Una chica que pertenece a la mafia desde que nació, un vacío inexplicable desde la extraña e inesperada muerte de su padre, una búsqueda insaciable de venganza y un maldito amor que le dará vuelta la manera de ver la vida.
Ustedes caminarán sendero...
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-Capítulo 16-
Estaba saliendo del hospital y hace ya un rato Hades me dijo que estaría afuera, cuando llegué a la entrada, en la puerta había un hermoso Lamborghini negro.
mi boca se cayó al suelo, pero más cuando me di cuenta de que el que lo conducía era Hades.
Puta madre que auto...
—¿Que esperas?— dijo Hades, quien no me había dado cuenta, me miraba gracioso —No vayas a babear mi auto— Seguía divertido por haberme visto así.
—Ja ja que gracioso, sabes que podría tener uno de estos si quisiera—
—Pero no lo tienes...— Hizo como si se diera cuenta de algo y yo ya sabía que era, que verguenza —¡No sabes manejar!— Estalló en risas
—Cállate— miré por la ventana avergonzada
—Puedo enseñarte si quieres, cuando estés mejor y vuelvas de tu misión— noté que se tensó y apretó el volante, creo saber que le sucede. Sé ve que no se contuvo por que habló nuevamente —Estás... segura de— no pensaba dejarlo seguir hablando y lo detuve.
—Si, estoy segura, y voy a ir. No digas nada más, no me vas a convencer de que no vaya—
Por el rabillo del ojo lo vi rodar los ojos.
El resto del camino a la casa de mi padre fuimos en silencio, es obvio que el no quería que fuese, y aún no sé por qué, yo puedo hacerlo, soy buena en lo que hago y no sé por que me tiene tanta desconfianza.
Me le quedé mirando por unos minutos, quien diría que el dios de la muerte podría ser tan lindo.
—Hace quince minutos me estas mirando fijamente, a caso tengo un moco?— No pude evitar no sonrojarme, estaba notando que lo miraba, la tierra sería gentil si me tragase ahora y me escupiera en China. —Llegamos— Estacionó frente a la gran mansión que por un tiempo había sido mi casa —Tus cosas que estaban en la casa de Trinidad están en el baúl— Dijo tranquilo y no pude evitar girar el cuello como el exorcista.
—A caso tú...— Hice una pausa para pensar en lo que iba a decir —Viste mis cosas?—
—¿Qué? No, no lo hice—
Pude volver a respirar.
Antes de que me preguntara ¿Vas a bajar? Siendo frío como siempre, hablé de nuevo, había algo que quería preguntarle —El otro día los vi a Trini y a ti discutir, ¿Se conocen?—
Pensó en que iba a responder para decir —Algo así, su padre era amigo mío, cuando él era joven—
—Con eso te refieres... ¿Cuántos años tienes?—
—Dos mil quinientos diecinueve años, y para los mungdannos solo diecinueve—
—Woa, nos llevamos unos 2502 años, eres bastante viejo, que bien... ¿Cómo se conocieron tú y...— fui interrumpida, por que el pasó su cuerpo por encima del mío y abrió mi puerta dejándome sin entender.
Fui al baúl y saque mis cosas para acercarme devuelta a ver a Hades.
—Haces muchas preguntas, ya te traje, ahora adiós— me dejo más confundida y arrancó el auto a todo lo que daba sin que yo haya cerrado la puerta, y está se cerró por el impulso.
Vaya bipolar...
⋆ ⋆ ⋆ ⋆ ⋆
Estuve dos días en mi cuarto bajando a escondidas a buscar comida, no tengo ganas de ver a mi padre y el no me ha hecho dificil el trabajo ya que no lo veo desde que estuve en el hospital.
Le tengo cariño y va seguir siendo como un padre para mí, pero lo que me hizo...
Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, desde ayer a la noche que no como nada y mi estomago me está obligando a ingerir algo.
Capaz son los nervios por la misión que es en dos puñeteros días, o el sentimiento de que todos me ocultan algo...
Va a ser la primera misión en la que voy a usar mis poderes, y no tengo la certeza de como hacerlo, estoy preocupada por eso también, y me serviría tanto tener a Hades aquí para ayudarme, no lo veo desde que me dejó aquí después de el hospital.
Mi padre es solo un demonio cambiaforma y no tiene ninguno de los poderes que yo tengo.
Agarré uvas, jugo de naranja, y unas bolitas de chocolate que me encantan. No quiero comer muy pesado, en un rato voy a ir al gimnacio y no me va a caer muy bien.
—Tienes hambre— Una voz me hizo sobresaltar, y yo asentí aunque no pudiese verme.
Hubo un silencio medio incomodo y fue cuando hablé para romperlo mientras me dirigía al salón para sentarme en unos de los sofás —Ya terminé de instalarme, pero si llego a ver a la Jade me largo, te lo juro— Dije amenazante, esperemos que esta vez me elija sobre cualquier cosa, y más sobre esa rubia a la que le llama esposa.
—Puedo asegurarte de que no volverá, desapareció dejando una nota de que se iba con otro... Y bueno, si quiere volver le cerraré las puertas en las tetas, diría nariz, pero sus tetas están adelante— No pude aguantar la risa antes lo que dijo y comence a reir desenfrenadamente y él me acompañó riéndose también.
—Bueno, te creo— hice una pausa mientras agarraba mi comida en un bandeja —Estaré arriba por un rato, luego voy a ir al gimnasio, si necesitas algo solo llámame— En respuesta solo asintió y comencé el camino a mi cuarto.
Mientras subía las escaleras me puse a cantar una canción de Shawn Mendes, Bad reputation.
Entré a mi habitacion cantando a todo pulmón, cuando encendí la luz con el codo, ahogué un grito de horror y la bandeja se cayó de mis manos, pero antes de que tocara el suelo por impulso la atraje devuelta a mí.
De a poco voy mejorando...
—Casi me dejas sordo—
—¿¡Te preocupa eso y no mi delicado corazón!? Casi me da un caro pardíaco— Le dije mientras le revoleaba una uva —No puedes entrar así a mi cuarto—
—¿Por qué no?— hizo una estúpida sonrisa arrogante
—Qué quieres— le pregunté ya harta de este estúpido jueguito y dejé la bandeja en mi escritorio, mientras sentía la mirada de Hades siguiendo cada uno de mis movimientos.
—Un hada me dijo que necesitabas mi ayuda—
—Un pajarito— susurré
—¿Qué?— Dijo con cara de confusión
—En la tierra se dice, me dijo un pajarito, no un hada— le expliqué
—No, en serio un hada me lo dijo ¿Quién sería tan estúpido de creer que los pajaros hablan?— y un hada sí... ajam.
—Como sea, no necesito tu ayuda— respondí cortante
—Yo creo que sí, podras a haber mejorado pero sigues siendo débil ante el enemigo, no son principiantes Hell, son gente que lleva en lo sobrenatural desde que nació y tiene horas y horas de práctica— hizo una pausa —No sabes hechizos básicos que acompañan tu magia, no podrías esquivar una bala y menos pelear con un hombre lobo o un demonio—
Tenía razón, pero por más que quisiera que me ayude sigo algo confundida con él, pareciera que todo lo que hace es para volverme más loca, me besa y luego me trata como la mierda. Podré no mostras mis sentimientos a la mayoría de las personas pero los tengo y duele que haga cosas así...
—Entiendo, en ese caso si tu estás dispuesto a ayudarme, bienvenido seas— me sonrió abiertamente y yo rodé los ojos.
_________ Capítulo nuevo <3
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