Una chica que pertenece a la mafia desde que nació, un vacío inexplicable desde la extraña e inesperada muerte de su padre, una búsqueda insaciable de venganza y un maldito amor que le dará vuelta la manera de ver la vida.
Ustedes caminarán sendero...
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-Capítulo 4-
Iba caminando por las tiendas, vi varias cosas que llamaban mi atención. pero me detuve frente a una sucursal de Channel; hay un vestido hermoso largo, todo negro, con un escote bastante pronunciado y una abertura en la pierna que deja verla casi por completo.
Definitivamente ese es el vestido que quiero.
Entré al negocio y saludé a la empleada amablemente -Buenas días, quería saber si es posible probarme el vestido que está en el aparador- dije señalándolo con un sonrisa de boca cerrada.
Ella me dio una mirada de desaprobación e hizo como si me escaneara de arriba abajo -Lo siento, pero tu puedes pagar tal pieza de diseñador acaso?- ¿qué demonios le pasa a ésta chica y quien se cree para tratar a la gente así?
-Disculpa? No es de tu incumbencia si yo puedo pagarlo o no, me parece denigrante tu forma de tratar a los clientes, mi nombre es Hell Gold y soy la hija de....-Me interrumpió rápidamente algo asustada.
-La hija de Arlec Gold- completó mirándome con los ojos abiertos de sobremanera; cualquiera que tuviera influencias sabía quién era mi difunto padre.
-En hora buena! Acertaste cariño- Dije con una sonrisa falsa -Ahora por favor, dame el vestido y déjame probármelo-
Ella solo se dedicó a asentir para ir a quitarle el delicado vestido al maniquí y dármelo con una sonrisa forzada apresuradamente -Gracias, y espero sea la ultima vez que trates a una persona según su clase social, por que la que queda mal eres tú- le guiñe un ojo nada contenta.
Luego de probármelo estaba decidida, no necesitaba buscar más, este vestido era el indicado y me quedaba muy bien, resaltaba mis curvas y el color le quedaba excelente a mi tono de piel.
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Entonces, me acerqué a la caja para pagar.
Me puse a pensar en algo para ponerme en el cuello, como un collar o capaz una gargantilla y recordé que aquí cerca había una joyería Tiffany, probablemente luego iría.
-Bien, lo llevaré- Dije seco, no tenía ganas de soportar más a esta chica tan grosera.
-¿El vestido tiene un costo de ochocientos dólares, está bien?- Preguntó esperando que yo dijera no tener el dinero para comprarlo y solo asentí mientras le entregaba la tarjeta que me había dado mi padre.
Después de un rato, compré una gargantilla de diamantes que tenía una delicada flor en el centro, junto a un par de zapatos de tacón que combinaban bastante con el vestido que había elegido para ponerme en el evento de mi padre.
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Llegué y me tiré en la cama agotada, simplemente me quede mirando a un lugar perdidamente mientras pensaba en muchas cosas y principalmente en como haría para conseguir lo que quería; descubrir que le había ocurrido a mi padre, Arlec Gold.
Mi vida fue aterradora para cualquier persona en realidad, vivo con mi familia, pero no siempre fue así. Cuando era pequeña fui criada por mis padres en mi lugar de origen, Moscú, Rusia, ellos eran parte de la mafia rusa y es así como fui criada para estar en ella.
Cuando tenía 7 años mi madre murió en manos de un asesino serial, y con mi padre quedamos solos.
Desde chica supe manejar todo tipo de armas y fui a un colegio en el que me formaron para poder ser apta a la mafia, y un día en una misión, cuando tenía 12 un enemigo de mi padre logró encontrarme, me capturó y cuando pude escapar me persiguió por las calles durante horas hasta que logré perderlo. Cuando volví a la casa segura en la que vivía con mi padre, para decirle que estaba viva y a salvo, me encontré con que la casa estaba llena de hombres con trajes y estos aseguraron que mi padre había muerto a causa de razones desconocidas y que tendría que comenzar de nuevo en una ciudad de Estados Unidos ubicada en Utah, ya que era peligroso por que la posición se mi padre hacía que fuera un riesgo para mi.
Sin más me subieron a un avión en el que como yo habían otros tres niños refugiados de la mafia.
Al llegar, me asignaron a una familia que era de la mafia y llevaba años trabajando desde aquí.
Ahora con diecisiete años sigo integrada en la mafia, y al cumplir dieciocho podré volver a mi amada Rusia, no solo por extrañarla, si no que necesito saber que demonios pasó con mi padre ese 24 de noviembre de 2011 y por qué se esmeraron tanto en mantenerlo oculto.
________ Y... ya estamos en el capítulo 4 ¿Qué les parece?
