Emma entró en pánico. No un ataque de pánico propiamente dicho, digamos que su corazón bombeó a un ritmo anormal, su sistema de alerta se conectó, y ella se colocó al revés un suéter abierto de color amarillo. Corrió a toda máquina hasta la compuerta, pero llegó tarde. Vivian estaba inspeccionando el cuadro de la entrada. Claro que Emma se arrepintió de haberle dicho su dirección, pero nunca pensó que pagaría un taxi para ir hasta ella, ni siquiera lo tomó como posibilidad porque Vivian ahorraba para comprar hierba. No hacía gastos innecesarios como el que acababa de hacer, fastidiándole el mediodía a Emma.
—¿Cómo subiste? —preguntó.
—Ah, ahí estás. El gordito de la entrada me dejó pasar.
Vivian giró. Y Emma no entendió cómo fue que Archie la dejó pasar tan libremente, además de no conocerla como amiga de Emma, Vivian tenía una pinta desagradable. El cabello grasiento, recogido con descuido; un top negro que iba por encima de su ombligo perforado, la perforación tenía una hoja verde de marihuana, y era posible verle las nalgas con ese short negro; sus botas estaban gastadas. No hay que juzgar por las apariencias, pero su amiga se veía como la clase de persona que te asalta en un callejón oscuro y sin salida. También tenía el cutis brilloso y puntos de acné rojizo en la barbilla. ¿Al menos se había bañado?, ¿mojado la cara con agua potable?
No era común verla tan descuidada. Era señal de una loca madrugada.
—No tenías que subir —presionó el botón para irse de inmediato.
—Tienes tu suéter al revés, muñeca. Estoy guau, impresionada porque nunca imaginé que intensificas tu papel de muñeca de plástico en la ciudad. Ese vestidito con florecitas me da náuseas, pero sí que combina con el resto de esta casa de muñecas. —Vivian miró a su alrededor, también por encima de la cabeza de Emma.
Emma vio con impaciencia el ascensor.
Fue entonces que todo empeoró. Ocurrió aquello que Emma había temido desde el principio. Su papá, sudoroso y en ropa de gimnasia, ingresó desde el balcón en dirección a la cocina. Se congeló con el pico de la botella de agua en su boca. Las miró de reojo. Pensó en una sola cosa: su linda florecita estaba comprando crack.
—¡Señor Miller! —habló Vivian con un tono de voz reverencial.
Lo admitió. Le gustaba la idea de una aventura prohibida con el papá de su amiga. Ocho palabras: El papá de Emma debía coger demasiado bien. No tenía un cuerpo escultural, pero sí la cara de un papi.
—Pa, ella es Vi. Almorzaremos. —Emma la empujó dentro del ascensor que acababa de abrirse.
—Florecita, necesito decirte algo antes —bebió del agua, apuntando hacia atrás con su pulgar.
Emma tragó saliva con temor, siguiéndolo.
Sabía que él no iba a pasar por alto la clase de amiga que ella tenía.
ESTÁS LEYENDO
El Novio De Emma© #2
RomanceAceptar que eran almas gemelas no fue sencillo, y tú ya conoces la historia. Libro #1 Al Estilo Emma Libro #2 El Novio De Emma Año de primera publicación: 2019 Año de edición: 2020 - 2021 ¡Esto es un borrador! Así que puede contener errores. No soy...