|Robin|
Luego del trabajo llegué a casa algo agotada, había tenido un muy mal día.
Mis padres ya habían llegado, estaban ambos en la mesa viendo unos papeles del trabajo.
–Hola cariño, ¿cómo estuvo tu día?–me saludó mi padre.
Cada vez que tengo un mal día no se lo digo a mis padres, no me gusta preocuparlos, menos hoy, no quería que comenzaran a hacerme preguntas porque no sé mentir, lo que había pasado con Steve era una prueba de eso.
–Bien, ¿qué tal les fue a ustedes?–pregunté fingiendo la mejor de mis sonrisas.
–Bien, hoy tuve mucho trabajo y estoy cansado.–bostezó.–si no les molesta me daré una ducha y me iré a dormir, siento no poder estar con ustedes en la cena, pero el cansancio es más grande que mis ganas de comer.
–No te preocupes, Robin queda en buenas manos.–bromeó mi madre.
Nos dedicó una sonrisa y subió las escaleras.
Mi madre seguía viendo unos papeles mientras yo me servía limonada, se veía muy concentrada en lo que hacía.
–Estaré en mi habitación por si necesitas algo.–le dije tomando el vaso.
–¿No me quieres hacer compañía? Me podrías ayudar a ordenar estos papeles por fecha, sólo si quieres.
Lo pensé durante unos segundos, la verdad no tenía ganas de nada, pero decidí hacerlo, tal vez podría despejar mi mente por un rato.
–Está bien.–dije desanimada.
Me enseñó cómo había que ordenar aquellos papeles y me invitó a sentarme a su lado.
–Te veo extraña, estás como apagada ¿o es mi imaginación?–preguntó después de unos segundos.
Mi madre como buena profesional que es, sabe leer las actitudes de las personas, en especial a mí.
–No, no pasa nada, tranquila.
–Sabes que me puedes contar lo que sea... ya sé, ¿tuviste alguna discusión con Steve?
–Está todo bien, no hay de qué preocuparse.
El tema de Steve me tenía más que agotada, ya no podía seguir haciéndoles creer a mis padres que es mi novio.
–Robin.–dejó de hacer lo que estaba haciendo y me tomó la mano para que le prestara atención.
La miré, pero sabía que mis ojos cristalizados me iban a delatar.
|Clarity|
Eran cerca de las 22 hrs y necesitaba saber de Robin, como está, lo que estará haciendo, pero no me atrevía a ir a su casa después de lo que hablamos.
Puse la venda en mis ojos y con dificultad logré verla, estaba sentada con su madre en una mesa en la que habían muchos papeles encima.
–Tu no estás bien, anda, dime lo que te pasa, me preocupo por ti.–le dijo su madre tomándole la mano.
Robin miró al techo y suspiró.
–Discutí con alguien, y no, no es Steve, se trata de Clarity, tú sabes que ella y yo somos muy buenas... amigas, ella se enfadó conmigo porque le hice daño y ahora no me quiere ver.
–¿Qué tipo de daño?–preguntó su madre.
–Le mentí y ella no se lo merecía.
Estaban hablando de mí, Robin se veía triste y eso me dolía.
–¿Y hablaste con ella?
–Intenté hacerlo, le dije la verdad pero no me creyó.
–¿Y qué piensas hacer?
–No lo sé, no quiero perder su... amistad.
Ahora me sentía peor de lo que ya estaba, yo no le creí y fui muy fría con ella. Me había dolido lo que hizo, si, pero tampoco dejé que me explicara lo que pasó, no la quise escuchar porque mi enojo en ese momento no me dejó hacerlo, me sentí traicionada, pero ahora Robin estaba mal, también me sentía así por lo que le dije, y es que la verdad sólo hablé desde la rabia que tenía en ese momento.
–¿Te puedo hacer una pregunta?–dijo su madre, Robin la miró y asintió.–¿tú y Steve en serio están juntos?
–¿Qué tiene que ver eso con lo que te estoy contando?
–Tal vez tiene que ver, te conozco tanto.
Robin estaba nerviosa, se le notaba muchísimo.
–Pues...
–No me voy a enojar, te lo prometo, yo sólo quiero que estés bien.
–No, Steve y yo no somos novios.
Su madre se quedó en silencio.
–Lo siento, sé que no debí mentirles y estoy muy arrepentida.
–¿Te puedo hacer otra pregunta? Quiero que seas honesta.
Esta conversación me tenía de los nervios.
–¿Clarity se enfadó contigo por esta mentira?
Su madre estaba siendo muy directa y eso me asustaba.
–Si.
–¿Se puede saber por qué?
Ví que una lágrima resbaló por su mejilla, su madre la secó con su mano.
–Cuéntame, yo nunca te voy a juzgar por nada.
Su madre acercó más su silla hacia Robin para abrazarla.
–¿Tú y Clarity son novias?–le preguntó su madre cuando se separaron del abrazo, ella miraba a Robin a los ojos, no podía ni imaginar cómo estaría yo en su lugar.
Robin estaba siendo muy valiente.
ESTÁS LEYENDO
That's my girl | Robin Buckley
FanfictionRobin Buckley, una chica de 20 años llega a una ciudad donde todo es extraño para ella, debe adaptarse a los cambios y con ello buscar trabajo y hacer nuevos amigos. Se cruza con una chica que cambiaría su vida por completo, pero esta le oculta un g...