La Hija De Stark

48.

—¿Me veo muy desarreglada?—preguntó la chica soltando una risa viéndose en el espejo del baño de Steve.

Él se acercó al baño colocándose su saco.—No tanto para ser las tres de la mañana—ambos rieron mientras él rubio la abrazaba por la cintura.—¿Te he dicho lo hermosa que te ves?—susurró besando su cuello.

—Unas veinte veces—rió mirándolo desde el espejo.

—Pues te lo diré veinte veces—dijo girandola y pegandola más a él.

—Creo que debemos subir—sonrió y besando al rubio.

—Claro—rió y tomó la mano de la chica para salir de la habitación.

Al llegar al lugar dónde se celebraba la fiesta aún habían muchas personas bailando, bebiendo. Unos borrachos y otros aún no.

—¿Dónde estabas?—habló su padre acercándose a ambos tambaleándose junto a James Rhodes aunque él no se veía tan ebrio.

—Despidiendo a mí pareja—contestó sonriendo levemente.

—¿¡El condenado estaba aquí!?—gritó frunciendo el ceño.—¿Y tú Capitán? ¿Fondiu con la agente 13?—dijo pícaro señalandola ya que también salía del ascensor. Steve sólo rodó los ojos.

—Ok, creo que debo llevarlo a dormir ya—habló Pepper apareciendo riendo.

María le dió una mirada de agradecida.

—Te ayudó a llevarlo—dijo Rhodes.

—¡A mí no me llevan a ninguna parte! ¡Agarrare el martillo de Thor y los electrocutare a todos! ¡Por cierto linda, estás delusbrante!—le guiñó un ojo a Pepper y todos los que se acercaban rieron a carcajadas.

—Parece que a alguien le gusta imitar a Thor—dijo Natasha alzando una ceja.

—¿Ya lo ha hecho?—preguntó Thor riendo y tomando un trago de su vaso.

—Más veces de las que crees—suspiró Banner riendo mirando cómo Pepper y James se lo llevaban mientras seguía balbuceando tonterías.