Capítulo 36: La oscuridad

247 19 1
                                    

NARRADOR

-¡Eres un imbécil! ¡Solo tenías un trabajo! ¿Acaso era tan complicado cumplir con lo que te pedí?- Mateo cerraba los puños con furia reprimiendo el impulso de golpear lo primero que tuviera enfrente

-No es mi culpa, esa rubia se atravesó en mi camino- se excusó su cómplice que veía con temor la ira de Mateo que iba cada vez más en aumento

-¿Y a mí de que me sirve eso?... porque por si no te habías dado cuenta es contra ese estúpido de Córcega por el que estamos haciendo todo esto. ¿Ya olvidaste por qué estás aquí o te lo recuerdo? ¿Ya olvidaste que por el y sus amigos ahora estas solo?

-Yo no estoy solo

-Ay por favor, media universidad sabe que Córcega y sus amigos intervinieron para que Beatriz te dejara por el mequetrefe de Gustavo Mora. Si me lo preguntas es humillante que un tarado como ese te haya ganado- Mateo sabia donde picar para provocar la ira de su cómplice lo cual parecía estar funcionando pero esta vez el chico tenía un as bajo la manga

-Tú prometiste ayudarme a deshacerme de Mora ¿Ya lo olvidaste?

-No, claro que no lo he olvidado, pero seamos sinceros ¿Qué tan complicado seria deshacernos de un teto como él?

-Yo solo digo que me prometiste algo y como amigo soy bueno pero no me quieres como tu enemigo Mateo, no lo quieres- dijo el rubio con decisión

-¿Me estas amenazando?

-Te estoy advirtiendo Mateo, solo eso- los ojos azules del chico se habían opacado por sus pupilas y li miraba furioso mientras caminaba con cautela hacia la salida de la fría habitación de Mateo Alcaran

TEMO

Los pasos intranquilos del señor Rey golpeteaban el piso de madera del apartamento. Su ceño fruncido no hacía más que confirmarme que mi propuesta le había hecho cuestionarse su decisión de llevarse a mi Valentina con él a Oaxaca. Mi papá al igual que yo solo observaba los movimientos de don Neto

El silencio aparente de la habitación comenzaba a exaspérame en conjunto con los movimientos intranquilos del padre de Yolo por lo que decidí que era hora de hacer algo de presión

-Mire, yo sé que Valentina es su nieta y entiendo que tal vez le cueste aceptarlo pero se lo puedo prometer, la misma Yolo me pidió que me hiciera cargo de Vale- me miró aún más confundido que antes

-No lo sé Cuauhtémoc, no solo es porque sea mi nieta ¿Estas consiente de la gran responsabilidad que es tener un hijo a tu edad?

-En eso tiene razón el Neto hijo, un niño y más a la edad de Valentina es una responsabilidad requeté grande- dijo Papancho que hasta ahora se había mantenido lo más neutral posible

-Yo estoy consciente de eso, yo he visto a esa niña desde el día en que nació y la he cuidado desde entonces

-Estoy convencido de que es así y te lo agradezco infinitamente, ayudaste mucho a mi hija por eso no dudo de la veracidad de tus palabras al decir que ella misma fue quien te encomendó el cuidar de Vale, pero no lo sé, creo que ya tienes suficientes preocupaciones con Aristóteles que seguro necesitara mucho de tu apoyo

-De eso no se preocupe don Ernesto, Ari y Temo me tienen a mí para apoyarlos- interrumpió Diego entrando en el cuarto- Lo siento si los interrumpí pero de cualquier forma esa niña es mi sobrina y me corresponde este tema al igual que ustedes

-Chicos, me parece de verdad noble que quieran cuidar de ella pero entiéndanme, son aun tan jóvenes para tener que asumir el rol de padres

-Creo que tiene razón en dudar Neto pero si de algo estoy seguro es que así como se ven de chamacos son unos hombres muy responsables y amor pos ora sí que no le va a faltar a la Vale- opinó mi padre

TE AMO: Con todos los coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora