10.

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Soy el puto amo tecnológico—escuchó alardear a John.

Poco a poco fué abriendo los ojos, la luz la golpeó en toda la cara y levanto su mano derecha para tapar el sol, se removió de la cama en donde se encontraba y soltó un quejido de dolor.

—Despertó—anunció Ice acercándose a ella.

Estaba en una habitación con un ventanal que tenía la vista de Ámsterdam.

—Buenos días bella durmiente—dijo John ayudandola a sentarse en la cama.

—Estamos en el edificio secreto de Fury por si te lo preguntas—Ice se sentó en un mueble al lado de la cama. Ella asintió.

—¿Quién me cambió?—miró su vestimenta que consistía en un short negro y una camisa de tirantes blanca. Su brazo izquierdo se encontraba vendado y una minúscula mancha de sangre se apreciaba en el centro.

—Una doctora de SHIELD, te administró un sedante para que durmieras más y no sintieras tanto dolor al cerrar la herida de bala—informó John.

—¿Qué hora es?.

—11:36am.

—¿Ya vino Fury?—se fué levantando de la cama sintiendo el brazo pesado y haciendo una que otra mueca de dolor.

—Sí, ya vine—hizo su aparición con María Hill a su lado.

—Jefe—dijeron al unísono los tres.

Le dieron el informe de todo lo sucedido y les entregaron el dispositivo y el respaldo a María Hill.

—Bien. Después buscaremos a DeLuca, por ahora cumplieron con la misión—juntó sus manos en su espalda en su típica pose seria.

—¿Cuándo podremos irnos, jefe?—preguntó Ice cruzándose de brazos.

—Su quinjet sale a las 0000 horas—respondió. Ellos asintieron.

—Estaremos en contacto—finalizó. Salió por la puerta y María suspiró.

•••

—Los extrañaré—les sonrió. Ya estaban en la rampa de uno de los quinjet.

—Nosotros igual—los abrazó con cuidado por la herida.

—Me llaman al llegar, nos veremos pronto—les asintió.

Salió de la rampa y se introdujo en el quinjet que la llevaría a Nueva York.

•••

Nueva York, isla de Manhattan 6:50am

Estaba en un taxi camino a la Torre Stark, había sido un largo viaje, cambiaron sus vendas en el quinjet antes de bajarse, le dolía pero lo soportaba. Estaba indecisa sobre si decirle a su padre que la habían herido con una bala.

Minutos más tarde llegó a la Torre y le pagó al conductor, bajó su maleta y su mochila. Dos hombres de negro y comunicadores la ayudaron con el equipaje, la dejaron pasar sin problema al edificio ya que se sabía quién era. Subieron por el único ascensor que iba a donde su padre vivía y que también iba a las habitaciones, fueron a la suya y les agradeció el haberle ayudado.

Se dió una ducha y cambió su vendaje de nuevo, tenía que ir a la universidad a costa del dolor.

Sus clases empezaban a las 10 y aún era muy temprano, así que decidió ir a ver a su papá y comer algo.

La Hija De StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora