Capítulo Cuarenticinco - La melodía de un recuerdo

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Aquella misma noche la fresca brisa nocturna paseaba por el ambiente, la gran fiesta ya había llegado a su fin y todos fueron a tomar su merecido descanso

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Aquella misma noche la fresca brisa nocturna paseaba por el ambiente, la gran fiesta ya había llegado a su fin y todos fueron a tomar su merecido descanso. Nessa ya estaba en su cama hace un buen rato, junto a Shiro-chan, e inconscientemente se transportó a un sueño, el mismo que empezó a tener más seguido desde que estuvo en Saika. El cual era similar de casi todas las noches, pero ciertamente las cosas cambiaban poco a poco.

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Una pequeña niña pelirrosa que parecía tener cerca de cuatro años, salió de la pequeña cabaña en la que vivía temporalmente y se dirigió a un lugar el cual había visitado muy seguido los últimos días. Al llegar se puso a observar maravillada el hermoso jardín que le gustaba mirar, las flores eran muy coloridas y un hermoso árbol con pétalos, rosas acentuaba el centro de todo mientras la brisa hacía caer sus pétalos en una suave danza.

La chiquilla al mismo tiempo se puso a buscar a cierto niño con quien siempre se encontraba en ese sitio; en poco tiempo vio como este venía corriendo en su dirección saludándola con la mano -"que bien, hoy también has llegado"- la pelirrosa solo asintió y lo saludó, era una niña de pocas palabras.

El niño de ojos turquesa sonrió y tomó la mano de la niña -"te estaba esperando desde esta mañana, hay unas flores que quiero mostrarte"- la de cabello rosa solo se dejó llevar, ya que también quería verlas. Al llegar al lugar miró encantada las flores violetas que adornaban cierta parte del jardín, se acercó y tocó el pétalo de una de ellas y sonrió al ver lo hermosas que eran. -"¿cómo se llaman?"- preguntó en una suave voz.

El pequeño se agachó junto a ella y con una sonrisa replicó -"son orquídeas, mi mamá las plantó hace poco y ahora ya están floreciendo. Son lindas ¿cierto?"- la niña de ojos carmín asintió repetidamente, afirmando lo mucho que le gustaban. El mayor se acercó un poco más y agregó -"si quieres algunas te las puedes llevar, mi mamá no se molestará"- la pequeña negó con su cabeza -"no gracias, son más lindas cuando están en la naturaleza... no quisiera dañarlas"- habló un poco más de lo normal, lo que sorprendió al chico.

Este con una sonrisa de ojos cerrados comentó -"no lo veía de esa manera, en verdad eres una persona generosa"- la pelirrosa no sabía como tomar el cumplido, así que murmuró -"tu también"- después de todo siempre era amable con ella y le mostraba el hermoso jardín. El chico rubio castaño sonrió nuevamente y decidió enseñarle otras flores que estaban cerca de ahí.

Tras un rato llegaron cerca del cerezo que estaba en el centro, seguían tomados de la mano y el chico añadió -"mira aquí, esta mañana reuní todos los pétalos que calleron del cerezo e hice una pequeña montaña, ¿no quieres jugar un poco?"- la chiquilla con los ojos brillantes asintió emocionada, despues de todo los cerezos eran sus favoritos de todo el jardín. Así ambos se pusieron a jugar con todos los pétalos rosas que decoraban el suelo, tirándolos como lluvia o lazándolos al otro.

Flores de Cerezo - Soo won x OC || Akatsuki no YonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora