Un despertar no muy agradable.

1.2K 106 28
                                    

Voy cayendo por un abismo oscuro, escuchó voces como eco pero cada que caigo se vuelven más tenues.

Llegué al fondo y entonces lo que ví fué algo fuera de serie.

Estaba lloviendo en pleno verano y las gotas reventaban suaves contra el cristal de la ventana, me encontraba en mí casa. La ventana era la más amplia de toda la casa y daba una preciosa vista al patio trasero de la casa. En el jardín los pétalos de flores cedían al peso acumulado de la sorpresa tropical y con cada paso que daban los invitados a la fiesta, el agua salpicaba furiosa y salvaje. 

¿De quién sería la fiesta? ¿Y porqué venían vestidos de negro a una fiesta?.

Mi padre miraba atento hacia el patio, viendo entrar a cada uno de los invitados. Nadie tenía buena cara y otros tenían los ojos rojos e hinchados. ¡Esperen!...es un funeral.

¿De quién? ¿Quién a muerto?.

— Lo lamentó tanto Charles— mencionó uno de los invitados y mi papá asintió desganado, luego regresó su vista hacia afuera.

De repente la puerta estaba cerrada y sonaron los nudillos firmes contra la puerta de madera. Mi padre se acercó y la abrió, tras ella apareció Keanu, vestido con un traje negro y unas rosas rojas en la mano, Keanu tenía la cabeza cabizbaja; saludo a mi padre con un abrazo y luego continuó su camino.

Una vez que Llegaron todos los invitados, mi padre se retiró de la ventana y fué al lobby. Trataba de hablar pero sentía como mis labios se movían pero no emitían ningún sonido.

En el medio de la sala había un féretro rojizo de caoba.

—Gracias a todos por venir— dijo en un hilo de voz mi padre. — ______, era la Luz de mi vida.

Sentí como el frío me invadió y el estómago se me encogió. Las piernas me temblaron.

Me dirigí hacía el féretro y me decidí a abrirlo, dentro de él no había nada. ¿Qué sucede?

Cuando regrese mi vista hacia la sala, todo el mundo de había esfumado. Decidí salir de la casa para tomar un poco de aire fresco.

El viento era sutil y suave, casi delicado contra las hojas de los árboles y arbustos, como acariciándolos. Dándoles un consuelo y a mí.

El viento efímero que ahora soplaba hizo revolver mi cabello. Un fuerte olor a lavanda comenzó a invadir mi nariz. El lugar comenzó a ponerse frío y oscuro.

(...)

El patio había pasado de un lugar hermoso a uno sombrío y tenebroso.

Entonces unas palabras comenzaron a rondar mi mente "Si miras a la oscuridad, está te mirará de vuelta". Miré hacía el fondo oscuro y la temperatura bajo más, la vista se me nublo y sentí mi cuerpo caer a peso muerto.

Al despertar una densa neblina me rodeaba, veo un bosque oscuro, lleno de sombras que hielan la sangre. ojos rojos me miran desde el cielo, como si me juzgarán con ira y desdén. los monstruos aguardan tras los arbustos, listos para lanzarse sobre mí y arrancar la última pizca de vida que llevo dentro. miro mis manos y no me encuentro con nada, es como si estás fueran invisibles, pero puedo sentir como las muevo, como nuevo mi cuerpo pero no puedo verlo.

Entro al bosque. el sol encuentra su camino entre las copas de los árboles, y descubro que los ojos rojos son ahora pintorescas cerezas. los monstruos son ramas traviesas que se enredan entre los arbustos, como creando un sendero digno de adán y eva que me lleva hasta un río cristalino. me acerco a la orilla con cuidado para no mojarme pues aún hace frío. Miró el agua con recelo, temiendo que del río emerja una mano que quiera ahogarme.

Flotando sobre el río aparece Keanu, me mira sin señal alguna de estar sorprendido por lo que hace, como si ello fuera algo normal.

