Enojados.

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Llegamos a la casa y Keanu parco el auto enfrente.

Salió y me ayudó a salir, las manos me sudaban y la respiración se me agitó.

— ¿Keanu?— le miré.

—¡Tranquila!— contestó.

Caminamos y escuchamos risas que provenían de la casa, ambos nos miramos extrañados y entramos. Lo que encontramos nos dejó con la boca abierta.

Lissa y mi padre reían en el sofá y tomaban café.

—¿Interrumpimos?— pregunté confundida y ambos nos miramos.

Extrañamente mi padre nos sonreía y no veía ni una sola gota de enojo en su mirada.

¿Qué sucede aquí?

— Amor, que bueno que estén bien ya Lissa me contó todo— dijo y se levantó a abrazarnos.

— ¿Todo?— volví a preguntar.

— Keanu ¿Podemos hablar un segundo?— le dijo Lissa y el asíntio.

Los dos desaparecieron en la cocina.

— Que bueno que estén bien, lissa me dijo que se habían quedado varados y gracias al cielo que Keanu estaba ahí para ayudarte cuando te sentiste mal, aún te ves un poco pálida, mañana llevaré a revisar el auto— me contó y entonces quedé aún más confundida.

— ¿Eh? Si...claro— fue lo único que se me ocurrió decirle.

Keanu y Lissa regresaron agarrados de la mano, y ella comenzó a darle besos en la mejilla.

— Amor, le conté también que _____, nos estaba ayudando con la cama que Quiero en nuestro apartamento. — dijo Lissa y luego le dió un beso.

— No me contaste que te irías a vivir con ella, ahora entiendo el por que estabas tan urgido— mi padre le dió una palmada en la espalda y un guiño.

— Bueno, yo me tengo que ir, te veo Luego amor— Lissa le dió otro beso a Keanu pero está vez fue más intenso y cuando se despegó salió sin despedirse de nadie más.

Rodé los ojos y lo fulmine con la mirada.

— Quiero descansar, de pronto no me siento bien— Dije.

— ¿Quieres que llamé al médico?— me preguntó mi padre y yo negué con la cabeza.

— No, sólo...quiero descansar.— dije y corrí a mi habitación.

Cerré la puerta con seguro y me tiré en el colchón.  Metí mi cabeza bajo la almohada y dejé que el silencio acomodara todo en su lugar, dejando que mis pensamientos se despejarán.

El golpeteo en la puerta me hizo abrir los ojos, era de noche, había pasado el día con la cabeza bajo la almohada.

— Sigue— grité aún escondiendo la cabeza.

— Baja a cenar—, sentí a mi padre sentarse en el colchón—, ¿Te sientes mejor?

Retiré la almohada y me giré en el colchón para poder ver a mi padre.

— Si, eso creó— le mentí.

— Vale, baja a cenar te caerá mejor. — dijo y se dispuso a salir.

<<Lo dudó>> pensé.

Bajé sin ganas y me reuní con Keanu y mi padre en el comedor.

Jugué con la comida.

—¿Es necesario Fingir que somos una familia?— le reproché a mi padre.

—______ ¡Compórtate!— me exigió

Pasión Prohibida [Keanu Reeves y Tú] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora