«Y todos los caminos que tenemos que caminar son sinuosos. Y todas las luces que nos guían nos están cegando. Hay muchas cosas que me gustaria decirte y no sé cómo»
«En tu miedo, sólo buscas la paz. En su miedo, buscas sólo amor»
«Nada me...
Luego de llegar de la universidad y poner sus cosas en su habitación llamó a su madre para preguntar si ya había llegado.
—Llegué al mediodía y pasé por la sucursal, tienes que ver cómo está quedando de preciosa no tuve que hacerle muchos cambios.
—Me alegro mamá—sonrió sentándose en su escritorio.
—Iré a verte en una hora—le informó.
—Esta bien, te espero—ésta vez se quedaría en uno de los hoteles más prestigiosos de Nueva York, según su madre, no quería molestar a Tony y menos a Pepper por quedarse en la Torre, aunque ambos habían dicho que no había problema y le insistieron un poco pero ella se negó rotundamente.
Se reclinó en su cómoda silla giratoria pensando en que regalarle a su padre, y la verdad no tenía ni idea que darle y solo quedaban dos días.
Lo dejó para último minuto y eso la estresaba.
Entonces recordó el nombre de la banda favorita de su padre desde pequeño.
—¡Bingo!—se acomodó en la silla y abrió la laptop para buscar el contacto del grupo.
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—Me alegra verte mamá—dijo dándole un abrazo.
—También a mí hermosa—la estrujó contra su pecho.
Caminaron a la sala y se sentaron. María le comentó el regalo que le tenía a su padre y su mamá estaba fascinada con la idea ya que también era una de las bandas favoritas de ella.
—Entonces, ¿Que ha pasado con el asunto?—dijo su madre mirándola fijamente.
—¿Que asunto?—frunció el ceño aunque ya veía venir de que se trataba.
—Uno que se llama Steve Rogers—sonrió pícara.
—¡Ay mamá!—se levantó del sofá y caminó hacia el pequeño bar.
Amanda la siguió y se sentó en un banquito mientras María se posiciona detrás de la barra sirviéndose un whisky con hielo.
—No ocurre nada ¿Bueno?—alzó sus manos en señal de que terminara el tema. Pero cómo toda buena madre prosiguió.
—Eso ni tú te lo crees—se cruzó de brazos. María suspiró y alzó el vaso con whisky y hielo con dirección a su madre y ella negó con la cabeza. La chica se encogió de hombros y dió un trago.