El Novio De Emma© #2

52: Walton, Walton

Sobre las aguas cristalinas del mar caribe, en un yate blanco, sonaba música del género dancehall. En la proa, rodeados de otras embarcaciones lujosas, Jordan encendió el primer porro del viaje, mientras Alan lo miraba expectante, como un niño con la boca aguada al ver dulces en manos de un adulto. Estaban sentados en el suelo, en shorts de baño, sin camiseta. Colin miró, a través de sus lentes de sol de cristales marrones, cómo sus amigos compartían el mismo porro. Por el momento no tenía pensado drogarse. Le gustaba el sabor de la cerveza jamaiquina. En todo caso, podía alcoholizarse. Acomodó su gorra negra de los Yankees y le dio un sorbo a su botella, al mismo tiempo en que Eugene fumaba el puro.

—Debo confesar algo. —Alan alzó su mano. Esa tarde su torso blanco estaba enrojecido. Eugene ya le había llamado camarón. De esa manera se notaba la ausencia de Colin. El Colin presente le hubiese dicho que se pusiera mejor el protector solar.

—Siento que no valdrá la pena escucharlo —le respondió Eugene, recostándose hacia atrás sobre sus codos, después de haberle pasado el porro a Jordan.

—Espera a que me sienta drogado, Al. —Jordan se rio.

—Estuve hablando con una chica nueva —les contó Alan.

—¿Y eso qué tiene de confesión? —preguntó Eugene.

—Esa chica es Marina Hamilton —soltó de una vez.

Jordan, quien le estaba pasando el porro, echó la droga al suelo por la impresión.

—¡Sálvenlo! —Alan recogió el puro.

—Marina tiene dieciséis. Eres un demente, Alan. —Colin sintió muchas ganas de darle una paliza. Marina apenas era dos años mayor que sus hermanas, y era menor de edad. No le sorprendía la locura de su amigo, le sorprendía que a Marina le gustara su amigo, su amigo pobre.

—No la he tocado. Cálmate —gruñó.

Jordan estalló en risa. ¿Qué demonios hacía Alan saliendo con una menor de edad multimillonaria?

—Siento que esta conversación es ilegal —murmuró Eugene, como si no quisiera que un agente encubierto lo escuchara.

—¡Que no la he tocado! Calma tus huevos de gallina, Eugene —comenzó a reír de los huevos de gallina de Eugene—. La busqué en Instagram, la seguí, me habló, nos vimos una vez, después no respondió más. Me sentí usado —admitió, pero sin sacarse lo cómico de encima.

—Fuiste usado. —Una parte de las emociones de Colin estaban anestesiadas por su propio dolor. En ese momento no sintió empatía por cómo pudo haberse sentido Alan realmente—. Tiene una familia con demasiados problemas. Su papá está mal enfermo, ahora está internado en un centro de rehabilitación; y su mamá debe darle poca atención, es que tiene seis hijos, un marido enfermo y un imperio multimillonario que atender. De seguro Marina te usó para que su mamá le dé atención. Eres el tipo de muchacho que una madre rica califica como el sin futuro que quiere embarazar a su hija. Las adolescentes hacen esas cosas para llamar la atención de sus padres.