That's my girl | Robin Buckley

Capítulo 4: Scoops Ahoy.

No sabía de dónde podía sacar tanta energía Clarity, yo ya estaba un poco cansada.

–¿Vamos por un helado?–preguntó.

–Solo si me dejas pagar esta vez.–respondí.

–Está bien.–sonrió y comenzamos a caminar hasta un sitio llamado "Scoops Ahoy".

Algo me pareció muy extraño cuando llegamos, Clarity se quedó en la entrada sin decir nada.

–¿Pasa algo?–pregunté.

–Creo que conozco a ese chico.–dijo apuntándolo.

–¿Clarity?–dijo el extraño chico cuando la vió.

–¡Steve! ¿Pero qué haces aquí?–dijo Clarity acercándose.

El chico, que ahora sabía que se llamaba "Steve", salió para poder abrazarla.

–Aquí trabajo.–dijo Steve sonriendo.

Yo estaba de pie viéndolos sin saber qué hacer, un momento incómodo.

–¿Y qué tal?–preguntó Clarity.

–Tengo que fingir una sonrisa todos los días a gente que no conozco y ocultar mi cabello con esta estúpida gorra, pero bien, al menos gano dinero.–dijo riendo.

Me acerqué un poco a Clarity y Steve me vió.

–Wow, ¿y quién es esta rubia?–preguntó a Clarity viéndome de pies a cabeza.

Si ya me sentía incómoda, ahora era peor.

–Oh, ella es Robin.–dijo para presentarnos.–Robin, él es Steve "cabello perfecto" Harrington, un antiguo amigo.–dijo riendo al decir esto último.

–Un gusto, señorita Robin.–dijo Steve amablemente estrechando su mano, al igual que yo.

–Un gusto.–respondí con una sonrisa.

Steve se quedó viéndome sin decir nada, se podría decir que estaba "embobado" mirándome y creo que Clarity se había dado cuenta de eso.

–Tierra llamando a Steve.–dijo moviendo su mano frente a él para que reaccionara.

–¿Qué?–dijo Steve sacudiendo la cabeza.

–¿Nos podrías dar dos helados?–dijo Clarity.

–Ah, si, claro que si–dijo volviendo a su puesto de trabajo.–¿qué sabor quieren?

–Yo quiero uno de vainilla, ¿y tú?–me dirigí a Clarity.

–También, dos de vainilla por favor.

Steve tomó dos copas, sirvió el helado y nos lo entregó.

–¿Cuánto es?–pregunté tomándolos y entregándole uno a Clarity.

–Considérenlo un regalo, yo invito.–dijo Steve guiñándome un ojo.

–Ok galán, nos iremos a sentar, tú sigue trabajando.–le dijo Clarity.

Nos sentamos en una de las mesas que había dentro de Scoops Ahoy, Clarity estaba muy cerca de mi.

–¿Viste como te miraba?–dijo acercándose a mi oído.–creo que le gustaste.

–Lo noté.–reí.–fue algo incómodo.

–Él es así, lo conozco de años y siempre fue así con las mujeres, también intentó ligar conmigo al principio pero no me gustan los hom... no es mi tipo.

|Clarity|

¿Qué demonios iba a decir?

No me gustan los hombres, eso está claro, pero no se lo podía decir a Robin de esa forma, tal vez la espantaría o piense que eso está mal. Hay miles de probabilidades, pero por el momento prefiero conocerla, además de que... es muy guapa y de igual modo me gustaría intentar algo con ella, sólo si tuviera una posibilidad y me diera alguna señal.

Sentí algo extraño cuando Steve la miraba de esa forma, ya sé que es muy precipitado sentir celos o lo que sea, pero la verdad si, sentí celos aunque Robin haya dicho que le pareció incómodo.

–¿Y cuál sería tu tipo?–preguntó Robin.

–La verdad no lo sé.–me encogí de hombros.–pero alguien como Steve...no.–reí.

Nos terminamos el helado y nos despedimos de Steve con la mano, ya que había una gran cantidad de gente esperando a que los atendieran.

–¿Aún sigue en pie lo de darle forma a tu habitación?–pregunté a Robin, que sea veía algo cansada.

–Si, ¿por qué? digo, sólo si quieres.–respondió.

–Por nada, claro que quiero ayudarte.

–Gracias.–dijo con una preciosa sonrisa.

Caminamos al estacionamiento y nos subimos al auto, pero antes de comenzar a conducir, Robin me dijo algo que no podría sacármelo de la cabeza en lo que queda de día.

–Clarity, gracias por esta salida, la he pasado muy bien contigo, eres muy divertida y me alegra que seas tú la primera persona que me haya querido llevar a conocer un poco de Hawkins.

Estaba roja, lo podía sentir en mis mejillas.

–Gracias a ti por haber aceptado venir, la verdad me hacía falta un día así, para salir y despejar la mente.–dije viéndola a los ojos, ella también me miró y sonrió.

Nos quedamos un momento así, en silencio, no era un silencio incómodo, pero por un momento sentí que mi mirada la incomodaba, así que dejé de verla y me concentré en echar a andar el auto.

–¿Lista?–pregunté.

–Lista.

[...]

En el camino nos fuimos escuchando música, me di cuenta que Robin tenía casi los mismos gustos musicales que yo y era divertido ir cantando a todo pulmón.

Dentro de un rato ya habíamos llegado a su casa, nos bajamos y Robin abrió la puerta.

Había comenzado a llover y hacía mucho frío.

–Entremos antes de que nos moje la lluvia.–dijo haciéndose a un lado para dejarme pasar.

Al entrar vi muchas cajas, había un sofá, la televisión y el comedor por otro lado, aún les quedaba mucho por ordenar.

–Mamá, papá, ella es Clarity... mi nueva amiga.–dijo sonriéndome al decir esto último.

–Un gusto.–dijeron sus padres al unísono.

–El gusto es mío.–sonreí.

–Clarity me ayudará a ordenar mi habitación, así que estaremos arriba por si necesitan algo.–dijo Robin.

–Bien, las llamaremos para la cena.–dijo su madre.

–Con permiso.–dije con una sonrisa para luego seguir a Robin.

Subimos las escaleras y entramos a su habitación.

Era muy grande, tenía su cama obviamente, un closet y algunas cajas en el suelo.

–¿Tienes alguna idea de dónde empezar?–pregunté a Robin viendo que realmente había mucho que hacer.

–Desempacando las cajas, dejemos todo en la cama y luego le comenzamos a dar forma, ¿te parece?–preguntó.

–Tengo una idea, tú desempaca las cajas de allá.–dije apuntándolas.–y yo las de acá.

–Bien.

Robin bajó en busca de una radio y la puso a todo volumen para hacerlo más entretenido.

[...]

Había pasado un largo rato y ya teníamos las cajas desocupadas con todas las cosas sobre la cama, ahora tocaba ordenar y decorar.

Robin ordenaba su ropa en el closet mientras yo ordenaba su mueble.

Sonó una canción buenísima, sí, se notaba que a ambas nos gustaba mucho la música.

Robin comenzó a bailar, subía los brazos y se movía...

Esta chica es hermosa.