Después de parar de llorar Lupita empieza a reprocharme.
—¡Por qué mamá en un psiquiátrico! Si él no está mal de sus facultades. —Todos mis hijos me miran con los ojos muy abiertos esperando respuesta.
—No te voy a contestar, yo como su madre sé el porqué, a lo mejor no me entienden pero cuando tengan hijos cada uno de ustedes entenderán ¡vayan todos al cuarto! —ordeno alzando la voz. Miro de reojo que mi esposo se sienta en la silla del comedor, tiene un semblante bastante enojado y no es para menos. Voy hacia él.—¡Por qué Susana en ese lugar! ¡otra vez no me consultastes! —habla en un tono alto.
—La desesperación y la angustia hizo que fuera a ese lugar, nuestro hijo no entiende ¡uno le dice que deje de tomar! Pero le entra por un oído y le sale por el otro. ¡Solo ve! Hasta donde a llegado con su vicio, te pido que me perdones por no decirte fue algo repentino —lo digo con franqueza, no me estoy excusando solo quiero que me comprenda.
—Pero entiende que ese lugar no es para personas con problemas del alcoholismo, son para personas con desorden mental —lo dice con énfasis.
—Estoy de acuerdo en lo que dices, pero el doctor me dijo que el estar encerrado por un tiempo hará que reflexione en lo que ha hecho, también comentó que le dará un medicamento para tranquilizarlo de está manera no se escapará —explico con temple para que mi esposo este tranquilo.
—Espero que si lo ayuden, aunque he escuchado que esos lugares los maltratan —dice con preocupación.
—Descuida son solo rumores, los doctores lo tratarán bien ¡lo prometieron!
—Uno nunca sabe, y ¿cuándo lo podemos ver? —pregunta porque ya le urge verlo.
—En un mes —digo entre dientes como para que no oiga y se alarme.
—Eso es mucho tiempo, eso sí te advierto que cuando lo visitemos y vea algún rasgo de maltrato lo sacaré de psiquiátrico —hace gestos expresivos de enfado.
—Esta bien Alberto. —Ya no digo más para no contradecirlo.Mientras tanto en el hospital...
Todas esas personas caminan sin rumbo, como zombies yo no quiero quedar así —menciono con temor—. ¡Cómo pudo internarme en este feo lugar mi madre! No se lo voy a perdonar. Aunque creo que ya estaba harta de mí por llegar a casa borracho constantemente, y tenía que buscarme en las calles porque a veces me quedaba a dormir en el pavimento, ¡yo me lo busque! ¡por qué no le hice caso a papá de estudiar! Juro que cuando salga nunca volveré a probar ni una gota de alcohol, espero que mi familia no se olvide de mí, ohh... vienen hacia mí un hombre moreno, de cejas y bigote poblados me imagino que ha de ser el doctor por su bata blanca.
—¡Vámonos muchacho! —indica haciendo gestos para que lo siga, su voz es grave imponente. Voy de tras caminando con temor, es un un largo y oscuro pasillo, no hay color que de armonía al lugar, pasamos por varias habitaciones se escuchaban gritos de terror de los que están internados, unos lloraban, reían, golpeaban las puertas más parecía un zoológico, ese ruido me alteró y trage saliva por el nervio, toda la piel se me enchino como nunca antes en la vida, en mi corazón sentía unas punzadas de temor y se me atenazo en el estómago no sé que me espera. Despacio subimos por unas escaleras parece que no tiene fin, luego a mano derecha se encuentra una puerta, ahí nos detuvimos, él abre la puerta con una de las muchas llaves que tiene sobre sus manos y entramos; observó que es un cuarto pequeño y en el centro hay una cama pequeña de metal oxidada.
—Quítate esa ropa y ponte esa túnica, al rato viene una enfermera para darte un medicamento. —Se marcha.
—Mientras tanto me quito la ropa tembloroso hasta quedar desnudo, después me pongo esa cosa blanca parece un camisón no sé porque me van a medicar si no estoy enfermo —resopló de la desesperación—. Está habitación de cuatro paredes es muy pequeña no se puede hacer nada, ni siquiera hay una ventana para que entre la luz del sol, no voy a saber si es de día o de noche —me siento en la cama, al momento escucho la cerradura de la puerta. Entra una enfermera.
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Secretos del alma
Fiksi RemajaSusana es una niña que no disfruto de su infancia como muchos niños ya que trabajaba haciendo limpieza en casas con tan solo 15 años para mantener a sus dos hermanos menores ya que sus padres siempre se concentraban en sus problemas, nunca imaginó q...