Keanu me ofrece la mano y yo le niego con la cabeza pero el insiste entonces cedí y tome su mano, su mano estaba helada y suave como si de porcelana se tratará.

—Que no se te ocurra soltarme— le dije mientras miraba como ahora yo flotaba sobre el río.

Vire mi vista hacia Keanu pero se había esfumado, en lugar de su mano yo sostenía un trozo de papel que tenía escrito en rojo "La traición se paga". ¿Qué significaba esto?.

Abrí y cerré los ojos tratando de que todo regresará a la normalidad.

Abiertos los ojos, ya no estaba. Cerrados los ojos, tampoco. Ha desaparecido, cual bruja entre el humo carnoso, cual ilusionista entre el gentío petrificado; cual mago que se funde entre el pavimento deteriorado de cierta calle parisina, en cuyo relieve descansa, trazada a tiza alzada, una rayuela mal pintada.

No sé qué está pasando, siento como la irá comienza a invadirne al no entender nada de lo que sucede. Estoy acumulando todo el dolor y siento estar a punto de explotar.

Siento las palabras acumulándose en mi garganta y mis pulmones llenándose de aire.

— ESTOY AQUÍ, JODER ESTOY AQUIIIII— Grité.

Cuándo por fin me quedé sin aire me encontraba flotando hacia arriba en el mismo abismo negro, las voces comenzaron a escucharse nuevamente y una luz se fué haciendo más y más intensa.

— Hey, sabes que siempre estaré aquí— escuché.

Entonces abrí los ojos y la luz me encandiló haciendo que me tallara los ojos.

Poco a poco la vista me regreso, primero una borrosa sombra y luego ante mí apareció mi padre y Keanu.

— ¿Qué ha pasado?— pregunté con la voz ronca.

— Nos has dado un susto del Carajo, amor casi me muero. — contesto mi padre.

— ¿Ha salido mal algo?— pregunté con la boca un poco entumecida.

— No, la cirugía ha salido bien pero has tenido un paro cardíaco afortunadamente los médicos lograron regresarte a mí, no se que haría sin tí— dijo y comenzó a Sollozar.

Coloque mi mano en su mejilla y le acaricié, limpiando las lágrimas que habían caído por ellas sin detenerse.

— Nunca te abandonaría — le reconforte.

— Lo sé, pequeña— añadió y me dió un beso en la frente.

— Te quiero mucho.

— Iré a ver a la enfermera y decirle que has reaccionado, ya vuelvo— dijo y yo asentí.

Cuándo mi padre se fué, Keanu me miró y sonrió con los ojos vidriosos.

— ¿Vas a llorar?— le dije en broma pero el negó con una sonrisa.

— Yo no lloro— dijo y limpió sus ojos. Reí y entrelace su mano con la mía.

— Me alegra verte de nuevo— le dije y acerqué su mano a mis labios depositando un tierno beso en ella.

Entonces como una imagen, las palabras de aquél trozo de papel vino a mi mente " la traición se paga".

— Me asusté mucho cuándo vi a toda esa gente corriendo y...

— No lo recuerdes— le interrumpí.

— Nunca habia sentido tanto miedo de perder a alguien, hasta que te conoci a ti. ¡Lo siento!

— ¿Porqué?—no terminé de preguntarle.

Keanu se acercó a mí y acuñó mi rostro entré sus manos. Me besó sin pedir permiso y a mí me pareció la gloria. Le devolví el beso con hambre atrasada.

De pronto parecía que no existía nadie más en aquella habitación que nosotros, pero no era así...

—¿Qué significa esto?— escuchamos su voz furiosa y nos separamos.

Keanu palideció y yo quería que la sábana me escondiera.

Si lo hubieran visto, la decepción en su rostro era casi inevitable de esconder. Una mezcla entre enojo, tristeza y traición había absorbido el ambiente.

Ahora sólo pienso en una cosa ¿Cómo podría yo ser feliz sabiendo que lo decepcioné?...

Pasión Prohibida [Keanu Reeves y Tú] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora