Una chica que pertenece a la mafia desde que nació, un vacío inexplicable desde la extraña e inesperada muerte de su padre, una búsqueda insaciable de venganza y un maldito amor que le dará vuelta la manera de ver la vida.
Ustedes caminarán sendero...
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-Capítulo 36-
Miré a mi alrededor algo confundida por lo raro que me había sentido pero no le di importancia.
-Padre, si es por los estúpidos poderes, puedes quedártelos, no los necesito- le grité.
-No cariño, no es por los poderes, es por la manera en que fallaste a tu misión- dijo tranquilo y luego volvió a hablar -pero todo mal acto tiene consecuencias...
Chazqueó sus dedos y nos teletransportamos a donde estábamos antes, no vi nada raro hasta que levanté un poco la mirada.
Grité del horror, no lo podía creer.
Sobre un palo en las alturas estaba Marco con una soga alrededor de su cuello; pude ver su cara de miedo, un paso en falso y caería.
-Bájalo, haré lo que sea, por Satanás te lo imploro!- mi padre me miró y sonrío cínico.
-Okey, entonces... Mata a Hades- abrí mis ojos de sobremanera alternando la vista entre Hades y mi padre.
Comencé a negar repetidamente y Arlec levantó sus hombros.
-Entonces no hay más que hacer- sin parpadear empujó a Marco y este comenzó a perder la vida frente a mis ojos en una manera increíblemente dolorosa.
No pude creer lo que veía, mi mejor amigo sin vida.
Un dolor tan horrible como el de mil cuchillos se situaron en mi pecho, lo que me hizo gritar increíblemente fuerte y tirarme al piso.
Saqué mi cuchillo, me abalancé sobre el hombre al que tantas veces llame padre y comencé a enterrar el cuchillo sin piedad sobre su pecho.
Unas doscientas puñaladas en su cuerpo hacían que brotara sangre sin parar, todo mi vestido blanco, manos y cara estaban pintados de un tono carmesí.
Corrí a los brazos de Hades, por segunda vez maté a mi padre, y aunque no sea el mismo, devuelta estaba con él y de nuevo terminaba llenándolo de sangre.
-Sabes que él no puede morir ¿no?- preguntó acariciando mi cabello y asentí.
-Solo quería hacerlo- Me aferré más a él.
-Y está bien, pero ahora sólo vayamos a casa, ya veremos nuevamente a Arlec y las va a pagar- asentí nuevamente y abrí un portal.
-¿Vienes?- Llamé a mi hermano y él se acercó a mi, mientras Hades fue en busca del cuerpo de mi mejor amigo que aún colgaba de la cuerda completamente inerte.
-Me gustaría que Hades y tu pasen la noche en mi casa, sé que no es un buen momento, pero me gustaría que conozcas a mi familia- Me dijo está vez cálido, no serio ni sobrante, me habló como familia.
-Eso me haría muy feliz Luzbel- él sonrío de verdad por primera vez y me sorprendió.
-Desde pequeña me llamaste así, nunca le hiciste caso a lo malo que me rodeaba- Fruncí el ceño.
-No puedo recordarte, creí que hoy era la primera vez que te veía- le dije extrañada.
-Es una larga historia, pero mira- Me tomó de la mano y me dejó ver sus recuerdos.
En el recuerdo estaba yo corriendo detrás de una luciérnaga, recuerdo eso, pero no sabía que el estaba ahí.
Una voz interrumpió mi correr, era mamá diciendo que la cena estaba lista, Luzbel la miró y pude verla, ella era muy parecida a mi, pero sus ojos eran increíblemente celestes, tan claros como el agua.
Se terminó el recuerdo.
-La extraño ¿Sabes? era la única que no pensaba qué yo era un monstruo- Me dijo mi hermano y lo miré triste, yo también la extrañaba -Todo hasta que te conocí, claro, eres igual a ella, vives y hacés que su imagen siga aquí junto a nosotros, por eso padre también tiene algo contra ti, no importa que tan loco era el amor que se tenían y las atrocidades que hacían, él la amaba a su manera y lo sigue haciendo- Fruncí el ceño.
-Matarla es amor!?- pregunté exaltada.
-No para una persona normal, pero para un psicópata a veces sí- negué decepcionada.
-Dejó a dos niños sin su madre y nos dejó sin nuestro hermano o hermana que iba a nacer- le dije dolida.
Él solo se quedó serio y pude ver venir a Hades con el cuerpo de Marco envuelto en una tela blanca, giré por la impresión y me adentré en el portal, no sin antes avisarle a mi amado a donde nos dirigíamos.
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Sé que es un capítulo corto, pero quería separar este doloroso capítulo de los demás...
