos el exilio, pero aplicar eso en ella seria aún más peligroso, y eso los ancianos lo habían tenido en cuenta. Por primera vez, todos estábamos de acuerdo.

Dejar a Mara libre sería un peligro par aun futuro, para nosotros, para las demás manadas, para las vidas de todos los que nos rodean. Y no podría cargar con el peso de la culpa si al dejarla libre ella cometía diferentes crímenes, y aunque me incomodaba matar a un miembro de mi manada, sabia que era para un bien mejor.

El día de su condena sería el fin de semana, alejada de Nirvana, donde nadie pudiera presenciar la terrible escena, solo los ancianos, los chicos y yo estaríamos junto a Mara, para darle fin a todo esto.

El tema del viejo Bonhwa había quedado claro también, él había pagado a un guardia para que le llevara una cuerda y así quitarse la vida, habíamos apresado al hombre que lo había ayudado, quien bajo amenazas había cumplido tal mandato. Así que solo decidí darle un par de meses en prisión, y él había aceptado.

Necesitaba regresar a casa y ver a mi familia, tener esa paz que tanto necesitaba ahora mismo.