«Y todos los caminos que tenemos que caminar son sinuosos. Y todas las luces que nos guían nos están cegando. Hay muchas cosas que me gustaria decirte y no sé cómo»
«En tu miedo, sólo buscas la paz. En su miedo, buscas sólo amor»
«Nada me...
La jóven tomó al pequeño bebé entre sus brazos, lo meció un poco para que calmara su llanto incesante mientras la novia de su padre preparaba su biberón.
Al enterarse que sería un niño María no pudo estar más alegre, lloró junto a Pepper mientras la Doctora Cho mostraba en la pantalla al pequeño ser dentro de la rubia, su padre pudo evitar soltar unas lágrimas que amenazaban con salir, su sonrisa era tan grande que iluminaba la habitación del consultorio.
El día que nació, justo cuando Pepper cumplía los nueve meses de embarazo, rompió fuente por la mañana de ese día, inmediatamente se dirigieron al hospital de Cho a toda carrera pues después de romper fuente comenzaron unas contracciones.
Cuando llegaron fue atendida por el personal de Seúl y fue inevitable que algunos periodistas supieran que era el día en que Pepper Potts, novia y jefa de Industrias Stark daría a luz. La noticia salió en todos los noticieros causando una gran molestia y preocupación en Tony, tanto que mandó a duplicar la seguridad en el hospital diciendo que después se encargaría y que en ese momento sólo le importaban la salud de el bebé y Pepper.
Mientras su padre acompañaba a la rubia en el parto Happy, Banner y María esperaban en una sala de espera al lado del quirófano.
La chica caminaba de un lugar a otro ansiosa, Bruce y Happy hacían comentarios graciosos para que el tiempo pasara volando.
En el momento que se escucharon los llantos de bebé la chica soltó un sollozo cubriendo su rostro, Happy la abrazó y felicitó con una enorme sonrisa al igual que Bruce.
Unas dos horas después los dejaron entrar a la habitación de hospitalización dónde estaban Pepper y Tony. Al abrir la puerta se encontraron con la novia de Stark en la camilla con una vía y varios cables para medir sus latidos y otras cosas mientras Tony tomaba su mano sentado en un sillón.
María abrazó a su padre y le dedicó una sonrisa a Pepper quién correspondió cansada y agotada por el parto.
—Todo salió perfecto, en un rato traen al bebé—dijo su padre con una gran sonrisa en su rostro.
Cuando la enfermera lo trajo en una pequeña camilla especial para ellos de los ojos de la chica se llenaron de lágrimas al ver a ese pequeño niño cubierto por su ropa blanca y abrigado con una manta azul.
Su padre lo tomó entre sus brazos y se lo entregó a su hija con sus ojos vidriosos.
Con cuidado lo puso entre sus brazos y meció un poco al niño que dormía plácidamente.
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No pudo evitar que varias lágrimas salieran de sus ojos. Su padre miró la escena enternecido y limpió una lágrima que escapó de sus ojos.
