Capítulo 9: Cosas del corazón.

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|Robin|

A la mañana siguiente, sonó mi despertador.

–¡Maldición!–grité cubriendo mi cara con la almohada.

Hora de ir al trabajo.

Clarity no vendría por mi, así que me levanté rápidamente, me di una ducha con agua tibia y me vestí con mi uniforme de marinera. Me maquillé de forma sutil y bajé a desayunar, mis padres ya se habían ido a trabajar, ellos entraban antes que yo así que desayuné sola.

Iba muy bien respecto a la hora así que esperé el autobús.

Sentía que la cabeza me iba a explotar, no quería encontrarme con Clarity hoy, no tenía ánimos de nada.

Luego de unos minutos dándole tantas vueltas al asunto, llegó el autobús.

[...]

Steve ya había llegado y estaba atendiendo a una pareja. Cuando notó mi presencia sonrió y se acercó a mí.

–Buenos días, ¿amaneciste mejor?–preguntó saludándome.

No le respondí, entré a dejar mis cosas, suspiré, me senté y llevé mis manos a mi cara.

–¿Robin? ¿Pasa algo?–dijo Steve abriendo la ventanilla.

Lo miré.

–¿Estas enferma? ¿te duele algo?–preguntó.

–No, son cosas del corazón.–respondí ahora desviando la mirada.

–Cosas del corazón... Robin, puedes confiar en mí.

–Entonces ven y siéntate a mi lado, los clientes tocarán la campanilla si necesitan algo.

Quería contarle a Steve lo que había pasado, él se había convertido en un buen amigo, aunque tenía miedo de su reacción.

Cerró la ventanilla y lo vi entrar.

Se sentó frente a mí y me miró esperando que yo dijera algo.

–Steve, no sé como te vas a tomar esto... tengo miedo de tu reacción.–suspiré viéndolo.

–¿Es algo malo?

–Tal vez para ti lo es.

–Dime, me estás asustando.

–Bien... al principio tú intentaste ligar conmigo y yo te rechacé por una razón... me gustan las chicas, específicamente... Clarity.–dije con miedo, el corazón me latía muy rápido.

Se quedó en silencio.

–Dime algo, por favor.

No era fácil contarle a alguien esto, Steve es la primera persona a la que le cuento sobre mi orientación sexual y estaba temblando, sobre todo porque no decía nada, ni siquiera me estaba mirando.

–Te gustan las chicas, wow... Robin...–tomó mis manos.–tú sabes que puedes confiar en mí y que puedes contar conmigo para lo que sea, ¿verdad?

Asentí.

–Bien, no te voy a juzgar, eso no está bien visto, pero... ¡esa gente que se joda! Robin, tienes mi apoyo, en todo.–dijo viéndome ahora a los ojos.

–No pensé que te lo tomarías de esta forma, eres el primero en saberlo y no sabes el miedo que tenía de que reaccionaras mal.–dije con una sonrisa y con los ojos cristalizados.

–Pero, ¿qué pasa con Clarity?

–Ayer nos besamos, estábamos en mi habitación y solo sucedió, yo creí que lo que sentía por ella era mutuo, pero me equivoqué, se quiso alejar de mí para que las cosas entre nosotras se "calmaran" y la verdad es que no quiero perderla.–hice una pequeña pausa y seguí hablando.–Clarity es una persona maravillosa, ayer fue la primera vez que nos dedicamos un "te quiero", nos dijimos algunas cosas muy bonitas y luego pasó eso, no entiendo nada, no entiendo su reacción y siento que no puedo estar lejos de ella...

–Robin, no soy un experto en el amor como ya sabrás.–dijo viendo la pizarra en la que yo anotaba cada intento fallido de Steve al ligar con chicas.–...pero si en verdad la quieres, tienes que hacérselo saber y no con palabras, sino con hechos, he notado que ustedes son inseparables, ahora entiendo porqué, pero lo que no puedo entender es cómo pudo reaccionar así, o sea, ¡dios! ¡Eres Robin Buckley!–dijo esto último riendo.

–Ser Robin Buckley no significa nada.

–¿Por qué crees que intenté ligar contigo cuando nos conocimos? Porque eres un chica muy guapa y ahora lo puedo confirmar, eres una persona hermosa tanto por dentro como por fuera, además de ser muy inteligente, madura y graciosa.

–Gracias, Steve, me alegra que seas tú la primera persona en saber mi secreto.–sonreí y me levanté para abrazarlo.

–Puedes confiar en mí y contarme lo que sea, yo nunca te voy a juzgar, no soy quién para hacerlo.–dijo abrazándome aún más fuerte.

La campanilla comenzó a sonar y nos separamos, decidí salir yo a atender, era un chico con una niña más pequeña, compraron dos helados y salieron.

|Clarity|

Día uno sin Robin.

¿Cómo habrá amanecido? ¿Cómo habrá llegado al trabajo? Claramente no pasé por ella esta mañana y quería ir a saludarla y hacerle personalmente todas las preguntas que tenía, pero no podía dejar de lado mi orgullo, me estaba matando.

Soy una idiota, Robin me encanta y ese beso era lo que estaba deseando hace mucho.

–Clarity, ¿pasa algo?–preguntó mi compañera de trabajo al verme tan pensativa.

–No, estoy bien.–sonreí.

Ella ayer no quería que me fuera y quería aclarar lo que había pasado y como soy una idiota no la dejé.

Siento que soy adicta a ella, desde el día uno en que nos conocimos supe que era la indicada.

No aguantaba, quería verla, saber lo que estaba haciendo.

–Iré al baño, vuelvo en un momento.–dije a mi compañera, la que se encontraba sentada a mi lado.

Me levanté y como dije, fui al baño, puse una venda en mis ojos e intenté buscar a Robin.

Me costó mucho, pero finalmente lo logré.

Estaba hablando con Steve pero no lograba escucharlos debido al ruido que había afuera, tampoco me podía concentrar.

En un momento vi como se abrazaban.

Tal vez le gusta Steve, tal vez ellos se gustan y yo solo me estoy haciendo ilusiones con Robin.

That's my girl | Robin BuckleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora