Pasión Prohibida [Keanu Reeves y Tú] •Terminada•

El día de la Cirugía.

Hemos llegado temprano al área de cirugías, me han entregado una bata blanca y me han colocado varios tubos para control.

Mi padre ha estado haciendo el papeleo y se encuentra muy ocupado y preocupado así que ha dejado a John a cargo de mí.

Me ha dicho que no puedo moverme de la camilla así que en aquella habitación blanca sólo estoy yo en la camilla y Keanu a mi lado en una silla.

—¿Cómo te sientes?— me preguntó.

— Estoy Muy nerviosa— le dije sinceramente.

— Todo saldrá bien, ya lo verás— dijo y sonrió.

Su sonrisa cálida me Hizo creer que lo que decía era cierto y me sentí un poco más relajada.

— ¿Cuánto falta?— le pregunté mientras observaba ansiosa la puerta de la habitación.

— Charles está haciendo los últimos trámites, mientras tanto— me agarró de la mano—, ¿Quieres jugar a Algo?

—¿Cómo a qué?— le pregunté curiosa.

— A 10 preguntás ¿Te parece?

— Vale— dije y asentí.

— primera pregunta ¿Te gusta el pollo frito?— preguntó y reí.

<<¿Qué clase de pregunta es esa?>> Pensé.

— _____(escoje tú respuesta), me toca a mí ¿Cuál es tu instrumentos musical favorito?— pregunté y él sobo su barbilla pensando en la respuesta.

— No tengo uno sólo, yo diría que el bajo y la guitarra, ¿Le has enseñado a alguien alguna vez a besar?— dijo y me ruborice un poco.

— Una vez a un novio en la primaria. ¿Has hecho estupideces por alguna apuesta?

— Si, una vez cuando tenía 19 hice una apuesta con un amigo y perdí, ese día tuve que besar a una abuelita y cuándo lo hice no traía su dentadura postiza, fué algo... extraño. ¿ Lees por elección propia?

— Si— asentí—, ¿Signo zodiacal?

— Virgo. ¿Qué tipo de prenda no llevarías puesta si pudieras?

Keanu me dedicó una sonrisa.

— El sujetador, es demasiado incómodo— hice una mueca y el río—, ¿Cuál es tu mayor sueño?

— Besarte— dijo sin dudarlo y me hizo ruborizarme—. ¿Cuál es el tuyo?

— Que me beses, Última pregunta. ¿Qué ves en mí? — pregunté.

— En ti veo lo que es invisible para los demás, Llevas en tus ojos más luz que La que dicen haber en Las Vegas.  Y en tus caderas llevas enredado un rosal que da color a tus labios rojos llenos de pasión.   Llevas en tus manos la misma  suavidad que en tus mejillas.   Y en tu pelo se puede sentir el olor del mar. Hueles a libertad.   Jamás vi unas curvas tan perfectas  como aquellas que se forman en tus piernas cuando estás cansada.   Y nada me había cautivado más que tu sonrisa.

<<¿Cómo lograba hacerme sentir bien hasta en el peor momento?>>

— Es lo más lindo que me han dicho— le contesté y el sonrió orgulloso.

Keanu entrelazó nuestras manos por un segundo porque mi padre entró en la habitación juntó a una enfermera y ambos nos soltamos, haciéndome sentir un gran vacío al despegarme de su cálido tacto.

— Señorita ______, ya es hora.— dijo la enfermera haciendo que mi estómago se encogiera.

— Estarás bien— susurró Keanu hacía mí.