Capítulo treinta y tres

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   Se ruboriza mordiéndose las uñas eso es porque algo le preocupa, sus pupilas están cargadas de miedo—. Dime que pasa, sé que hay algo que me quieres decir cuéntame desde el principio para eso tómate tú tiempo antes de hablar. —Espero hasta que ella diga algo.
—Es que estoy embarazada —decide romper el silencio, y evita mirarme directamente por la vergüenza, de inmediato su padre llega y nosotras guardamos silencio.
—¡Porque tan calladas! Sigan hablando, saben tuve el atrevimiento de escuchar desde afuera de la puerta lo que decían, así que no hay nada que esconder. —Se sienta a lado de Lupita para que explicara lo sucedido.
—Como ustedes ya saben andaba con Ricardo, salimos bastante tiempo y no lo voy a negar me trataba muy bien pero cuando le dije que estaba embarazada, él me da la opción de abortar hasta me dió bastante dinero en las manos para que fuera de inmediato al sitio dónde hacen el degrado, solo así seguiría nuestra relación posteriormente me confesó que tiene una familia, eso me dolió porque no quería ser la amante de inmediato le avente en su cara el dinero y le expresé que tendría a mi bebé y que no me importaba más la relación y por último le remarque con mis palabras que se olvidara de mí para siempre —confiesa sin tampujos lo sucedido.
  Por sus expresiones se ve que su corazón se le encoje y oprime porque lo quería mucho, se desilusionó tanto que pensaba que era su príncipe pero sin corona, la realidad la llevó a darse cuenta que no todo es bonito como lo pintan como un chocolate con bonita envoltura a la vista algo que desear pero al probarlo con un sabor tan amargo.

  Escuchar las palabras que salen de la boca de mi hija, me dí cuenta que si hubiera estado comiendo, me estaría atragantado sinceramente ya no quiero escuchar más porque me tenso y hago corajes, sin embargo su padre da un grito al cielo diciendo
—. ¡Te lo dije mil veces! Qué ese tipo no te convenía, pero no me hiciste caso nada más porque te trataba bien y por los lujos que recibiste, solo tenía la pinta de buen hombre pero tú madre la alcahueta te solapo por eso quiero que te larges de la casa ya no eres bienvenida, haces lo que tú quieras pues afuera lo vas hacer ¡no aquí! —alza la voz de forma enérgica apenas tiene un segundo para recobrar el aliento y seguir diciendo—. Pero ya vete toma tus cosas ¡ahora! —Pasa sus manos por su cabello frustrado.
—No, por favor perdóname papasito por no escuchar soy una estúpida, pero voy a tener a mi hijo de eso no me arrepiento por favor no me corras ¿a dónde voy a ir?
—No me interesa —lo dice muy decidido. Nunca lo había visto así a lo mejor porque era la más pequeña y la consentida y esperaba algo mejor para ella.
—Hey, tranquilo —hago gestos con las manos para que se calme después añado—. Ella no va a ir a ningún lugar, si se va ella yo me voy —me interpongo sacándo las garras como un leona que cuida a sus crias.
—Papá por favor perdóname  —expresa nuevamente, pero está vez derramando lágrimas. Entiendo que para ella a de ser duro haber descubierto que tenía otra familia, más aún criar sin un padre a su hijo y otro tantito su padre la quiere correr, pero eso no va a ser falta porque yo la voy a apoyar, aunque es verdad me hubiera gustado ver a mi hija que se casará de blanco para que no estuviera pasando por está situación.
—Lo sé, les falle no he sido una buena hija hasta soy un mal ejemplo. —Se lamenta con lágrimas en los ojos, la tranquilizo abrazándola y le deposito un beso sobre su cabeza con ternura como diciendo que todo va estar bien, mi esposo suelta un resoplido con enojo y a la vez siente ternura de que mi hija va hacer madre pero no lo demuestra.
—Bueno van hacer lo que ustedes quieran ¡quédense aquí! Eso sí, no quiero Guadalupe que me dirijas la palabra para nada —advierte altamente enfadado para luego apartar su mirada de nosotras y se va al cuarto bufando; por mi parte uso palabras de aliento que parecen que surte efecto en ella porque logro calmarla y aliviar a sumo grado esa carga que tenía en su interior porque me regala un beso con cariño. Y para aligerar el ambiente voy a la cocina a preparar un rico caldo de olla, recolecto los ingredientes y los lavo bien después: cortó el elote en rebanadas, el cuarto de ejotes solo le quitó el pico de la orilla, las tres zanahorias grandes las rebano igual que las dos papas y los dos chayotes. Aparte en una olla hecho un pedazo de cebolla, dos dientes de ajo mediano, seis chiles guajillo, cinco jitomates y dejo hervir con un litro agua.

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