|Robin|
Ya estaba de vuelta en la heladería, quedaba un largo día de trabajo por delante y yo no me podía sentir más feliz.
Después de todo, Clarity tenía razón, nunca sabremos cuando será la última vez que veremos a una persona y es malo tener rencor, nos sentiríamos culpables por el resto de nuestras vidas.
Cuando volví a mi puesto de trabajo, Steve me quedó viendo, yo solo pude sonreír.
Entró un cliente, pidió su helado y Steve se lo dió, yo recibí el dinero y luego se fue.
Steve me seguía mirando.
–¿Por qué me ves?–pregunté.
–Porque te veo bien y eso me gusta.
–Gracias, no sabes todo lo que me has ayudado.
–Deja de agradecerme, lo hago porque te quiero.–dijo acercándose a mi para revolverme el cabello.
[...]
Era hora de almorzar, la mañana había pasado muy rápida, tal vez por lo bien que me sentía. No podía dejar de pensar en Clarity, ella ocupaba un gran espacio en mi cabeza.
–¿Irás a comer con Clarity?–preguntó Steve.
–Creo que si.
–Fue un gusto comer contigo estos días.–me miró apenado.
–No pongas esa cara, me gusta estar contigo, lo disfruto mucho.–sonreí y lo abracé, él me abrazó aún más fuerte.
–Nos vemos luego.–dijo él.
Salí de la heladería y me dirigí al lugar de trabajo de Clarity, ella estaba atendiendo a una mujer de unos 40 años más o menos.
Entré y al verme ella sonrió.
–Hola, chica ahoy.–dijo acercándose a mi.
–Oh, mira esto, ¿cómo crees que se me vería puesto?–dije señalando un vestido muy bonito.
¿No les ha pasado que ven ropa muy bonita, pero no se atreven a usarla porque piensan que no se les verá o simplemente no es de tu tipo pero aún así te encanta? Bien, eso me pasa con los vestidos, me gustan pero no sería capaz de usar uno.
–Si hay algo que envidio de ti, es que todo se te ve bien, así que lucirías hermosa con lo que te pongas.–dijo acomodando mi cabello.
Nos miramos a los ojos por unos segundos. Quería besarla, pero estábamos en un lugar público y en su trabajo, esto podría traer consecuencias.
–¿Te parece si almorzamos juntas?–dije rompiendo el silencio.
–Ella fue la última clienta, así que si.
Habló con una de sus compañeras de trabajo y a los segundos volvió a mí.
Mientras caminábamos al lugar donde íbamos a comer, hablábamos sobre cosas sin sentido, como si nada hubiese pasado, y la verdad, ya quería dejar todo atrás.
[...]
Ya estábamos sentadas almorzando, quería que las horas pasaran lentas para estar más rato con ella, la había extrañado un montón.
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That's my girl | Robin Buckley
FanfictionRobin Buckley, una chica de 20 años llega a una ciudad donde todo es extraño para ella, debe adaptarse a los cambios y con ello buscar trabajo y hacer nuevos amigos. Se cruza con una chica que cambiaría su vida por completo, pero esta le oculta un g...