-Capítulo 43-
Me dejaron sola en el cuarto a oscuras, que por cierto no era más que una habitación vacía con una cadena enganchada a la pared a mi izquierda y ya había pasado una media hora desde que Evan se había ido contento con la noticia de que mi padre se había enterado de mi llegada al castillo de las sombras.
Mi reloj mental me decía que eran alrededor de las siete de la tarde, y no podía hacer mas que pensar en que pasaría si se hicieran las 12 y yo no era entregada a Lilith. Por su lado era bueno saber que tal vez tendría un poco más de libertad, pero ¿a que precio podía pagar esos minutos u horas de más?
De pronto, comencé a escuchar pasos que se acercaban rápidamente a la habitación y por instinto me apegué más a la pared que tenía detrás. Se escuchó fuertemente como se abría la puerta y por esta entró quien creía que era Evan, la falta de iluminación no me permitía ver a mas de un metro de mi, pero la tenue luz del pasillo de algo que parecía ser una antorcha me dejó contemplar la figura flaca y alta que se quedó en silencio dentro del pequeño cuarto junto a mi. Sin titubear demasiado pero sin saber si encontraría mi voz, me dispuse a romper el silencio.-¿Qué quieres de mi Evan?- Hice una pausa, hasta ese momento no había sentido la sequedad de mi boca -¿Qué es lo que hago aquí?- balbuceé en un susurro esto último.
No lo dudó y rápidamente habló -Fácil, tengo dos necesidades muy importantes, o tal vez tres!- se corrigió y de inmediato comenzó a enumerar luego de aclararse la garganta -Uno, quiero molestar a tu padre, todos sabemos lo que sucederá esta noche y quiero impedirlo, dos, si te hago mía, todo el cielo caerá ante la derrota de las sombras y ambos reinos deberán unirse ya que serás reina junto a mi, derrocaré a tu padre y seré dueño de todo lo creado, dueño de su pequeña bebé; y por último pero no menos importante, quiero ver sufrir a Hades quitarle lo más preciado que tiene, no soy estúpido, sé que no están casados- Finalizo riendo mientras se llevó las manos a su máscara.
-¿¡Y Hades por qué!?- pregunté realmente furiosa.
-Oh! olvidé esa parte...- Hizo como si pensara y luego habló -Tu idiota novio es el encargado del inframundo, las sombras no vamos al infierno ni al cielo, si no que ahí y hace años un ángel le quitó la vida a mi madre enviándola hacia allí, y aunque no lo creas, hay formas de traer a las sombras devuelta y una de esas es negociar con Hades- Frenó para dar una muy profunda calada de aire -Y claro! ¿quién no querría ver a su madre una vez más? puedo jurarte, lo intenté todo, estaba dispuesto a darle cualquier cosa, pero él no movió un músculo de su cara ante mis suplicas- Gritó y volvió a hablar pero en un tono más tranquilo -Es por eso que le sacaré lo que más ama, tal y como el hizo- Finalizó eufórico y con una leve respiración entrecortada.
Titubeé ante si responder o no, era una venganza muy extraña y no lograba entender por qué tanto odio a todo, no era que yo no estuviese odiando al universo en ese mismo instante pero me resultaba incomprensible sus grandes intenciones de conseguir lo que quería.
Sin más salió de la habitación dejándome sola nuevamente con mis pensamientos, tengo que salir de aquí, mis manos esposadas comenzaban a molestarme increíblemente.
Fui tonta al no intentar usar mis poderes, no los sentía reprimidos como antes por lo que de un momento a otro contemplé la idea de romper las cadenas, me concentré y fuertemente estas se rompieron tras mi leve pensamiento. Me incorporé de un salto y me dirigí a la gran puerta, primero esperando que esté sin cerrojo y tras mi intento de abrirla llegué a la conclusión de que esta se encontraba bajo llave por lo que me preparé para abrirla mentalmente por uno segundos iba bien cuando de pronto escuché del otro lado a alguien abriéndola, me hice a un lado esperando para atacar y quedé anonadada cuando por esta entró Olivia sin más.
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Mafia Infernal
FantasyUna chica que pertenece a la mafia desde que nació, un vacío inexplicable desde la extraña e inesperada muerte de su padre, una búsqueda insaciable de venganza y un maldito amor que le dará vuelta la manera de ver la vida. Ustedes caminarán sendero...