That's my girl | Robin Buckley

Capítulo 19: De mal en peor.

|Clarity|

Le quería dar una sorpresa a Robin, quería ir a su casa sin que ella se lo esperara, pero la sorpresa me la llevé yo.

Ella y Steve se estaban besando.

Algo le dijo a sus padres y ellos entraron. Robin iba a cruzar la calle para venir hacia mí pero yo no quería explicaciones, comencé a correr, ella no me siguió.

Cuando llegué a mi casa, dejé mi bolso en el sofá y subí a mi habitación. Comencé a llorar, no podía quitarme esa imagen de la cabeza. Ella no hizo nada para detenerlo, para evitar que él la besara.

Sus padres sabían que ellos estaban juntos... ¿por qué me mintió?

Le creí todo, creí que en verdad me quería, todo lo que había hecho para mi cumpleaños fue falso, cada palabra que me dedicó, todo era una mentira.

|Robin|

Entré a mi casa, mis padres me iban a decir algo pero los ignoré, no quería que me siguieran hablando del perfecto novio que era Steve. Subí a mi habitación y cerré la puerta.

Tomé el teléfono y marqué a la casa de Clarity.

–Por favor responde.–dije para mi misma.

Marqué muchas veces pero ella no quería contestar y lo entendía.

Entendía que me estuviera odiando por lo que vió, pero no pensé que Steve lo iba a hacer.

Me acosté en mi cama mirando el techo, suspiré y comencé a odiarme profundamente por haber aceptado la idea de Steve, ¿ahora cómo iba a salir de esto?

Le mentí a mis padres y ahora no sé lo que estará pensando mi novia acerca de mi.

Miré la hora, ya eran las once veinte, me lavé los dientes y me puse pijama para dormir. Mi corazón latía rápido, mañana debía hablar con Clarity y explicarle todo.

[...]

A la mañana siguiente, asumí que Clarity no vendría por mi, así que me levanté antes de la hora que acostumbro para darme una ducha y vestirme.

Mi padre ya debía estar en el trabajo mientras que mi madre se encontraba en la cocina, cosa que me extrañó mucho.

–Buenos días.–dijo mi madre al verme.

–Buenos días, ¿por qué no estás en el trabajo?

Mi madre es psiquiatra, siempre le ha gustado mucho su trabajo y la admiro demasiado, ya que no muchas personas pueden decir que están del todo felices con su trabajo, me incluyo. Mi padre es ahora jefe de una fábrica, gracias a ese puesto que le dieron nos tuvimos que mudar a Hawkins. Llega muy cansado todos los días pero se nota que también es feliz.

–Los dos pacientes que tenía hoy me han cancelado.–dijo sirviéndome el desayuno.

–Ya veo.–asentí y le di un sorbo a mi café.

–¿Clarity vendrá por ti?–preguntó luego de unos segundos.

Suspiré y pensé qué decir.

–Amaneció enferma así que no podrá llevarme.–dije desviando la mirada.

–¿Quieres que te lleve?–preguntó sentándose a mi lado.–Hace mucho que no pasamos tiempo como madre e hija.

–¿En serio lo harías?–pregunté.

–¿Por qué no?