Una chica que pertenece a la mafia desde que nació, un vacío inexplicable desde la extraña e inesperada muerte de su padre, una búsqueda insaciable de venganza y un maldito amor que le dará vuelta la manera de ver la vida.
Ustedes caminarán sendero...
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-Las rosas del infierno son tan rojas que su color se iguala con el de la sangre pura-
-Capítulo 38-
Me removí en la cama y sentí una fuerte presión sobre mi, abrí mis ojos y como lo creía, Hades estaba pasando toda la mitad de su cuerpo sobre mi.
Conocí mi habitación por la noche, cuando subí a cambiarme y pude ducharme luego de todo ese tiempo empapada en sangre.
Dejé de poder dormir y me dediqué a mirar a Hades mientras hacía lo que yo no lograba.
Es tan perfecto, estoy completamente enamorada de todo en él.
Todo lo que hemos pasado pasado en tan poco tiempo de demasiado abrumador para cualquiera y haberlo tenido para mi, me salvó totalmente de hundirme.
-¿Por que siempre haces eso?- Dijo con los ojos aún cerrados y con una voz ronca.
-¿Hacer que?- Pregunté divertida.
-Mirarme mientras duermo ¿sabes que no es normal no?- Reí.
-Es que no me resisto, están tan sereno e inofensivo, no hay rastros de tu típica cara de chico malo- continué riendo y él apretó más mi cintura llevándome lo más que pueda contra él.
-Ya empezaste con tu problema de búho, no?- Dijo el y yo asentí sumida en mis pensamientos observando el techo.
Cuando llega cierta hora de la mañana ya no puedo dormir, se me hace imposible.
Saqué mi móvil de debajo de la almohada y vi la hora, 6:45 am.
-Voy al baño- Le dije para que me soltara y tardó en reaccionar.
Caminé por toda la habitacion bajo la tenue luz de un ananecer increíblemente oscuro; entré al baño e hice mis cosas para luego salir y cambiarme.
Elegí una falda negra, una remera simple blanca y mis botas negras altas de tacón.
Caminé por los pasillos hasta llegar a la escalera y junto a esta me encontré a Bastian.
-Buenos días- Sonreí tímidamente, ese chico era literalmente mi hermano.
-Buenos días- Contestó neutro.
-Sé que es temprano para preguntas, pero creo que no hay nadie que me pueda describir mejor a Lilith que su hijo- Le dije y él puso su brazo cuando comenzamos a bajar por las escaleras para que me sujetara de él.
-Ella es malvada, es un demonio, no saben hacer otra cosa, con Meggan siempre íbamos de pequeños a Idom y siempre nos quemaba- Lo miré asustada -Ella no puede no quemarnos a veces, sus emociones son fuertes y hacen que haga eso, yo también lo tengo- asentí entendiendo.
-Y ¿como es como madre?- Volví a preguntar.
-Sigue siendo un demonio y es muy posesiva, siempre quiere lo mejor para nosotros, pero su mejor para nosotros es muy distinto a lo que quiere un padre normal- Dijo y finalizó su charla al final de las escaleras.
