Una chica que pertenece a la mafia desde que nació, un vacío inexplicable desde la extraña e inesperada muerte de su padre, una búsqueda insaciable de venganza y un maldito amor que le dará vuelta la manera de ver la vida.
Ustedes caminarán sendero...
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-Capítulo 26-
Unos meses atrás...
Hades:
—No puedes ir a la tierra por una simple humana Hades, me tienes a mí— Insistió Perséfone con voz dulzona mientras yo rasuraba lo poco de barba que me creció, no le respondí —¡No puedes dejarme sola!— el tono empalagoso desapareció de su voz y gritó.
Caminé hacia el salón de la casa y me senté frente la chimenea.
—¿No planeas responder?— volvió a preguntar enfurecida.
—No tengo por que darte explicaciones, eres de mi propiedad y yo haré lo que se me cante el rábano con los estúpidos humanos— Respondí ya harto.
Esa chica no es una simple humana...
—No me dejarás sola— sonreí por su estúpida afirmación.
—No juegues con fuego Perséfone, o te quemarás— Encendí un cigarrillo —Lo digo en serio, prefieres no tenerme enojado... A menos que quieras que te mande al río de las almas— rodó los ojos y se fue enfadada.
Que estás haciendo Hades... Arriesgar todo por una chica que no conoces.
Bajé a la tierra, mañana empezaré en una escuela privada, donde asiste
⋆ ⋆ ⋆ ⋆
Salí de "inscribirme" o mejor dicho, manipular a la secretaria para meterme, no tengo documentos ni nada, aparecí de la nada y sería extraño.
Caminando afuera, mientras prendí un cigarrillo al mismo tiempo que tocó el timbre que anuncia la entrada, por distraído choqué contra una chica pequeña con cabello oscuro, que acababa de apagar un cigarrillo. Pronto entendí que ella era mi chica, la chica que buscaba.
Pude notar como se tensó pegada a mí, aún con su cabeza gacha y cuando la levantó lentamente temerosa, vi unos preciosos ojos verdes sobre unos cachetes redondos y apretables. Muero por hablarle, quiero hacerlo.
Lo único que se me ocurrió decir salió más insultante de lo que planeaba.
—¿A caso no te fijas por donde vas?— Ups...
Vi de a poco como sus ojos tomaron una mirada de rabia total y frunció sus carnosos labios, para luego responderme.
—¿Perdona? Si el que ha chocado contra mí has sido tú, señor choco a la gente y las culpo— Quise reírme en su cara por su comentario pero me contuve y solo sonreí aún más, supe que esto sería interesante, por lo que comencé a caminar hacia adentro del colegio para terminar papeleos.
Había hecho que se enfade, pero logré que hablara conmigo, en lo único que ella pensaba era en que ojalá no se haya chocado con unas chicas, las cuales desconozco, y en lo bien que me veo. Básicamente babeó por mí, eso es chica, hazlo...
De todas las mujeres te estoy deseando a ti, cariño.
Llegué a la oficina y pasé sin tocar, para luego sentarme en uno de los asientos que estaban contra la pared a esperar por mis cosas.
Estaba muy concentrado en una revista, cuando dos golpecitos en la puerta, me sacaron de mis pensamientos, y la secretaria, tecleando en su ordenador, indicó a la persona del otro lado, que pasara.
Hell, la chica linda de ojos verdes, entró algo distraída a la oficina sin notar mi presencia ni un poco y se quedó observando unos cuadros blancos, tras unos segundos de concentración, se dio vuelta, y me vio. Sonreí por escuchar lo que pensaba, me llamó neandertal por haberla chocado.
Ella me chocó.
Rodó los ojos y se enderezó para hablar con la secretaria
—Hola, buenos días, el viernes pasado mi asistente social me dijo que viniera a hablar con usted por los papeles de transferencia de escuela, mi nombre es Hell Gold— dijo nerviosa, no quería decir eso en voz alta, tiene problemas con que sepan como es su conducta en una escuela de niños ricos, lo entiendo.
La mujer de dedos finos y largos, tecleó algo en su computador, y luego de detrás de ella sacó una carpeta que ojeó; esta estaba desbordando de cosas.
Necesito una copia de ese archivo...
—Vaya historial niña...— Dijo con voz sobrante la secretaria y fue molesto escucharla decir eso, vieja metiche. Me entregó una hoja para firmar.
Hell solo hizo como que no lo escuchó y le dijo un "Gracias" bastante seco, dándome una última mirada antes de salir de la oficina.
—Dame el archivo que le diste a la chica— Dije y ni siquiera protestó tras estar bajo mi completo control. Humanos...
Lo abrí, incendios de escuelas, marihuana, alcohol, vandalismo... reí. Que chica.
Registro Psiquiátrico y Psicológico. Eso si me interesa.
Hell, es una paciente que presenta cambios de humor repentinos, depresión, traumas que tiene con respecto a su padre y madre la atormentan diariamente en pesadillas frecuentes. Cuenta con una muy poca empatía, podría tener un pequeño porcentaje de psicopatía. Lo más notable de su comportamiento y psicología es un trastorno de identidad disociativo el cual fue creado tras algún trauma de su infancia. Ella afirma hablar con alguien que hay en su cabeza, hay veces que la desconecta y Hell queda como una simple expectadora de sí misma. Así mismo, hay personas con el mismo trastorno, que son totalmente dormidas por la otra personalidad y tienden no recordar momentos para protejerse de algún mal.
