Este es una historia en la que se incluirá a un personaje original e irá con la historia de Akatsuki no Yona, incluyendo el anime y el manga.
La historia nos presenta a una chica llamada Nessa, quien fue la alumna de Hak y que por recomendación de s...
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Luego de aquella emotiva separación, Zeno se encargó de encontrar el camino por el cual viajaba la persona que buscaba, sabía que había ido a Kuuto y este era su camino de regreso, y dicho regreso era precisamente ese día. Hace unos años había conocido al mayor Mundok, el general de la Tribu del Viento, era un alma gentil que amaba a toda la gente de su Tribu, incluso hace no mucho tiempo había adoptado a un huérfano quien había perdido a su familia.
En un principio planeaba viajar hasta la capital en Fuuga y pedir su ayuda, sin embargo tardaría demasiado y no tenía lo necesario para cuidar de una pequeña e indefensa niña; lo pensó un poco, y decidió esperar a que Mundok pasara por ahí. Luego de un rato escuchó como las pezuñas de un caballo hacían crujir las hojas caídas en el suelo del sendero del bosque, miró a la distancia y confirmó que era la persona que esperaba, un hombre quien a pesar de su edad emanaba un aire de fuerza y distinción.
Con cuidado se quitó su túnica exterior, cubrió a la pequeña niña con ella y con cuidado la dejó apoyada contra un árbol, él se escondió detrás del mismo árbol y esperó. Al oír los crujidos más cerca, sabía que Mundok ya estaba no muy lejos de ahí, y era seguro que había visto a la pequeña; seguidamente oyó como alguien bajaba de su montura y se acercaba al árbol.
-"¿qué es lo que hace una niña tan pequeña sola en este bosque?... no hay ninguna aldea cerca de aquí"- el mayor lucía confundido, miró alrededor para confirmar si había alguna persona cerca de ahí o había dejado a la pequeña descansando sobre su túnica por un rato. No vio nada y solo tras un rato se dio cuenta de que había una pequeña nota junto a ella, únicamente decía "por favor cuida de ella por un tiempo, mayor Mundok", al notar que estaba dirigido precisamente a su persona, entendió que alguien le había encargado proteger a esta indefensa niña. Si fuese alguien más, quizá no se tomaría la molestia de cumplir con esta petición, sin embargo el corazón de Mundok se llenó de compasión y sin perder tiempo trató la herida en la cabeza de la pequeña, notó que tenía una intensa fiebre, así que se apresuró para volver a casa para tratarla.
Zeno miró desde detrás del árbol en silencio, él era una presencia misteriosa y no podía simplemente revelarse delante de Mundok, por lo que se mantuvo moderadamente alejado y siguió al mayor durante su viaje. Tenía que confirmar cual era el estado de 'Sakura', así que muchas veces entraba a escondidas al palacio en Fuuga, donde residía el mayor Mundok; la pelirrosa término despertando hasta dos días después, había perdido la consciencia por un buen rato, y tras despertar miraba todo a su alrededor confundida.
El rubio la miraba a escondidas, desde el pasillo exterior, nadie estaba cerca cuando la niña al fin abrió los ojos. El ojiazul quería acercarse, pero el ruido de una puerta abriéndose lo hizo retroceder, parecía que el mayor iba con un pequeño plato de avena a visitarla; sus ojos se abrieron más de lo normal al ver que finalmente la pelirrosa había despertado, aunque lucía algo perdida parecía que el golpe había mejorado.
'Sakura' miró a su alrededor, asimilando en donde se encontraba, pero por más que su cerebro intentaba ubicarse, simplemente sentía que su memoria estaba en blanco, ni siquiera sabía como estaba en ese lugar. Mundok se acercó y se alegro de verla mejor y con una sonrisa, le saludó -"Hola pequeña, yo soy Son Mundok, ¿me podrías decir cuál es tu nombre"- la niña de ojos carmín intentó responderle, pero simplemente no podía recordarlo, ella aún podía entender las palabras y decir unas pocas, casi por reflejo, sin embargo no sabía nada más a parte de eso.
