Falsa Alarma X2

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"Cuentan que el diablo una vez se enamoró y no supo que demonios hacer con ese vacío en el estómago. Cuentan que la miraba con ojos de ángel y que al tocar su piel se quemaba de pasión. Cuentan que Satanás conoció su propio infierno, en la boca de una mujer cuyos besos lo hacían un simple mortal. Cuentan que el diablo ya no es tan diablo y que se le puede ver caminando sólo con ojos de melancolía."

No sabía si la clase de literatura estaba haciendo que mis sentidos se durmieran o los diferentes textos que acabamos de leer me tienen mareada, lo único que se es que quiero devolver el estómago.

—¿Qué te pasa?— me susurró Candy para que el maestro no nos reprimiera.

— No lo sé, tal vez me ha caído mal el desayuno— le respondí mientras colocaba la mano en mi boca impidiendo que devolviera lo poco que tenía en mi estómago.

— ¿Señorita ______ está usted bien? ¿Le aburre mi clase?— Preguntó cruzado de brazos.

Negué con la cabeza, pero no pude evitar más, me levanté corriendo de la silla y salí del aula con todas mis fuerzas hasta llegar al baño de mujeres y entonces devolví el estómago.
 
Me quedé ahí por varios minutos, pues las náuseas y el dolor aún eran muy intensos. El timbre de salida había sonado y en mi interior agradecí no tener que ir a otra clase en este estado.

Candy tocó a la puerta del cubículo donde me encontraba y con las pocas fuerzas que me quedaban le abrí.

Ella me vió sentada en el suelo y me ayudó a levantarme. Las piernas me temblaban un poco y sentía mi estómago revuelto como si acabara de bajar de una Montaña rusa extrema a la cual me subí 10 veces seguidas.

— Te llevaré a la enfermería— me dijo Candy mientras me ayudaba a caminar y salir del baño.

No tuve ánimos para contestar y simplemente dejé que me guiara.

Después de caminar sumida en mis pensamientos, llegamos a la enfermería del instituto dónde una mujer robusta de cabello rojo en rulos  nos atendió, ayudándome a recostarme en una camilla blanca con azul.

—¿Qué le ha pasado a esta pobre criatura?— le pregunto a Candy con una cara de verdadera preocupación.

— Se ha sentido mal desde hace rato, me ha dicho que le había caído algo mal y luego a devuelto el estómago varias veces, por eso la he traído— le contestó con el rostro afligido.

— Vale espera afuera, le haré varios estudios y luego podrás entrar— añadió la mujer y Candy asintió.

La mujer comenzó a revisarme, primero checó mi temperatura la cuál estaba un poco baja, luego mi pulso pero estaba normal, palpo con sus manos mi abdomen y grité al sentir un agudo dolor en la zona baja del abdomen.

La mujer me miró un poco pensativa y luego se dirigió hacia una estantería metálica de dónde saco una aguja y dos tubos de cristal. Colocó un liguero en mi brazo y luego ví como los dos tubos se llenaban con mi sangre.

Los retiro y los colocó en una rueda donde habían otros.

—¿Hace cuánto fue tu último periodo?— me preguntó.

— No suelo ser regular— le respondí en un hilo de voz.

— ¿Has tenido últimamente relaciones?— volvió a preguntar mientras agarraba una hoja y esperaba atentamente a mi respuesta para anotarla en ella.

Pasión Prohibida [Keanu Reeves y Tú] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora