Pasada la media noche, todos ya están dormidos como bebés, ando de puntillas hasta llegar a la cama donde se acuesta la pata de inmediato la agarro y le tapó el pico, me pesa mucho trato de enderezarme bien y con mucho cuidado camino hacia la puerta de entrada, afuera ya está esperándome la señora Rosa por una parte no se la quiero dar porque era parte de la familia y por otro lado necesita un espacio más grande, sin embargo termino cediendo dándole en sus manos a Ducki Cua, observo sus pequeños ojos de la patita que esta triste hasta me siento acongojada, cierro la puerta despacio y voy a la cama, me siento intranquila lo que provoca que no pueda conciliar el sueño solo escucho la quietud de la noche, pasan las horas hasta que amanece, en eso escucho que grita mi hija.
—¡No está Ducki Cua! ¡mamá! —exclama, me levanto de inmediato para ir con ella.
—¡Donde está mi pata! —por su tono de voz percibo que está muy molesta.
—Se la dí a la señora Rosa —respondo, con todo el dolor de mi corazón.
—Tú dijiste que se la darías en dos días —reclama con enojo y sigue cuestionando —. ¿Por qué ese cambio de desición?
—Porque la señora Rosita se va en la noche al pueblo —le doy una explicación.
—Hubiera querido que me avisarás —responde, tiene una cara de decepción y resopla con la nariz del enojo—, iré a despedirme, se sale muy triste.Tiene razón en todo lo que dice mi hija, enseguida voy detrás de ella para ver a dónde se dirige, por lo que veo va hacia el patio trasero donde está su Pata, me espero a un metro y medio y solo quedo mirando.
—Hola mi hermosa Ducki Cua —dice con mucho cariño Lupita a la pata. Mi hija se acerca al pequeño corral que está en patio, estira el brazo para acariciarla pero le da un picotazo en la mano la pata.—Ya no me reconoces mi pequeña —expresa, intenta acariciarla de nuevo y la vuelve a picotear.
—Mamá está enojada Ducki Cua ¡ya no me quiere! —exclama triste, se va de ahí con mucha desilusión. Supe en ese momento que hasta los animales sienten resentimiento, en breve oigo que se aproximan unos pasos cuando volteo es la señora Rosa.—Ví que su hija estaba llorando, le dolió tanto el que la separarán de la Pata y no es para menos era su compañerita, pero dígame Susanita ¿cuál es su nombre? Para seguir llamándola así.
—Ducki Cua —respondo sin ganas.
—Es muy bonito su nombre, le diré a mi familia que la traten con mucho amor —menciona, yo creo para calmarme y saber que estará bien.—Muchas gracias. —Voy adentro de la casa.
Mi esposo cuando me ve menea la cabeza de un lado a otro como diciendo que fue un error dársela a la vecina, tan pronto voy con mi hija ella está en un rincón oscuro llorando abrazando la manta que usaba su pata, me acerco para sentarme a su lado y la abrazo con cariño, trato de transmitirle con ese gesto lo mucho que la quiero también la consuelo con palabras de afecto y amor hasta que cesa de llorar. Mi hombro queda empapado por sus lágrimas, cuando Lupita está más tranquila llega su hermano Alberto diciendo con bastante severidad.—¡De que te sirve llorar así! Si solo es un animal no seas exagerada —lo dice con una risita tonta.
—¡Tú que sabes de eso! Lárgate y déjame en paz —lo mirá con enojo, sus mejillas se queman por un instante y una nueva lágrima cae por su rostro.
—No quiero que le vuelvas a hablar así a tu hermana ¡pídele disculpas! —digo con seriedad, porque no esta bien que trate así a su hermana.
—Perdón hermana, no fue mi intención hacerte sentir mal no pensé en lo decía —se disculpan con sinceridad absoluta.
—Te perdono —hace un ademán con la mano como para restarle importancia a lo sucedido, de inmediato lo olvida.
—Hija ya sabes cómo es de pesado tu hermano él te quiere no lo dudes, yo igual quiero que me disculpes porque te hice sufrir, no pensé las cosas.
—Si te perdono mamá, sé que querías lo mejor para Ducki Cua, pero ¿sabes que es más lo me duele? Es que la pata ya no me quiere, no quiero volver a tener en mi vida a una mascota —las palabras que salen de su boca son con decisión.
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Secretos del alma
Ficțiune adolescențiSusana es una niña que no disfruto de su infancia como muchos niños ya que trabajaba haciendo limpieza en casas con tan solo 15 años para mantener a sus dos hermanos menores ya que sus padres siempre se concentraban en sus problemas, nunca imaginó q...