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11:15am

María con lágrimas bajando por sus ojos recorriendo sus mejillas buscó algodón y alcohol mientras Steve quitaba la parte de arriba de su traje y se sentaba en el borde de la cama.

La chica se acercó a él ya con el algodón y alcohol, se arrodilló en el suelo frente a él para así poder limpiar la herida causada por el impacto del rayo que le lanzó Tony. Aunque Steve le había dicho cantidades de veces que no es algo grave para él, ella insistió en ver la herida para limpiarla.

—No has parado de llorar desde lo ocurrido hace unas horas...—murmuró mirándo cómo ella agachaba la mirada aunque el la alzó para que lo mirara.—por favor, deja de llorar—suplicó levantándola del suelo y sentandola en sus piernas.

—No puedo evitarlo—susurró débil aún botando lágrimas de sus ojos. Sorbió su nariz y carraspeó su garganta.—hubiera preferido que se enterara por nosotros—apoyó su cabeza en el pecho desnudo de el rubio.

—Pienso lo mismo—suspiró dándole un beso en la frente.

María se despegó de él para mirar su abdomen, tenía un moretón del cuál había un poco de sangre seca.

—¿No te duele?—preguntó preocupada haciendo una mueca.

—Te he dicho que no—rió un poco quitando un mechón del rostro de María.

La chica limpió las lágrimas de su rostro para comenzar a limpiar la herida de Steve. Minutos después él fué a tomar una ducha, pues estaban en la habitación de él.

María lo esperó acostada en su cama con las sábanas cubriendo su cuerpo. Rezaba porque el día de mañana fuera diferente. Hablaría mejor con su padre cuando estuviera más calmado. Pasaron unos minutos hasta que Steve salió del baño con una toalla enrrollada en su cadera y el cabello mojado.

—Podría pasar así el resto de mis noches—habló más tranquila mirando al rubio.

Él sonrió levemente mirándola, acostada en su cama.—Igual yo—le guiñó un ojo haciendo que soltara una pequeña risa.

Se vistió y acostó al lado de ella abrazándola por la cintura y acercándola a su pecho.

—Mañana será un mejor día—le susurró en su oído.

Ella asintió y se giró acurrucandose en el pecho de Steve. Y sólo bastaron unos minutos de caricias para que ambos cayeran dormidos.

Por la mañana, Steve se levanta gracias a un aviso de Jarvis de que tendrían una reunión en la sala da Juntas

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Por la mañana, Steve se levanta gracias a un aviso de Jarvis de que tendrían una reunión en la sala da Juntas.

Después de darse una ducha y hacer sus necesidades salió de la habitación sin antes acercarse a María quién dormía plácidamente.

Acarició su rostro y luego su cabello para después darle un beso en la frente.

Acarició su rostro y luego su cabello para después darle un beso en la frente

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La Hija De StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora