That's my girl | Robin Buckley

Capítulo 14: Idea de cumpleaños.

|Robin|

Me desperté cerca de las diez y Clarity seguía durmiendo a mi lado. Recordé lo que había pasado por la noche y una sonrisa inconsciente se formó en mi rostro.

Acaricié su mejilla, se veía tan dulce durmiendo que me daban ganas de quedarme viéndola todo el tiempo.

Se despertó por mi tacto, abrió los ojos lentamente y se quejó.

–¿Qué hora es?–dijo bostezando.

–Casi la diez, siento haberte despertado.

–¡¿Qué?! ¡Mierda!–dijo levantándose mientras se cubría con la sábana.

–Clarity, es sábado, hoy no trabajamos.–dije riendo.

–Lo olvidé.–comenzó a reír junto conmigo y volvió a la cama.–¿Qué hacías mientras yo dormía?–preguntó acomodándose cerca de mí.

–Te observaba, ojalá pudieras ver lo guapa que luces mientras duermes.–dije quitándole algunos mechones de cabello de la cara.

Se cubrió la cara con las manos riendo, cosa que me dió mucha ternura.

–Mírame.–tomé sus manos para ver su cara, estaba roja.

–Me da vergüenza, debo ser un tomate.–dijo haciendo fuerza para no dejarme verla.

Ambas reíamos. Deseaba que este momento nunca acabara, no quería pensar en el futuro, de lo que podrá pasar, de lo que dirán los demás. Sólo sabía que quería estar con ella.

[...]

Mañana era el cumpleaños de Clarity y yo no podía estar más feliz, tenía una idea que esperaba que funcionara. Sería algo difícil pero lo iba a intentar.

Ya nos habíamos duchado y vestido, así que nos disponíamos a bajar para desayunar.

–¿Qué planes hay para hoy?–preguntó Clarity cuando nos sentamos a la mesa.

–Lo siento, después de desayunar me tengo que ir, mi madre anoche se oía preocupada.–dije pensando en el plan que tenía.

Debía llegar a casa y llamar a Steve, necesitaba su ayuda para que mi idea funcionara.

–¿Y qué harás en la tarde?–preguntó.

No sabía qué decir, necesitaba este día para preparar todo.

–Tal vez salga con mis padres, no estoy segura, pero te puedo llamar, ¿te parece?–dije intentando sonar convincente.

–Bien.–dijo dándole un sorbo al café.

Cuando acabamos de desayunar, ayudé a Clarity a lavar las tazas, miré la hora y pensé en que ya debía irme.

–Clarity, es hora de que me vaya.–dije secándome las manos.

–Está bien... gracias por... ya sabes, la noche.–dijo nerviosa.

Me acerqué a ella y tomé sus manos.

–Gracias a ti, nunca voy a olvidar el día de ayer.–sonreí.

–Ni yo.–me dió un abrazo y al separarnos dejó un corto beso en mis labios.

Tomé mis cosas que estaban en el sofá y me dirigí a la puerta.

–¿Quieres que te lleve?–preguntó antes de que saliera.

–Cariño, vivo solo a cinco minutos.

Se quedó en silencio, con una sonrisa.

–¿Qué pasa y por qué me miras así?–pregunté riendo