|Clarity|
–¿Tú y Clarity son novias?
Robin asintió sin poder hablar, ella estaba llorando.
–¿Por qué lloras cariño?
–Lo siento mamá.
–¿Me estás pidiendo perdón? Robin, no estás haciendo nada malo, tú no estás sola en esto, yo te apoyaré siempre.
Su madre la abrazaba y acariciaba su cabello como si fuera una niña mientras ella lloraba, me sentía tan mal, quería estar con ella y decirle lo valiente que estaba siendo, la admiraba un montón.
Me quité la venda de los ojos, sequé la sangre de mi nariz y me llevé las manos a la cara, comencé a llorar, sentía tanta rabia conmigo misma.
|Robin|
No podía creer que mi madre se haya tomado de tan buena forma lo de Clarity, ella siempre me ha apoyado en todo, pero pensé que no llegaría a entender esto.
–Puedes desahogarte conmigo y contarme lo que sea, eso nunca lo dudes.–dijo mi madre cuando nos separamos del abrazo.
–No se lo dirás a papá, ¿verdad?–la miré con preocupación.
–No, eso se lo tendrás que decir tú, pero cuando estés lista.
–Gracias, no sabes lo importante que es para mí tener tu apoyo en esto.–dije secando mis lágrimas y sonreí.
–¿Sabes lo que harás mañana?–preguntó y yo negué con la cabeza.–Vas a ir de forma muy positiva a hablar con ella y le dirás cómo te sientes, y en cuanto a nosotras, dejarás de ocultarme cosas, ¿bien?
Asentí y la abracé.
–Ahora ve a dormir, que ya es tarde y mañana tienes cosas que hacer, yo seguiré con estos papeles, te quiero.
–También te quiero, gracias nuevamente.
Ella me guiñó el ojo con una sonrisa y subí a mi habitación.
Esa noche me costó mucho dormir, tenía muchas cosas en la cabeza, pero me había sacado un gran peso de encima al contárselo a mi madre, no hay nada mejor que tener el apoyo de la persona más importante en tu vida con algo tan delicado.
[...]
A la mañana siguiente, me desperté antes de lo que acostumbro, había dormido muy poco y no quería ni pensar en cómo iba a estar hoy en el trabajo.
Mis padres ya se habían ido a trabajar, me di una ducha corta, me vestí y desayuné rápido.
Hoy tocaba hablar con Clarity, pero no podía dejar de pensar en que tal vez sigue sin querer verme o escuchar más explicaciones sobre lo ocurrido.
[...]
Al llegar al trabajo, Steve aún no llegaba, miré la hora y me di cuenta que había llegado media hora antes, el autobús no se había tardado mucho.
Me puse el uniforme de trabajo y cuando estaba lista me apoyé en el mesón para pensar, le estaba dando muchas vueltas al asunto y el corazón me latía rápido.
–¿Hola? Tierra llamando a Robin.–vi de repente a Steve frente a mi.
–Lo siento, dormí muy poco y tengo muchas cosas en la cabeza.
–Tal vez deberías dejar de pensar y comenzar a actuar.
Tenía razón.
Steve se quedó mirándome al notar que no decía nada.
–Ve a hablar con ella, yo te cubro.
–¿Lo dices en serio?
–Tú estás mal y todo fue por un error mío, así que si, hablo en serio.
–Gracias, no me tardo.–dije para luego salir corriendo de la heladería.
Estaban recién abriendo la tienda, Clarity venía caminando, pensé que me iba a ignorar, pero se detuvo frente a mi.
–Hola... ¿ti-tienes un... un tiempo?–pregunté tartamudeando de lo nerviosa que estaba.
–Dejaré mis cosas y vuelvo.
Ella entró a la tienda y tal como había dicho, dejó sus cosas y a los minutos salió.
Nos sentamos en los mismos asientos de ayer, esperaba que no ocurriera la misma escena.
–Clarity, yo... bueno...no sé por dónde empezar.
Ella tomó mi mano y la acarició.
–Te creo.
–¿Qué?
–Ayer fui muy injusta, me sentí tan traicionada que hablé sin pensar, así que perdón.
–Yo soy la que te tiene que pedir perdón, no sabes lo arrepentida que estoy y...
–No, Robin, no estás entendiendo, te estoy pidiendo perdón de verdad, yo... también te mentí.
No entendía de qué hablaba, estaba confundida y a la vez tenía miedo de lo que podría decir.
|Clarity|
Llegó la hora, debía decirle la verdad sobre mi, sobre quién soy en realidad, no sabia cómo decírselo y temía su reacción.
–Me estás asustando.–dijo interrumpiendo mis pensamientos.
–Deberías tener miedo, no soy quien crees.
–No entiendo nada, ¿me puedes decir lo que pasa?
–Después de esto sé que me vas a temer, pero quiero que sepas que yo nunca te haría daño.
–Ya dime.
–Tengo poderes de telequinesis.
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That's my girl | Robin Buckley
FanfictionRobin Buckley, una chica de 20 años llega a una ciudad donde todo es extraño para ella, debe adaptarse a los cambios y con ello buscar trabajo y hacer nuevos amigos. Se cruza con una chica que cambiaría su vida por completo, pero esta le oculta un g...