3 -Flores secas- ✓

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-Capítulo 3-

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-Capítulo 3-

-Perras- Dije saludándolos -Hoy a la noche hay una fiesta, creo que es de Airton ¿que opinan?- Ellos se miraron entre sí y me quedaron mirando extrañados hasta que Trini habló.

-Pero si la fiesta es de él, va a estar Karla, no va a ser bueno tenerlas juntas en un mismo lugar, explotaría- Era verdad, no nos llevábamos bien, pero que más da, es una fiesta...

-De todas maneras vayamos, juro comportarme- Estos asintieron no muy convencidos, y empezamos a caminar hacia afuera.

-¿Vieron al chico nuevo? Está ardiente- Preguntó Ariel sonrojándose un poco, el es un chico muy lindo y amable, pelirrojo natural y con algunas pecas repartidas por su cara -Está para chuparse los dedos- dijo subiendo y bajando las cejas en un intento de ser sensual.

-Es un estúpido- le respondí haciendo cara de asco, ambos se sorprendieron y me miraron cono si tuviese tres cabezas -¿Qué?- Pregunté mientras abría el envoltorio de un chicle despreocupada.

-¿¡Ya lo conociste!?- dijo Trinidad abanicandoce falsamente cosa que me hizo reír.

-Sí y es un idiota que va a mi clase de literatura, no se emocionen- dije mirando hacia otro lado.

Acepto que es lindo, pero un neandertal bruto completamente.

-Bueno, los veo hoy a la noche? Pueden venir a prepararse conmigo a casa, estoy segura de que la bruja no va estar- Dije haciendo referencia a la mujer de mi padre y me sirvió para cambiar de tema rápidamente intentando no quedar mal, enserio no quería hablar de ese chico.

-Bien, a las 9 vamos para allá- dijo Ariel rodando disimuladamente los ojos.

Le di un beso sonoro en la mejilla a Trini y empecé a caminar, iba a hacer una parada antes de llegar a casa, por lo que tomé el camino más largo hasta esta.

Toqué la puerta de la casa algo deteriorada en la que estaba, había moho en las escaleras de la entrada y le faltaban cachos de madera.

-y que te importa a vos como esté, solo haz lo tuyo-

me dijo la voz, suena raro pero siempre mantenía conversaciones conmigo misma, nunca fui de tener amigos.

Marco abrió la puerta y lo saludé con un cálido abrazo -Pasa- dijo sonriendo y yo entré, él es un chico muy lindo, morocho con ojos claros, está metido en las mismas mierdas que yo y eso nos hace muy buenos amigos.

-¿Me pediste un frasco, no?- Asentí, y no, no estaba comprando mermelada -Están frescas y no están húmedas, me aseguré, como me dijiste-

-Gracias, ¿cuánto es?- pregunté aunque ya sabía la respuesta.

-Serían 50 dólares, y te agrego unos papelillos- sonreí por su regalo. Marco es un amigo de toda la vida y le tengo cariño, él llegó conmigo cuando me adoptaron, lo recogimos en el avión que venía desde Rusia en España.

Le di doscientos dólares y aunque me costó que los aceptará logré ponerlos en su mano.

-Hasta luego Marco, cuídate, en serio, deja la pelea estúpida esa con los azules, por que vas a terminar bajo tierra y no sé que haría si tengo que verte en una caja de madera- Él solo lanzó una carcada y me dio un abrazo corto pero con mucho cariño; solía molestarme con que parecía su madre.

-Y tú deja de meterte en tantos líos niña tonta- Sonreí y salí de la casa aún contenta por haber visto a Marco aunque sea un pequeño momento.

Cuando llegué a mi casa vi los autos de mi padre y la bruja estancionados haciendo que me ponga alerta y algo de mal humor.
Entré esperando no encontrarme a la bruja, que para mi suerte, ella no apareció en mi campo de visión, por lo que subí las escaleras rápido para ir a la oficina de mi papá, quería saludarlo, casi no lo veía con tantos viajes y trabajos que tenía que hacer.

Toqué dos veces la gran doble puerta y me adentré en la linda oficina, es muy organizada y tiene un aire moderno, todo es blanco.

-Permiso- dije viendo como él tomaba un poco de su trago -Buenos días, hubo una fuga de gas y nos dejaron salir antes, juro que no me escapé- dije rápidamente, tanto que me quedé sin aire y lo miré preocupada por temor a que no me crea.

-Buen día, te creo, llamó la secretaria y me comentó de la salida repentina- suspiré de alivio -Es bueno, por que quería comentarte que mañana por la noche haré una reunión elegante y vendrá mucha gente importante, necesito que te comportes, te daré el dinero que necesites para que compres un vestido y lo que sea necesario- Simplemente asentí y esperé a que me diera una tarjeta de crédito que deslizó por su escritorio y las llaves de uno de sus autos.

-Gracias- dije con una sonrisa -Me comportaré- seguido a eso salí de su oficina, tenía que ir a comprar algunas cosas, sabía que con reunión elegante se refería a que vendrían peces gordos, o sea, narcos, sicarios y personas que venían desde muy lejos por alguna razón que no sabía y probablemente tendría que averiguar por mi cuenta, los asesinos no nos juntamos por nada...

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Gracias por leer, quiero aclarar que los primeros capítulos son bastante cortos pero los demás ya serán más largos.

Amor y cariñito a cualquiera que quiera entrar a mi mundo <3

~Coss~

Mafia InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora