Advertencia: Lo siguiente podría contener material que ofenda la sensibilidad de algunas personas. Léalo bajo su propia responsabilidad.
*(reproducir para una mejor experiencia)*
MATEO
Observo a mi madre inconsciente en su habitación. Algunos moretones cubren su cara y un líquido rojo ya cubre en sus mejillas adornan su pálida piel. Como cada mañana limpio los rastros del maltrato del día anterior que mi padre le ha propinado. Huele a ese líquido extraño que mami bebe después de que papá se marcha a trabajar y que lo pone furioso cuando se percata que mamá lo ha ingerido.
-¿Por qué papi te hace eso mami?- le pregunte una mañana después de limpiar su rostro con una toallita húmeda
-Porque me yo me porto mal mi cielo- me respondió.
El sol ya se asoma por la ventana y me detengo a evaluar la gravedad de la golpiza... creo que hoy me tocara cuidar nuevamente a mi hermanita. La miro recostada en su cuna y la tomo entre mis brazos.
Decido entonces que lo mejor será dejar descansar a mi madre antes de tener que enfrentarse una vez más a papá y de tener que escuchar las mismas palabras al azotarse la puerta... "pase lo que pase no salgas de tu cuarto" me ordenaba y después me mandaba directo a mi habitación.
Me distraigo tan solo unos minutos preparando el desayuno, ya que no tengo mucha habilidad decido dejar a mi hermana en la orilla de la piscina, a ella le gusta ver los reflejos del sol por el agua. Desde la cocina puedo escuchar su risita alegre mientras sirvo cereal en un plato.
"Splash" se escucha a lo lejos y las risitas se ven interrumpidas. Camino con cautela hasta la orilla de la piscina y palidezco cuando no encuentro a mi hermana. ¿Dónde está?... es tan solo una niña pequeña y aún no sabe caminar adecuadamente.
Ya en la orilla del agua reconozco el cuerpo inmóvil de ella flotando e inerte. La saco temeroso y la observo por horas tratando en balde de desertarla de su sueño, no sé cómo hacerlo y cada vez está más fría. Mamá me regañara cuando vea que la he dejado demasiado tiempo en la piscina, quizá me dirá que por mi culpa se ha resfriado y es por eso que no ha despertado.
Aquella noche me han dejado encerrado en mi habitación y me han ordenado no salir, "LOS DOS, eso quiere decir que tal vez ya no se peleen más" pensé entusiasmado y mi alegría sería mayor si mi hermanita pudiera despertar pero desde la mañana no lo ha hecho.
Mis abuelitos y mis tíos que rara vez nos visitan han llegado y se han reunido en la sala de mi casa, se escuchan murmullos desde abajo y me siento enfadado pues seguro han hecho una fiesta a la que no he sido invitado y en mi propia casa. Me deslizo con cautela y bajo la mitad de las escaleras escondiéndome de no ser visto. En medio hay una caja pequeña y blanca en la que mi madre no para de observar su interior derramando algunas lágrimas y mi padre inmóvil en un rincón recorre con la mirada perdida la habitación.
Ya han pasado algunas semanas desde lo ocurrido. Mamá casi no habla y está cada vez más apagada que de costumbre. Papá solo viene de vez en cuando a casa y ahora los gritos han cesado pero en su lugar ninguno de los dos me dirige la mirada y apenas cruzan algunas palabras conmigo tan solo para ordenarme... "Mateo vete a tu cuarto", "Mateo cierra la maldita boca", "Mateo lárgate ya de una maldita vez que tengo jaqueca" y cuando pregunto por mi hermanita me dedican miradas acusatorias y se voltean ignorándome.
Los meses ya han pasado y mi mamá cada vez duerme más tiempo y se niega a comer cualquier cosa. Permanece día y noche en su cama y me repele como las polillas. He intentado estar con ella un par de veces pero me ha gritado que me marche y me ha cerrado la puerta en las narices.
Hoy papá ha llegado casa y ha entrado a la habitación de mi madre, lo he intentado acompañar pero me ha hecho a un lado como de costumbre y bufando me he dirigido a mi cuarto. Después de un rato escucho pasos de varias personas en el pasillo, me asomo con cuidado por la rendija de la puerta y observo a dos hombres vestidos de blanco que llevan a mi madre cargando en una cama con ruedas. Me trato de acercar pero mi padre me lo ha impedido y me ha obligado a permanecer en mi habitación.
Ya han pasado días en los que mi mami no regresa a casa pero me han dejado al cuidado de Emmanuel, el mayordomo que acompaña a mi padre a casi todas partes, es buena onda e incluso me ha dejado llamarlo Manu pero extraño a mamá aunque casi nunca me dejara estar cerca de ella.
Hoy he logrado que Manu me dijera dónde está mi mami, dijo que la han llevado a un hospital muy grande porque se enfermó de la cabeza y necesita a gente que la cuide. También he preguntado por mi hermanita, me ha dicho que ahora ya no está aquí porque le han salido alas y se ha ido volando por la ventana pero ella me observa desde el cielo.
Los adultos son muy raros, por ejemplo cuando mamá estaba en casa prefería tomar varios litros de esa botella amarilla que Manu nunca me dejaría probar. Hoy he sido rebelde y he robado un poco pero me ha resultado amargo y con un olor penetrante que me ha dejado mareado... no cabe duda que los adultos se complican la vida.
NOTA DEL AUTOR: Decidí escribir este capítulo especial para profundizar un poco en el pasado de nuestro villano principal, prometo subir muy pronto un episodio normal pero me era necesario dar a conocer las razones de la manera de actuar de Mateo ya que en los próximos capítulos tomara bastante relevancia.
PD: Este capítulo fue escrito con mucho respeto y estoy consciente de la gravedad del tema que se trata esperando no ofender la sensibilidad de nadie.
Hastala próxima actualización lectores.
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TE AMO: Con todos los colores
FanfictionAristotéles y Temo llegan a Ciudad de México con el propósito se crecer juntos y ayudarse mutuamente aunque tendran que pasar una serie de aventuras para amarse.