11 -Lista negra- ✓

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-Capítulo 11-

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-Capítulo 11-

Abrí los ojos tras no sentir más movimiento y me percaté de que estaba pegada como una garrapata a Hades, hacía algo de frío pero él con la simple remera manga corta que tenía, emanaba el mismo calor que siempre. Rápidamente me alejé de él y fue entonces cuando empecé a preguntarme donde estábamos, había plantas, fuentes y algunas pequeñas cascadas, el piso parecía ser de mármol o cuarzo, las paredes con grabados y columnas me hacían referencia a que estábamos en el Olimpo, pero... ¿Por qué Hades nos traería aquí?

Lo miré confundida y en su mirada notaba la misma confusión. Estaba por hablar cuándo una armoniosa voz me interrumpió.

—Hades, Perséfone ha muerto, no entendemos cómo es que esto ha podido suceder, alguien la pudo matar, las dagas infernales están bajo la protección de Zeus y el no mataría a su propia hija, quiero creer— Santo cielo, esta mujer es hermosísima, al lado de ella yo parezco un muppet. Tiene un corto vestido blanco, unas piernas larguísimas y no hablemos de sus ojos, estos son de un tono miel muy lindo. Ella pareció darse cuenta de mi presencia y miró a Hades con curiosidad, por lo que él se apresuró a contestar.

—No entiendo como podrían matarla. ¿Me has traído aquí por esto? Van a hacer una junta...— Dijo lo último Hades más para si mismo.

—Si, es un escándalo, estamos hablando de algo que puede asesinar a los dioses, es un peligro, les recomiendo entrar, esto se va a poner interesante...— Y sin más comenzó a caminar menando sus perfectas caderas, hacía un salón que es completamente de vidrio en el que se alcanzaban a ver otras personas dentro.

—Ella es Afrodita, la diosa del amor y la belleza, probablemente si la mirabas un rato más te enamorabas, suele pasar— dijo dándome una recomendación, que por cierto, me hubiese servido hace unos minutos.

—Ya pasó— dije anonadada por la belleza de esa mujer, tenía que volver a la realidad, había matado a Perséfone, pero como demonios lo hice, no lo sé...

—Empiezo a creer que hay mucho de ti y de tu pasado que no sé, como es posible que evadas mis poderes, mates a una diosa y no tengas algo sobrenatural en tu línea sanguínea, me voy a volver loco— dijo y en verdad me dio risa, parece un niño preocupado, aun no entiendo este giro que dio mi vida en unos días, pasé de estar por iniciar una nueva misión, a estar en el Olimpo y el inframundo, nada está teniendo sentido.

—Hay que tener paciencia, probablemente sea solo una falla técnica en mi— Me quedé observándolo, a veces es raro, no sé, muy frío.

—Deberíamos entrar, vamos— Me cogió de la muñeca y continuó hablando en un susurro —Es muy raro esto, pero déjame hablar a mí, no quiero que te relacionen con su muerte al menos hasta no saber como es que la has matado y si puedes hacerlo con todos los dioses. Si ese es el caso, los dioses querrán tu cabeza y no podremos evitar que te maten—

—No digas podremos, es podré, no tienes por que meterte en esto— dejándolo con la palabra en la boca comencé a caminar, no me detuvo y aunque quería que lo haga, era mejor que no.

Mafia InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora