|Robin|
Había sido una mañana inolvidable, después de haber comido, dimos un paseo para conocer un poco más el parque. Era muy grande, había gente andando en patines y skate, parejas, niños jugando, abuelitos alimentando patos y gente paseando a sus perros.
–Tu llamada me asustó mucho, vine lo más rápido que pude.–dijo tomando mi mano.–nunca esperé encontrarme con algo así.
–Lo siento, era por una buena causa.–reí.
–Aún no asimilo todo esto, es increíble, tú eres increíble.
–Lo sé, soy la mejor.–guiñé un ojo.
Debía admitir que aún me costaba tomar su mano en público, eso llamaba la atención de la gente, nos miran como bichos raros, como si estuviéramos haciendo algo malo.
[...]
Ya era hora de almorzar, se nos había ido toda la mañana conociendo el parque, así que la invité a un restaurante que Steve me había recomendado. Quedaba a pocas cuadras de aquí así que podíamos ir caminando.
Ambas pedimos el mismo plato. La comida estaba muy buena y el lugar era muy elegante.
–Insisto en que no tenías porqué molestarte en hacer todo esto, es sólo un cumpleaños.–dijo ella viéndome.
–No es "sólo un cumpleaños", es TÚ cumpleaños y no es una molestia, nada que tenga que ver contigo será una molestia, todo lo contrario, además quiero que recuerdes este día siempre.
–Y así va a ser, este día entra en el top de mis días favoritos.–dijo riendo.
–¿Tienes un top de días favoritos?–pregunté mientras reía.
–Desde que te conocí lo tengo, porque cambiaste mi vida y sólo me has traído felicidad.
Tomé su mano sobre la mesa y sonreí.
–Te quiero.–dije acariciando su mano.
–Y yo a ti.
[...]
Ya habíamos comido, y ya había pasado cerca de una hora desde que salimos del restaurante. Seguimos paseando, tomamos helado, hablamos, reímos y la pasamos increíble.
[...]
Eran las tres de la tarde, estábamos un poco cansadas de tanto caminar y al día siguiente tocaba trabajar, así que decidimos volver a casa para descansar.
Nos subimos al auto de Clarity y ella comenzó a conducir.
[...]
Cuando llegamos, Clarity se estacionó frente a mi casa y se bajó para despedirse de mí con un abrazo.
–Gracias por el día de hoy, ha sido el mejor cumpleaños que he tenido.
Sentí su olor, me encantaba.
–Me alegra mucho saber eso.–dije separándome del abrazo.
–¿Nos vemos mañana? Paso por ti a la hora de siempre.
–Claro, estaré lista.–sonreí al igual que ella.
–Adiós, que tengas una linda tarde.–dejó un beso corto en mis labios.
–También tú, adiós.–dije volteándome para ir a la entrada de mi casa.
Esperé que se fuera y abrí la puerta.
Me encontré con mis padres sentados en el sofá viendo televisión.
–Hola.–dije a mis padres.
Ellos me saludaron al unísono.
Iba a poner un pie en el primer peldaño de la escalera pero el llamado de mi madre hizo que me volteara a verlos.
–¿Estás muy cansada?–preguntó ella.
–No mucho, ¿por qué? ¿pasó algo?–dije caminando hacia ellos.
–No, sólo queríamos tener una conversación como familia, hace mucho que no nos sentamos los tres a conversar.–apagó el televisor.
Me senté frente a ellos.
El simple hecho de que mi madre haya apagado el televisor para conversar me asustaba.
Tal vez sospechaban algo.
–Te queríamos pedir perdón, tu madre y yo hemos estado trabajando mucho y casi no tenemos tiempo para ti, para escucharte, así que nos gustaría saber cómo estás, cómo te sientes aquí.–dijo mi padre.
Me quedé en silencio, tragué saliva y a los segundos hablé.
–Pues... me he sentido bien, estoy bien y no tienen que preocuparse por mí, tengo veinte años y sé cuidarme sola, de hecho estoy muy contenta porque ustedes tienen un buen trabajo, he conocido gente, lugares, y la verdad ya me acostumbré a Hawkins.
–Nos alegra saber eso, pero...
–¿Pero qué?–levanté una ceja.
–Iré al grano.–hizo una pausa, sabía que algo pasaba, ellos no acostumbran a sentarse y hablar conmigo de esta forma.–tu madre y yo hemos pensado que pasas mucho tiempo con Clarity, o tal vez te estás viendo con alguien y nos dices que estás con ella para no contarnos con quién sales, ¿acaso tienes novio?
–¿Qué? ¿es una broma?–pregunté viéndolos a ambos.
Si era una broma, era de muy mal gusto.
–Sales mucho, la otra noche supuestamente te quedaste en casa de Clarity y bueno, nos gustaría saber cómo está tu corazón.
Mis padres estaban siendo muy directos y todas esas preguntas me estaban poniendo de mal humor.
–Esa noche sí me quedé con ella... y mi corazón está bien, no se preocupen.–dije levantándome del sofá, lista para ir a mi habitación.
–No queremos que te enfades, sólo nos preocupamos por ti y nos gusta que tengas una amiga, pero pasar mucho tiempo con esa chica no te hace bien, todo lo haces con ella, también necesitas estar con más gente.
Temía cómo podía terminar esta conversación.
–Papá, estoy bien, ya no soy una niña para que me digan con quién me debo juntar y con quien no.
–Nunca pensé decir esto pero... me gustaría que tuvieras un novio y así...
–Por favor, no sigas hablando papá, estoy cansada, subiré a mi habitación.–lo interrumpí molesta.
–Robin, estamos hablando.–dijo mi madre.
–¿Podemos seguir esta conversación en otro momento? Linda tarde.–subí a mi habitación y cerré la puerta de golpe.
Me recosté en mi cama y suspiré.
Había sido un día especial y mis padres no lo iban a arruinar.
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That's my girl | Robin Buckley
FanfictionRobin Buckley, una chica de 20 años llega a una ciudad donde todo es extraño para ella, debe adaptarse a los cambios y con ello buscar trabajo y hacer nuevos amigos. Se cruza con una chica que cambiaría su vida por completo, pero esta le oculta un g...