Pasión Prohibida [Keanu Reeves y Tú] •Terminada•

No más paseos en el bosque.

Keanu se terminaba de colocar su chaqueta de cuero café, una de sus favoritas.

Lo miré y fué de esos momentos en lo que te quedas sin aliento, apreciando algo bello.

— ¿Nos vamos?— dijo acercándose a mí con esa sonrisa irresistible.

Es tan guapo, que se me olvida cerrar la boca cuando lo miro.

—¿A dónde van?— preguntó mi padre, haciendo que saliera de mi trance y disimulará que Estoy viendo a Keanu.

— Vamos al departamento para ver qué comprar y como decorarlo— le contestó Keanu y mi padre asintió de buena manera.

— Vale cuida a mi hija, no dejes que ningún chico se le acerque.

— Lo haré, no tengas duda. — contestó y sonrió, su sonrisa fue de satisfacción y tenía un mensaje oculto que sólo el y yo podíamos entender.

(...)

Keanu y yo salimos y habíamos tomado el coche de mi padre. Despuntar de un rato noté que Keanu de dirigía fuera de la ciudad.

¿A dónde va?

Lo miré confundida y el se notaba calmado, con ese aire de misterio que le caracterizaba.

—¿Dónde vamos?, Este no es el camino.

— No vamos al departamento— me contestó sin quitar los ojos del camino.

— ¿Entonces a dónde vamos? — repetí ya un poco nerviosa.

— ______, te estoy secuestrando— contesto y se giró rápidamente para dedicarme una sonrisa.

— Keanu Reeves, esto no es gracioso, dime a dónde vamos— le exigí.

— Si te digo ya no será sorpresa.

— No me importa, DIME.

— ya estamos llegando ¿Confías en mí?— movió su mano y la colocó en mi pierna.

Su tacto me hizo recuperar la calma.

— Si, Confío en tí. — le respondí, haciendo que sonriera.

Siempre he tenido problemas para confiar en la gente, Muchas veces les doy mi confianza y la pisotean.

Pero...está vez era diferente, Yo les aseguró  que confío  plenamente  en él, pero no saben cuanto me aterra la idea de que alguien más  lo busque, de que alguien más descubra sus maravillas. Pensar en ello me aterra, me dan ganas de llorar. Me da miedo no lo niego pero también sé y estoy segura de que confío plenamente en la casualidad de haberlo conocido, por eso apostaría mil veces por esto que sentimos. Esta pasión prohibida que llegó y arrasó con nosotros como un tsunami. 

Unos minutos más tarde, llegamos al bosque, una reserva Hermosa donde la gente solía rentar cabañas. Miré a Keanu sorprendida y entonces el me guiñó el ojo.