No suena el teléfono en varios días, eso me preocupa pero como dice el refrán "las malas noticias tienen alas" sin duda tendré que esperar.
Mis días los hago con normalidad pero constantemente a mi hija la tengo en mente. Por cierto dos de mi hijos fueron a ver a su hermana un día fue Javier y otro Leti pero no me contaron nada nuevo honestamente ya no se que hacer, este choque de emociones que tengo me altera, por eso casi siempre preparo té de tila para que los nervios se calmem. Como es la una de la tarde hago la comida y la dejo lista para cuando tenga hambre solo lo caliento y como; la tarde se va velozmente y ya es muy noche ese es un aviso para irme a la cama, me tapo con mis colchas de algodón sin embargo no puedo dormir de estar pensando cosas que a lo mejor no sucedan; y en un abrir y cerrar de ojos ya amaneció. En eso timbra el teléfono ocacionando que me sobresaltara, trato de quitarme las colchas es como si estuviera luchando para removermelas hasta que por fin logro levantarme, no voy rápido al cabo de unos segundos contesto.
Llamada telefónica:
S: Bueno.
C: Mamá Susana, soy Cris ya no pude llamarte en estos días es que a mí mamá se le complicó todo y ayer apenas la operaron tardaron nueve horas, los cirujanos hicieron todo lo que estuvo a su alcance y lograron salvarla, no tenía un tumor como mencionaron los doctores del anterior hospital se equivocaron, solo eran los cálculos que estaban regados, pero ya se los quitaron —su voz suena un poco agitada. ¡Pues como no! Si está de aquí para allá con sus hermanas.
S: Bendito Dios, me has dado buenas noticias mi hijito —se desborda sobre mi rostro las lágrimas.
C: Tengo que colgar, porque tengo que ir haber a mi papá en la habitación del hospital
S: ¿Y qué le pasó? —cuestiono, temí que sea algo grave.
C: Se desmayo en la calle, ahora le están haciendo estudios, te dejo cuídate mucho y come bien.
—Su hijito.Finaliza la llamada
—Mi hija es muy fuerte, tengo tantas ganas de abrazarla, por otro lado deseo que se encuentre bien su esposo Miguel.
Pasa mes y medio. Lupita ya es dada de alta aunque su esposo sigue en el hospital desde que se desmayo le hicieron estudios y le detectaron un cáncer en el estómago, mi hija como buena esposa lo va a visitar no importandole que tiene los puntos por la cirugía, eso sí no lo carga o hace esfuerzo solo le hace compañía y los que la ayudan son mis nietos ellos se hacen cargo de él no lo dejan solo. Se desgastan tanto física como mentalmente pero eso no les importa son buenos muchachos y aún más, están al pendiente de mí.Les cuento que por ahora ya no vendo gelatinas por mi condición, si camino pero ya no puedo hacer mucho esfuerzo por lo tanto mis hijos me dan dinero para mis gastos diarios solo debo concentrarme en estar tranquila; comienza el mes de diciembre, no tengo tantas ganas para festejar noche buena en el mejor de los casos me voy a dormir temprano sin embargo uno de mis hijos Javier viene junto con su familia y trae ollas y charolas con comida, mi hijo me comentó que quería festejar conmigo para que no estuviera sola, naturalmente le agradecí como ya es de noche cenamos, platicamos un poco y sin que nos demos cuenta son las tres de la madrugada después de recoger los pocos trastes se marcharon, entiendo que las cosas no son como antes estamos todos dispersados como familia y son pocas las veces que nos vemos. Ese día no lo disfruté debido a tantas preocupaciones es como si fuera un día más.
Los días transcurren. llega el día 31 de diciembre inesperadamente en la madrugada mi hija Lupita me comunica por teléfono que mi yerno murió, su voz se le entre corta y se toma unos segundos para no llorar y recobrar la compostura porque se oye que inhala y exhala, lucha porque no se le salgan sus lágrimas hasta que no aguanta más y se echa a llorar por supuesto se me contagia su sentir. Me sigue comentando que no estaba sola con Miguel, mi nieto Cristian la estaba acompañando, por lo tanto él fue el que presenció la muerte de su padre porque murió en sus brazos, le dije que no tenía palabras para expresar lo que estaba pasando y que no estaba sola, en unas horas iba acompañarla después ella decide colgar el teléfono porque a Cris le estaba dando una crisis nerviosa. Ese día Miguel Ángel dió su último suspiro, ese maldito cáncer invadió su cuerpo, me sentí tan mal porque mi hija se quedaría sin su compañero de vida, ciertamente murió muy joven a los 45 años. Esa sensación fría en mi cuerpo se hace presente, no cabe la menor duda que es muy doloroso que un familiar muera, mis lágrimas caen de mi rostro con pesadumbre: este día y los siguientes van hacer muy complicados para mí hija y sus hijos. Por ahora creo que lo mejor será tratar de dormir porque no ganaré nada en estar despierta pues no hay manera de hacer algo a estás horas de la madrugada; ya para las cinco de la tarde mi hijo Javier pasa por mí y me lleva al lugar donde se va a velar, hay pocas personas eso hace que vea a mi hija, camino inmediato hacia ella.
ESTÁS LEYENDO
Secretos del alma
Genç KurguSusana es una niña que no disfruto de su infancia como muchos niños ya que trabajaba haciendo limpieza en casas con tan solo 15 años para mantener a sus dos hermanos menores ya que sus padres siempre se concentraban en sus problemas, nunca imaginó q...