Es 30 de Diciembre, como todos los años cocino para año nuevo y lo seguiré asiendo porque me gusta cocinar y compartirlo con mi familia, tengo que pensar que haré.
Será romeritos con tortitas de camarón ó ¿un pavo relleno? No quiero pensarlo mucho y escojo hacer el pavo, porque su carne es deliciosa y nutritiva, aunque si me va a llevar demasiado tiempo porque tengo que comprar al guajolote.
Por la mañana del día 31 de Diciembre. Me levanto y alisto para ir a comprar el guajolote en los criaderos, agarró las bolsas del mandado y salgo de la casa sin hacer ruido quiero que todos duerman un poco más. En la parada tomo el camión y me subo, no hay lugares desocupados por eso muy bien me agarro de la barandilla, entonces una amable persona me dió su asiento, con gusto acepte y agradecí; me quedé viendo la ventana para que no se me pasará donde iba a bajar.En menos de veinte minutos llegué; a mi alrededor hay mucha gente es de esperarse por ser día festivo, voy al puesto donde siempre compro, pensé que pasaría rápido pero permanezco formada poco más de hora y media. Cuando por fin es mi turno, escojo a un guajolote de tamaño mediano, lo compro y voy a otro mercadito de ahí cerca para comprar lo que falta. Como ya tengo todo me voy a casa.
Bajo del camión con dificultad me cuesta caminar, más aún porque se menea de un lado a otro el animal, con el sudor en mi frente y mi cara colorada por fin llegué a casa, ahora viene el trabajo más difícil ¡¡matar al guajolote!!
—Lo cocinaré correctamente para que el guajolote sufra lo menos posible —hablo en voz alta. En mi mente estoy marcando el trayecto de lo que voy hacer primero, por lo tanto mis ojos están muy atentos.
Estaba muy concentrada, y de pronto interrumpen mis hijos, ¿por qué en esté momento, tienen que venir a la cocina? Al ver al animal lo empiezan acariciar.
—¡Vayánse de aquí! No es una mascota, salgan afuera a jugar —mando con autoridad y se salen.
Mis hijos no saben que va hacer nuestra cena, ni pensar en decirles capaz que se ponen a llorar. Agarro confuerza al guajolote, ato sus pies con un cordón lo cuelgo y luego agarro su cabeza, respiro hondo y remuevo la cabeza mientras espero a que muera, volteo sin querer hacia abajo y me percato que mi hija Lupita está abajo de la mesa, se frota los ojos para ver si está viendo bien, queda atónita mira y remira; se dice que las personas que tienen una mirada fuerte o pesada no pueden mirar a los guajolotes, porque no pueden morir, y ahora lo creo, no muere en esté momento.
—¡Lupita porque no estás afuera jugando! —exclamo alzando la voz.
Se sale corriendo desesperada, ¡cómo no! Si nunca había visto lo que estoy haciendo. Voy tras de ella y le explico con tacto para que no se espante, ella lo entiende aunque no está del todo convencida que lo mate, después que se relajó se fue a jugar.
De regreso observo que ya está muerto el guajolote más fácil para mí, de inmediato lo sumerjo en agua bien caliente durante 45 segundos, así me aseguro que no este vivo, posteriormente agarró un trapo para quitarle las plumas, y procedo a flamear el cuerpo entero para chamuscar las filoplumas acto seguido le quito sus órganos, lo lavo hasta dejarlo muy limpio, a continuación: hidrato el pavo con leche de frasco mezclada con consomé de pollo en polvo, en seguida froto con mantequilla y más consomé.
Dejo de un lado el pavo, y comienzo a preparar el relleno para eso necesitaré: carne molida de res y de puerco, fruta seca, almendras, nueces, pasas, tocino, cebolla, aceitunas y especias, apio, ajo y media taza de vino tinto.
La preparación me toma media hora. Y lo introduzco al pavo, más adelante lo cubro en aluminio y lo pongo en una charola para hornearlo. Como pesa tres kilos voy a tener que esperar seis horas y media para que esté listo, mientras tanto preparo un rico espagueti con crema, más me tardo en encontrar los ingredientes que ya está listo. Ahora es tiempo de darme una ducha para estar presentable en nuestra cena, cuando acabo de bañarme, enseguida Alberto se baña y más adelante cada uno de mis hijos.
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Secretos del alma
Dla nastolatkówSusana es una niña que no disfruto de su infancia como muchos niños ya que trabajaba haciendo limpieza en casas con tan solo 15 años para mantener a sus dos hermanos menores ya que sus padres siempre se concentraban en sus problemas, nunca imaginó q...