46.

3.7K 215 24
                                    

María soltó un sollozo y se giró para abrazarlo fuertemente sosteniendo aún la carta. Steve acarició el cabello de la chica mientras con la otra mano abrazaba su cintura.

—Te amo Steve. Te amo con todas mis fuerzas—le susurró en el oído mientras su llanto persistía.

El rubio sonrió escuchando aquellas palabras que eran música para sus oídos. Se separaron un poco para mirarse. El hombre se acercó a los labios de la chica besandolos suave y delicadamente para así decirle en ese beso cuánto la amaba. Después de separar sus labios, Steve limpió las lágrimas de las mejillas de María suavemente.

—Eres lo mejor que me pudo haber pasado. Te agradezco mucho por todo—juntó sus frentes aún mirándola a los ojos que se rehusaban a guardar lágrimas.—la vida no me alcanzará ni menos unos detalles para demostrarte cuánto te amo—murmuró cerrando los ojos y acariciando la cintura de la chica.

María puso las manos en las mejillas del rubio para besarlo lentamente.

—Nunca te apartes de mí, chico de Brooklyn—dijo después de separar sus labios y mirándolo a los ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Nunca te apartes de mí, chico de Brooklyn—dijo después de separar sus labios y mirándolo a los ojos.

Él negó con la cabeza levemente.—Primero muerto antes de hacerlo—susurró.

María sonrió y bajó la mirada fijandola en la carta.—Jamás nadie me había escrito una...—volvió a mirar los ojos de Steve.—te has convertido en mi primera vez de muchas situaciones—ladeó la cabeza mientras sus mejillas se sonrojaron.

—Me alegra escucharlo—besó su frente tiernamente.

—Sabes que no puedo aceptar el collar ¿Cierto?—le dijo dejando la carta doblada en un cajón de su mesita de noche.

—¿Porque? ¿No te gustó?—frunció el ceño.

—No, no—negó rápidamente acercándose a él y tomando sus manos.—me encantó. Simplemente que no sé, es algo...—hizo una mueca.—¿Costoso?—arrugó la nariz haciendo que Steve riera.

El rubio se separó de ella y buscó el collar en la caja pequeña, lo sacó y se acercó de nuevo a María que lo miraba sonriendo levemente. Le hizo una seña para que se girara y ella obedeció después de un suspiro sujetando su cabello para que Steve pudiera colgar el collar en su cuello.

—Listo—susurró en su oído tocando sus brazos con delicadeza.

María soltó su cabello y se giró tocando el dije.—¿Cómo me queda?—murmuró nerviosa.

—Perfecto—dijo mirándola con ternura. Se veía hermosa con el cabello suelto sobre sus hombros y el collar colgando de su cuello le quedaba de maravilla.

La chica sonrió y colocó los brazos alrededor del cuello del rubio para besarlo. Steve la atrajo más a ella poniendo las manos en la cintura. El besó se intensificó haciendo que el rubio levantara a María para que colocara las piernas alrededor de su cintura.

La Hija De StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora