TE AMO: Con todos los colores

Capítulo 1: Adiós Oaxaca

Temo

Contemplaba por última vez el edificio concega, observe por última vez el que alguna vez fue el departamento de mi familia con suerte, donde había pasado grandes aventuras junto a papancho y las calcomanías. Era increíble que hacia muy poco tiempo había llegado a Oaxaca huyendo de un triste pasado y ahora estaba a punto de irme para hacer una nueva vida junto a la persona más importante de mi vida.

-Mijo ya tenemos que irnos, el vuelo sale en 2 horas- dijo papancho que me observaba con nostalgia. Me dolía dejarlo, lo extrañaría demasiado, fue mi soporte y mi apoyo durante toda mi vida y ahora tenía que marcharme.

-Papá, ¿sabes que te extrañaré muchisimo?- No quería pero era imposible reprimir las lágrimas, esto era nuevo para mi.

-Mi Temo, siempre serás mi orgullo hijo, sin importar dónde te encuentres siempre podrás contar conmigo, eres noble y valiente como tu madre que te cuida desde allá arriba con papá Diosito- ahora el también lloraba, me abrazó a pesar de que en estos días lo había hecho ya no me acostumbraba a saber que no podría verlo todos los días como antes.

Aristóteles

-Hijo ¿ya empacaste todo? Por que mira que si se te olvida algo va a estar en chino que te lo mande hasta allá- dijo mi mamá por vigésima vez en la semana.

-Si mamá, ya empaque todo- mi respuesta ya era parte de la rutina a partir de que llegamos de la playa.

-¿Seguro?, ¿Ya empacaste tu cepillo de dientes?

-Ya

-¿tu pijama?

-Ya

-¿Tu...?

-Mamá, estoy bien, lo prometo- dije con algo de irritación

-Ay mi Aris, ¿Cómo es que creciste tan rápido? Siento que fue ayer cuando te cargaba en brazos y te cambiaba los pañales- sus lágrimas empezaron a caer. La extrañaría demasiado, sus consejos y su compañía. La abracé con fuerza y supe que me sería difícil sobrevivir mi día a día sin un abrazo suyo de vez en cuando.

-Mamá, gracias por todo, por apoyarme y estar al pie del cañón y no soltarme cuando nadie me comprendía. Tu me aceptaste.

-Siempre lo voy a hacer hijo, mi orgullo siempre serás tú, me enseñaste a ser valiente e independiente. Te voy a extrañar mucho pero se que tienes que volar con tus propias alas y me quedo tranquila por que te iras con la persona que amas- sonreí, la sola idea de hacer una vida junto a Temo apartaba de mi cualquier miedo o duda sobre la decisión de irme a la ciudad.

Temo

Llegamos después de un rato de despedirnos de los Córcega. Al final sólo fue papancho, las calcomanías y Susana. Aristoteles llegaría luego con Audifaz y Polita.

Estaba muriendo de estrés, el avión salía en media hora y Aristóteles no llegaba. Ya estaba colapsando cuando vi por la puerta como se asomaba un cabello rizado y castaño que yo ya conocía bien. Mi corazón se aceleró y me sudaron las manos. ¿Cómo era posible que después de tanto tiempo siguiera sintiendo las mismas mariposas en el estómago cuando lo veía llegar?

-Ya llegue, siento la demora, tenía que pasar a hacer algo importante- dijo Aris agitado, se notaba que había corrido bastante

-¿Y qué era eso tan importante que tenías que hacer?- dije fingiendo hacer pucherito

-Es algo que no te puedo responder Cuauhtémoc López de Córcega- Me sonrojé. Sin importar lo que hiciera bastaba con mirarme a los ojos con esa cara de borreguito para hacerme olvidar la cordura