-Capítulo 27-
Luego de pasar todo un día en la casa de Hades, sin él, por cierto —ya que tuvo que irse al inframundo— ahora tengo que ir a la escuela a rastras de él, que básicamente me está empujando a la camioneta donde también están sus perfectos hermanos con una cara de diversión al ver como Hades me obliga a entrar en esta.
—Hola Hell— Dijeron a la vez Zeus y Dom quienes se reían.
Literalmente los fulminé con la mirada y dejaron de reírse, al menos en lo alto, por que se seguía escuchando una que otra risita.
Por la ventanilla pude ver nubes espesas y grises amenazando con comenzar a llover fuertemente en cualquier momento y la voz de Dom me sacó de mis pensamientos sobre las lindas nubes oscuras.
—Ya nos anotamos en el equipo, y por poco al entrenador le tienen que arreglar la mandíbula de lo mucho que se le abrió la boca al vernos jugar— Sonrió por contarme su genial historia Dom.
—Eso es una mala idea les dije, pero bueno, nadie me hace caso— Repliqué.
—Es genial, podremos golpear traseros mortales— Respondió Zeus y yo rodé los ojos.
—Zeus— Lo llamé después de un rato y él me miró expectante con sus ojos del color del mar —Tu estás haciendo que haya una tormenta?— pregunté curiosa y el asintió orgulloso.
El camino a la escuela es bastante corto desde el departamento de Hades, pero vinimos en la camioneta por que era muy probable que yo saliera corriendo. No quiero ir a la escuela, no me servirá de nada en la mafia.
Pero mi padre adoptivo siempre me lo dijo, "tienes que aparentar ser normal"
Yo no soy normal.
Hades estacionó el auto y pudimos ver a toda la gente esperando a entrar a la escuela, bajamos y por instinto, no solo viendo la camioneta, si no que a los dioses griegos que bajaban de esta, toda la escuela giró a vernos.
Y digo vernos, por que esta vez también me miran a mí, se deben preguntar que hago yo entre ellos, unen puntos, de donde los conozco se preguntan.
Sin mencionar que la diferencia de altura entre ellos y yo es muy notoria.
Un taconeo resonó por el piso, lo chicos ni se inmutaron hasta no escuchar una voz algo chillona.
—Pero miren eso... la zorra ahora no solo se acuesta con uno si no que con tres— Dijo Karla y todos rieron. Me abalancé sobre ella y enredé su pelo rubio en mis dedos tirando de él, un chillido dejo sus labios, la tiré al suelo y comencé a rebentarle la cara a puñetazos.
Papi te tendrá que pagar otra rinoplastía.
Los dientes... lo siento cariño.
-no vaya a ser que le reventemos el relleno de los labios-
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Mafia Infernal
FantasyUna chica que pertenece a la mafia desde que nació, un vacío inexplicable desde la extraña e inesperada muerte de su padre, una búsqueda insaciable de venganza y un maldito amor que le dará vuelta la manera de ver la vida. Ustedes caminarán sendero...